lunes, febrero 25, 2013

El OSCAR para CHAVEZ





POR
Gustavo Coronel

La entrega del Oscar en Hollywood a grandes actores, directores y fotógrafos olvidó a un actor latinoamericano cuyas interpretaciones merecen un Oscar especial, tal como se le ha dado en el pasado a algunos astros de la pantalla tales como Shirley Temple, Gene Kelly o Bob Hope.

Olvidaron a Hugo Chávez, uno de los mejores actores cómicos y dramáticos de la gran pantalla, cantante, bailarín, declamador,en fin, pantallero como él solo.

Quien no lo recuerda en : “Nido de Ratas”, un film sobre sus experiencias de joven conspirador en la Escuela Militar.

O en su extraordinaria actuación como el líder cobarde en “El Golpe”, en febrero de 1992?

En “Horizontes Perdidos” hace el papel del Presidente que traicionó todas sus promesas electorales para convertirse en un Cipriano Castro cualquiera.

“Casablanca” cuenta la historia de como trató y nunca pudo ser invitado a hablar con el presidente del imperio.

En “Lo que el viento se llevó” se narra la eliminación del Congreso Nacional en 1999 y su reemplazo por una Constituyente integrada por sus seguidores, la cual aprobó un mamotreto constitucional de 350 artículos, muchos de los cuales violó sistematicamente después de ser aprobados.

“El Padrino” narra la conmovedora historia de la familia Chavione y de como ha protegido a sus ahijados de América Latina, el cocalero Evo Morales, el pichón desátrapa Rafaél Correa, el peófilo
Daniél Ortega y a sus aliados de las FARC, incorporando el floreciente tráfico de drogas a la decaída cartera de exportaciones del país.

En “Psicosis” y en “Tuyo es mi corazón” se describe la relación sado-masoquista mediante la cual Hugo pasa a ser un instrumento de Fidel Castro, quien lo maneja a su propio antojo.

“La gata sobre el tejado de caliente” es una conmovedora película sobre su enfermedad, que si se subió al tejado, que si se resbaló feo , que si cayó bien, que no le pasa nada, que perdió el maullido. En la nueva version de “Volando hacia Rio” se describen los numerosos viajes que hace Hugo a La Habana, a pedir consejo dicen unos o a pedir pista, segun otros.

“La ventana indiscreta” es un drama psicológico en el cual se investiga la capacidad de un televisor de espiar a la familia que lo posee. Allí actuó Hugo como actor de reparto, porque el protagonista fue Pedro Carreño.

“El Dictador”, un remake del film de Charles Chaplin, narra el ascenso político de Hugo Chávez, el cual llega a su cúspide cuando modifica la constitución para ser-elegido indefinidamente y cuando assume el control de la OEA a punta de petróleo.

“Con la muerte en los talones” conocida en USA como “North by Northwest” describe la enfermedad del caudillo y sus angustiosas desapariciones en Cuba.

En “Que pasó con Baby Jane” Hugo Chávez hace el papel de un inválido relegado a la humillación por un sádico pervertido llamado Diosdado.

“El tranvía llamado deseo” describe la incontrolable pasión de Hugo por Iris Varela.

En “Los Pájaros” se describen las reuniones del ALBA y de PetroCaribe presididas por Hugo

“Espartaco” narra la contienda entre Pancho Arias Cárdenas (el esclavo rebelde) y Hugo (el General Marco) , en la cual Arias Cárdenas termina crucificado primero y luego resucita para convertirse en embajador de Hugo en la ONU.

“La Quimera del Oro” es la historia de los yacimientos de Las Cristinas y de su manoseo por Raimundo y todo el mundo, sin que salga ni un gramo del metal. Como en el cuento del pescado podrido margariteño (se los cuento en otra oportunidad) , esa mina no es para producirla sino para hacer negocio
“Mary Poppins” es la conmovedora historia de la dulce Desiré Santos Amaral, una de las odaliscas de Hugo Chávez. En esa película es notable la escena donde Desiré grita: “…porque no nos da la gaaaaana!!!”.

“Luces de la ciudad” nos trae la dramática historia de Corpoelec y de su destrucción a manos de uno de los Chávez y del experto en demoliciones, Alí Rodríguez Araque.

“El bueno, el feo y el malo” es una película de las llamadas “spaguettis del oeste” en la cual se narra la historia de la pugna religiosa venezolana entre Urosa, Chávez y Moronta, en ese mismo órden.

“El hombre que sabía demasiado” es realmente la historia de Carlos Andrés, pero con actuación de Hugo como el villano que trata de matarlo.

“De aquí a la eternidad”, los días de Hugo en el hospital militar.

domingo, febrero 24, 2013

LO QUE DICE MANUEL MALAVER


Maduro y Cabello se baten por los últimos suspiros de Chávez
Podría Chávez estar vivo, muerto, medio vivo o medio muerto, pero creo que el empeño del gobierno de facto de Venezuela en mantenerlo aunque sea con vida artificial procede, más del terror de sentir que ya no estará bajo su ala y cobijo, que de una estrategia sofisticada para confundir a la oposición
Manuel Malaver

                                                                                                                                                  
Podría Chávez estar vivo, muerto, medio vivo o medio muerto, pero creo que el empeño del gobierno de facto de Venezuela en mantenerlo aunque sea con vida artificial procede, más del terror de sentir que ya no estará bajo su ala y cobijo, que de una estrategia sofisticada para confundir a la oposición o darse tiempo para perfeccionar una transición que deslice la idea de que “aquí no ha pasado nada”.
Sentimiento de abandono, impotencia, miedo y fragilidad que es también el primer abono para el llamado “culto a la personalidad”, ya que si no se cuenta con el espíritu fundacional en físico, pues nada como transfigurarlo en una fuerza metafísica, santa y sacralizada que esté lista para proteger a los cofrades mientras liquida a adversarios incrédulos que pongan en mofa o desafíen su poder.
 Contingencia que es, tanto más necesaria, si los herederos del demiurgo o padre fundador son figuras menores, casi ínfimas, como Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, sin nada heroico que mostrar en una revolución que tampoco fue heroica, aunque tuvo la suficiente audacia para hacerse pasar como hija ilegítima de genitores que jamás la hubieran reconocido como Bolívar y Zamora.
 De modo que, más que herederos y sucesores por el derecho que garantiza la participación y distinción en las gestas que dieron origen al sistema y su dinastía, Maduro y Cabello llegan a Miraflores por obra de maniobras palaciegas, perfectamente inscritas en el itinerario de procesos que no tuvieron historia porque nacieron viejos.

Dos cabecillas para un gobierno de facto, en definitiva, sin otra disposición constitucional que mostrar que “la banalidad del mal” (Hannah Arendt dixit) y los insultos de guapetón de barrio frustrado con los que de manera tan inopinada e incongruente ha iniciado Maduro sus “presuntos” mandatos.Adefesio que no pudo salir sino de dos mentes especializadas en producir ahistoricidades como los dictadores de Cuba, Fidel y Raúl Castro, quienes convencieron a un Hugo Chávez ya con sus facultades físicas y mentales en eclipse, para darle curso a la peor de decisión de su vida: simular que continuaba con las riendas del gobierno empuñadas, mientras los cubanos se daban tiempo para firmar acuerdos y tomar medidas para que sus intereses no quedaran a riesgo en el caso de una inevitable sucesión.
Pero lo peor fue nombrar sucesor a Nicolás Maduro cuando no tenía facultades para hacerlo (no hay norma constitucional alguna que se lo permita), y no aceptar que fueran los miembros del PSUV, el partido oficial, los que en una convención o elecciones primarias escogieran al dirigente salido de sus filas con los méritos necesarios para suceder al comandante-presidente.

El resultado inmediato fue el rechazo de los generales del Ejército a la sucesión de Maduro y la promoción de su propio candidato, el teniente ®, Diosdado Cabello, el desencadenamiento durante dos semanas de una guerra entre Maduro y Cabello por la herencia chavista, y, al final, la gestión y firma de un acuerdo promovido por Fidel y Raúl Castro, el llamado “Pacto de La Habana”, por el que se mantenía la presidencia pre o post morten de Chávez y Maduro y Cabello, se repartían el gobierno, reservándose el primero el poder civil, y el segundo, el militar en la medida que podía ser representado por los generales del Ejército.
En otras palabras: que el peor acuerdo o pacto posible, ya que, aparte de un gobierno al margen de la ley (porque ni en su origen ni en su constitución es legítimo), nos legó un estado bifronte o bicorne con dos regentes que actúan a nombre de un monarca del cual no se tienen noticias, pero del que pretenden asumir todos los poderes, facultades y símbolos para que el pueblo chavista los respalde en caso de que, declarada la ausencia absoluta de Chávez, haya que elegir a uno de los dos, sea por elecciones u otras vías, como la nueva cabeza del Estado.

Para ello ha sido necesario mantener cautivos los últimos suspiros de Chávez, no permitir que nadie los divise, perturbe o aborde, de modo que “la sucesión” quede intocada y Maduro pueda decir, llegado el caso, que es el legítimo heredero “por la gracia del Caudillo Supremo”.
¿Pero es lo que piensa Cabello, es la política hacia el Chávez enfermo o moribundo que aceptan y comparten los militares del Ejército, los hombres que lo consideran su hechura, a quien han respaldado durante 14 años para que las agujas del reloj histórico en Venezuela regrese a los tiempos del poder militar, cuando los civiles obedecían y los oficiales convertían el millón de kilómetros cuadrados en una hacienda de la cual disfrutar, medrar y negociar

No lo sabemos, porque su portavoz, candidato y jefe político, el teniente ® Diosdado Cabello, tiene días desaparecido, ausente, casi los mismos que tiene Chávez encerrado en una cripta del Hospital Militar, sin conocerse exactamente donde vive, mora, ni con quien se reúnen.
Por lo tanto, los rumores en torno a Cabello y los militares del Ejército vuelan, corren, se ovillan y desovillan: hay quienes los han visto en el Palacio de la Revolución de La Habana discutiendo con Fidel y Raúl Castro un replanteo del pacto donde ya el reparto del poder no sea por parte iguales, sino que Cabello y los militares dominen en algo así como en las dos terceras partes
Pero hay también quienes nos los traen reunidos en Fuerte Tiuna y planeando una suerte de rescate militar del Chávez enfermo o moribundo para llevarlo a las instalaciones castrenses más poderosas del país y encerrarlo en otra cripta o quirófano de donde su última voluntad, su testamento, salga a favor de Cabello y del llamado “Grupo de los 8”.
Pero de Maduro también se sabe que no se está quieto, y sea por inspiración propia o por recomendación de los cubanos, ya moviliza sus huestes, su propio ejército de milicianos, como estos “Guerreros de La Vega” que declaran que se preparan para defender a sangre y fuego al Hospital Militar de invasores e intrusos que pretendan despertar al presidente del sueño o coma profundo a que lo han inducido los caciquillos a quienes por vanidad o resentimiento quiso apuntalar como sucesores de un gobierno o dinastía que no existe porque nació hecha pedazos.
En otras palabras que, sucesos, textos, escenarios y personajes para una novela de ciencia ficción o realismo mágico latinoamericano del siglo XXI frente a la cual “El reino de este mundo” de Carpentier, “El Señor Presidente” de Asturias y “La Guerra de fin del mundo” de Vargas luzcan como un serial  de un Harry Potter cualquiera.
Para concluir…! qué cosa más grande caballero!...el Socialismo del Siglo XXI destruido por Fidel y Raúl Castro, los caudillos de la dictadura que tanto contribuyó a sobrevivir, pero para al final, terminar hundiéndose maridados por el principio de que quien opta por curar lo incurable, también se enferma e intoxica de regresión.
O sea que, hasta el dios Saturno se quedó pendejo.Hay quien dice que el “comunismo” fue inventado en el siglo XIX por dos filósofos alemanes que se aburrían, otros que por unos fracasados y resentidos, yo, más modestamente, pienso que es cosa de locos, de desequilibrados

Manuel Malaver