viernes, noviembre 09, 2007

Hijos de papa...


HIJOS DE PAPÁ


Entendemos que la frase es emitida como un insulto, como una descalificación. Pero la verdad es que la frase lo que revela es miedo. El Presidente pretende hacer ver que los muchachos que protestan por la Reforma —ilegítima e inconstitucional— que él ha propuesto, son muchachos “ricos”, que viven en el “este” y en su imaginario revolucionario eso los descalifica para tener sensibilidad social, para anhelar la justicia y para defender la democracia y los derechos humanos.

Pero no sólo en eso se equivoca el Presidente, porque una buena parte de los muchachos que por todo el país protestan y son reprimidos salvajemente por sus esbirros de la guardia no son lo que él llama “hijos de papa”, pero igual provienen de familias constituidas, en muchos casos por una madre sola, que acompañada de su coraje y sus hermanos, los llevó a donde están: un liceo, un colegio o una universidad.

Sean “hijos de papá” o de una “mamá” que hace de padre y madre, tienen esa base sólida que los lleva a decirle NO a su proyecto autoritario. Vienen de una familia con base moral, sensibilidad colectiva, sentido de pertenencia, conciencia de tamaño y comprensión de la pluralidad. Vivir en familia, con “papá” o con “mamá” les enseñó la virtud de perdonar y ser perdonados, les ha permitido disentir sin romperse, negociar sin agredir, ser reprendidos sin expulsiones, defender principios por convicción y no por imposición o por un sueldo. Esa es una de las grandes fortalezas de los jóvenes que han tomado la escena nacional y por ello se convierten en un peligro, porque le dicen ¡NO a la Reforma!

¿Qué parte de NO es la que no entiendes? Soledad Morillo Belloso



¿Qué tenemos en común la inmensa mayoría de los ciudadanos en Venezuela? Pues que queremos un país en paz, en calma, con espacio para la prosperidad, sin violencia, y sin esta gritadera insensata. Que queremos que cese este disparate de insultos e improperios a diestra y siniestra que ha convertido a este país en una gallera de la más baja ralea, acabando con la elegante sencillez que caracteriza a los venezolanos. Que creemos que el gobierno tiene que servirnos a nosotros los ciudadanos, y no al revés, nosotros los ciudadanos convertidos en siervos de la gleba del gobierno. Que queremos que en el país haya empleo, seguridad ciudadana, hospitales bien dotados y bien atendidos, escuelas, liceos y universidades de primerísimo nivel que formen a nuestros jóvenes para que se conviertan en profesionales y técnicos que puedan competir de tú a tú con cualquier profesional del mundo.