¡GUERRA!
En la guerra con Colombia no se disparará ni un solo tiro, pero va a dejar miles de víctimas, inocentes, en ambos lados de la frontera y por toda la extensión geográfica de los dos países. No se trata de una guerra convencional a la que nos está llevando la insensatez de quien se cree el amo de Venezuela, se trata de una guerra económica.
Seis mil millones de dólares es el comercio con Colombia, pero ese es el menor de los problemas, sobre todo para un gobierno soberbio, como el venezolano, que dilapida ese monto en un dos por tres.
El problema real son los cientos de empresas en ambos países, de varias cadenas productivas ―automotriz y autopartes, textil y confección, plásticos y petroquímicos, entre otras― que se verán afectadas y, naturalmente la de alimentos, por los alimentos en sí, o por los envases y empaques de plástico, papel y cartón. Como siempre, los perjudicados serán los trabajadores ―que verán en peligro sus empleos― y los consumidores de menores recursos, a quienes seguirá afectando el desabastecimiento. Ojala sepamos explicarle eso al pueblo venezolano, para que le pase factura al responsable.
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