Declaración del Grupo La Colina sobre elecciones del 7-O
“No hubo fraude electrónico, pero la conducta del CNE deja mucho que
desear en cuanto a no impedir los abusos del gobierno y su candidato,
y al fallar en asuntos claves el día de la votación.”
El Presidente Chávez ganó la elección del 7-O. Sin ninguna duda,
podemos afirmar que no hubo fraude en las máquinas electrónicas.
No obstante, el proceso electoral y el acto de votación no pueden
calificarse de normales, ni la actuación del CNE la adecuada a la ley
y a una sana y limpia competencia electoral.
LO TÉCNICO-ELECTORAL
Los técnicos de la oposición, de muy alta calificación profesional,
auditaron el proceso electoral en cada una de sus fases y concluyeron
que el sistema de votación automatizado es seguro y confiable.
Igualmente, que el voto es secreto, que la automatización es exacta
hasta un margen de 99,999% y que la cantidad de validaciones,
revalidaciones y auditorías son exhaustivamente altas. Los técnicos
de oposición dedicaron muchos días a revisar los códigos fuente, las
configuraciones de las máquinas de votación, de las de transmisión, de
los conteos, de las líneas de respaldo, de la privacidad y la
encriptación, para confirmar lo dicho.
EL CNE Y LAS IRREGULARIDADES DEL PROCESO ELECTORAL
Sin embargo, un conjunto de hechos irregulares y de abusos consentidos
incidió en el desenvolvimiento normal y fluido de la campaña y del
proceso electoral, que los convirtió en una competencia asimétrica y
viciada, que apunta a la institución electoral, el CNE, como
responsable directo, al no impedirlos o sancionarlos.
El CNE no es el organismo solvente que tanto nos ha vendido su
propaganda. Ni gerencia “el mejor sistema electoral del mundo”. Su
conducta, que debió ser imparcial y ajustada a derecho, deja mucho que
desear de cara a los venezolanos y el mundo.
Para muestra, varias irregularidades graves:
1) 1.584 máquinas de votación averiadas. ¿Hubo un estricto control
de calidad? ¿O habría que pensar en otras oscuras razones? En algunos
centros no se ejecutaron o lo hicieron tardíamente, los planes de
contingencia en esta materia. ¿Por qué? No se agilizó el paso a las
votaciones manuales, incluso por la falta de los materiales
requeridos, al punto de comenzar a votar incluso pasadas las 5 p.m., o
aún más tarde en algunos Centros, en los cuales se seguía votando
cuando la presidenta del CNE daba el primer boletín.
2) Bloqueo del flujo de votantes. En las estaciones de
identificación o Centros de Información al Elector, se produjo un
retardo innecesario del proceso. ¿Tienen sentido estas estaciones?
3) Coordinadores de centros de CNE y funcionarios del Plan
República excedidos en sus funciones. No se respetó la supremacía del
poder de los Miembros de Mesa ni la subordinación a éstos en la toma
de decisiones.
4) Violaciones persistentes a las normas de propaganda electoral.
Inacción del CNE ante ellas. ¿Complicidad o incompetencia?
5) Abuso de cadenas de Radio y TV por el Presidente de la República.
6) Utilización masiva de recursos públicos y uso indebido de
instalaciones de la administración pública para propaganda electoral.
Inacción del CNE. ¿Complicidad o incompetencia?
7) Agresiones graves y violencia política. Inacción del CNE ante
estos hechos. ¿Complicidad o incompetencia?
8) La creación de centros de votación aledaños a desarrollos
habitacionales que adelanta el gobierno con el propósito de presionar
o inducir a votar por el candidato oficial.
9) Las triquiñuelas para obstaculizar la votación de los
venezolanos en el exterior, como es el caso de la eliminación del
Consulado de Miami.
NUESTRAS PROPOSICIONES
En este sentido, somos de la opinión de que es preciso exigir al CNE,
para los procesos electorales venideros, el cumplimiento estricto de
procedimientos y normas, así como de la sanción de nuevas normas, todo
en función de la transparencia e imparcialidad que les corresponde
como árbitro de la contienda electoral, contempladas en la
Constitución, para que así se garantice las condiciones de un proceso
impecable y equilibrado, tanto en el plano técnico como en el plano
político.
De allí que estemos proponiendo los siguientes puntos:
Emisión y amplia difusión de un mensaje publicitario que se señale que
el secreto del voto está garantizado.
Realización de un estricto control de calidad sobre las máquinas de votación
Eliminación de la Estación o Centro de Información al Elector
Estricto cumplimiento de la norma del voto asistido.
Restricción de la actuación del Coordinador de Centro del CNE,
supeditándolo a los Miembros de Mesa e impedir las intimidaciones a
observadores y testigos por parte de visitantes a los Centros,
Delegados de la presidencia del CNE para las Contingencias.
Prohibición al Plan República de manipular la información de los
Cuadernos de Votación.
Especificación gráfica en “Fe de Erratas” (afiche visible) el destino
de las tarjetas que han retirado apoyos a una candidatura determinada,
destacando texto sobre cada tarjeta.
Reducción de lapso para el procedimiento de pase a votación manual.
Garantizar la disponibilidad próxima y oportuna de material para la
votación manual.
Anuncio público oficial del cierre de las Mesas Electorales (o de
eventual prórroga), inmediatamente antes de terminar el lapso formal
del Acto de Votación.
Respeto al procedimiento de cierre de mesas por decisión autónoma y
conjunta de los Presidentes de las Mesas del Centro de Votación.
Regular y restringir de manera estricta el uso de cadenas televisivas
y radiales por parte de funcionarios públicos candidatos a reelección.
Estricto cumplimiento de la prohibición de divulgar propaganda
electoral audiovisual en oficinas del gobierno o de la administración
pública.
Facilitar a los votantes venezolanos en el exterior el voto, acercando
los centros de votación a los lugares de residencia.
Con estas observaciones y otras que formularemos sobre otros temas, el
Grupo La Colina ha querido dar su aporte a la necesaria evaluación que
las fuerzas democráticas están obligadas a hacer de la forma más libre
y sincera. Estamos seguros que la mayoría de los que votamos por la
opción unitaria encabezada por Henrique Capriles, a pesar de la
derrota, seguiremos adelante de cara a los retos por venir. Las causas
y los porqués de no haber logrado un triunfo el 7-O son complejos y
múltiples. Lo estrictamente electoral es una de las dimensiones. Hay
fuentes más profundas y hay también razones directamente ligadas al
enorme poder político y financiero de un Estado que se puso al
servicio de una voluntad autocrática que de manera inescrupulosa no
escatimó en recursos para ganar una elección.
El desafío es grande pero hay la disposición de afrontarlo. Las
elecciones de gobernadores están a la vuelta de la esquina. No nos
está permitido bajar la guardia ante el autoritarismo militarista y
sus nefastos designios de destrucción nacional.
Caracas, 15 de octubre de 2012.
“No hubo fraude electrónico, pero la conducta del CNE deja mucho que
desear en cuanto a no impedir los abusos del gobierno y su candidato,
y al fallar en asuntos claves el día de la votación.”
El Presidente Chávez ganó la elección del 7-O. Sin ninguna duda,
podemos afirmar que no hubo fraude en las máquinas electrónicas.
No obstante, el proceso electoral y el acto de votación no pueden
calificarse de normales, ni la actuación del CNE la adecuada a la ley
y a una sana y limpia competencia electoral.
LO TÉCNICO-ELECTORAL
Los técnicos de la oposición, de muy alta calificación profesional,
auditaron el proceso electoral en cada una de sus fases y concluyeron
que el sistema de votación automatizado es seguro y confiable.
Igualmente, que el voto es secreto, que la automatización es exacta
hasta un margen de 99,999% y que la cantidad de validaciones,
revalidaciones y auditorías son exhaustivamente altas. Los técnicos
de oposición dedicaron muchos días a revisar los códigos fuente, las
configuraciones de las máquinas de votación, de las de transmisión, de
los conteos, de las líneas de respaldo, de la privacidad y la
encriptación, para confirmar lo dicho.
EL CNE Y LAS IRREGULARIDADES DEL PROCESO ELECTORAL
Sin embargo, un conjunto de hechos irregulares y de abusos consentidos
incidió en el desenvolvimiento normal y fluido de la campaña y del
proceso electoral, que los convirtió en una competencia asimétrica y
viciada, que apunta a la institución electoral, el CNE, como
responsable directo, al no impedirlos o sancionarlos.
El CNE no es el organismo solvente que tanto nos ha vendido su
propaganda. Ni gerencia “el mejor sistema electoral del mundo”. Su
conducta, que debió ser imparcial y ajustada a derecho, deja mucho que
desear de cara a los venezolanos y el mundo.
Para muestra, varias irregularidades graves:
1) 1.584 máquinas de votación averiadas. ¿Hubo un estricto control
de calidad? ¿O habría que pensar en otras oscuras razones? En algunos
centros no se ejecutaron o lo hicieron tardíamente, los planes de
contingencia en esta materia. ¿Por qué? No se agilizó el paso a las
votaciones manuales, incluso por la falta de los materiales
requeridos, al punto de comenzar a votar incluso pasadas las 5 p.m., o
aún más tarde en algunos Centros, en los cuales se seguía votando
cuando la presidenta del CNE daba el primer boletín.
2) Bloqueo del flujo de votantes. En las estaciones de
identificación o Centros de Información al Elector, se produjo un
retardo innecesario del proceso. ¿Tienen sentido estas estaciones?
3) Coordinadores de centros de CNE y funcionarios del Plan
República excedidos en sus funciones. No se respetó la supremacía del
poder de los Miembros de Mesa ni la subordinación a éstos en la toma
de decisiones.
4) Violaciones persistentes a las normas de propaganda electoral.
Inacción del CNE ante ellas. ¿Complicidad o incompetencia?
5) Abuso de cadenas de Radio y TV por el Presidente de la República.
6) Utilización masiva de recursos públicos y uso indebido de
instalaciones de la administración pública para propaganda electoral.
Inacción del CNE. ¿Complicidad o incompetencia?
7) Agresiones graves y violencia política. Inacción del CNE ante
estos hechos. ¿Complicidad o incompetencia?
8) La creación de centros de votación aledaños a desarrollos
habitacionales que adelanta el gobierno con el propósito de presionar
o inducir a votar por el candidato oficial.
9) Las triquiñuelas para obstaculizar la votación de los
venezolanos en el exterior, como es el caso de la eliminación del
Consulado de Miami.
NUESTRAS PROPOSICIONES
En este sentido, somos de la opinión de que es preciso exigir al CNE,
para los procesos electorales venideros, el cumplimiento estricto de
procedimientos y normas, así como de la sanción de nuevas normas, todo
en función de la transparencia e imparcialidad que les corresponde
como árbitro de la contienda electoral, contempladas en la
Constitución, para que así se garantice las condiciones de un proceso
impecable y equilibrado, tanto en el plano técnico como en el plano
político.
De allí que estemos proponiendo los siguientes puntos:
Emisión y amplia difusión de un mensaje publicitario que se señale que
el secreto del voto está garantizado.
Realización de un estricto control de calidad sobre las máquinas de votación
Eliminación de la Estación o Centro de Información al Elector
Estricto cumplimiento de la norma del voto asistido.
Restricción de la actuación del Coordinador de Centro del CNE,
supeditándolo a los Miembros de Mesa e impedir las intimidaciones a
observadores y testigos por parte de visitantes a los Centros,
Delegados de la presidencia del CNE para las Contingencias.
Prohibición al Plan República de manipular la información de los
Cuadernos de Votación.
Especificación gráfica en “Fe de Erratas” (afiche visible) el destino
de las tarjetas que han retirado apoyos a una candidatura determinada,
destacando texto sobre cada tarjeta.
Reducción de lapso para el procedimiento de pase a votación manual.
Garantizar la disponibilidad próxima y oportuna de material para la
votación manual.
Anuncio público oficial del cierre de las Mesas Electorales (o de
eventual prórroga), inmediatamente antes de terminar el lapso formal
del Acto de Votación.
Respeto al procedimiento de cierre de mesas por decisión autónoma y
conjunta de los Presidentes de las Mesas del Centro de Votación.
Regular y restringir de manera estricta el uso de cadenas televisivas
y radiales por parte de funcionarios públicos candidatos a reelección.
Estricto cumplimiento de la prohibición de divulgar propaganda
electoral audiovisual en oficinas del gobierno o de la administración
pública.
Facilitar a los votantes venezolanos en el exterior el voto, acercando
los centros de votación a los lugares de residencia.
Con estas observaciones y otras que formularemos sobre otros temas, el
Grupo La Colina ha querido dar su aporte a la necesaria evaluación que
las fuerzas democráticas están obligadas a hacer de la forma más libre
y sincera. Estamos seguros que la mayoría de los que votamos por la
opción unitaria encabezada por Henrique Capriles, a pesar de la
derrota, seguiremos adelante de cara a los retos por venir. Las causas
y los porqués de no haber logrado un triunfo el 7-O son complejos y
múltiples. Lo estrictamente electoral es una de las dimensiones. Hay
fuentes más profundas y hay también razones directamente ligadas al
enorme poder político y financiero de un Estado que se puso al
servicio de una voluntad autocrática que de manera inescrupulosa no
escatimó en recursos para ganar una elección.
El desafío es grande pero hay la disposición de afrontarlo. Las
elecciones de gobernadores están a la vuelta de la esquina. No nos
está permitido bajar la guardia ante el autoritarismo militarista y
sus nefastos designios de destrucción nacional.
Caracas, 15 de octubre de 2012.