sábado, septiembre 12, 2015

CARTA de DIEGO ARRIA a MICHELLE BACHELET



MI carta de hoy a la Presidente de Chile
Que al mirar a la historia, ustedes se reencuentran con la fuerza del deber ético y que eso obliga a construir a su país desde los pilares de los derechos humanos. Con todo respeto me permito decirle que ese Chile sólo será posible construirlo desde auténticos pilares de derechos humanos cuando sean realmente ejercidos, no simplemente declarados. Permanecer en silencio ante la tragedia de nuestro país solo puede considerarse como un acomodo amoral. Cuanta falta distinguida Señora Bachelet nos hace que se teja igualmente una trama de solidaridad con nuestra patria. Usted pudiese hacer mucho en ese sentido en nombre de los chilenos que viviendo con nosotros se hicieron parte nuestra.
AQUI CARTA COMPLETA
Doña Michelle Bachelet
Presidenta de Chile
Palacio de La Moneda
Santiago de Chile
Distinguida Presidenta Bachelet
He leído sus palabras pronunciadas en el acto "Asilo y Refugio 1973-1990" de homenaje a representantes de la comunidad internacional que refugiaron a sus compatriotas, y a otros que le dieron asilo y tuvieron el coraje de proteger a perseguidos durante la dictadura militar. Las pronuncia en vísperas de una fecha que usted dice “Partió la historia de Chile en dos y dejó una larga secuela de dolor y desencuentro”
Sus palabras de hoy como presidente de Chile, y con el sentimiento de ayer como exiliada son hermosas y relevantes: “Cuando más fue necesario, cuando hubo quienes no quisieron ver lo que ocurría, ustedes, tejieron una trama de solidaridad sin la cual el dolor hubiera sido mayor y las heridas hubieran tardado mucho más en sanar”
Señora Presidenta: Por consideraciones similares he tenido el privilegio de encontrarme entre personas honradas por Chile. En Noviembre de 1996, el Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle me otorgó la máxima distinción que puede recibir un ciudadano no chileno: la Orden de Bernardo O'Higgins en el Grado de Gran Cruz. Podrá usted imaginarse cuán honrado me sentí por el reconocimiento tan generoso a actos absolutamente desvinculados a consideraciones de afinidad política o partidista sino estrictamente en la defensa de los derechos humanos.
Efectivamente, en Julio de 1975 cuando me desempeñaba como Gobernador de Caracas, acudí al llamado de la familia de mi fraternal amigo Orlando Letelier, ex Canciller y ex Ministro de la Defensa del Presidente Allende, quien se encontraba recluido en la infame Isla de Dawson con otros de sus compañeros de gobierno.
Fui a Santiago en una gestión personal para reunirme con el General Pinochet y con su Canciller Patricio Carvajal, con el afortunado resultado que esa noche me hicieron entrega en nuestra embajada en Santiago de Orlando, primer preso político liberado de Dawson, con quien al día siguiente regresé a Caracas. Allí estuvo como asesor de mi despacho hasta su partida a Washington DC, donde como conocemos fue vilmente asesinado. Con la anuencia del presidente Carlos Andrés Pérez de inmediato hicimos su traslado y el de su familia a Caracas donde en un acto en el Palacio Municipal presidido por el presidente y todo nuestro gabinete se le rindió homenaje a un héroe de la resistencia chilena. Sus restos permanecieron en mi país hasta el retorno de la democracia en Chile.
Señora Presidenta: No crea que la posición adoptada por el Presidente Pérez con respecto a la dictadura de Pinochet y sobre los chilenos perseguidos era porque no conocía y no practicaba la diplomacia sino porque no la entendía como una oportunidad para el acomodo sino como un medio de defensa de principios y derechos, muy en especial los consagrados en materia de derechos humanos. Tal posición nos permitió serles útil al rescate de la libertades en su país. Al igual que en otros países de la región.
Tuve igualmente la oportunidad de poder contar con los valiosos servicios de Arturo Girón, ex Ministro de Salud, de Darío Pavez, ex Gerente General de CORFO, de Patricio Huidobro, ex Vice canciller, de José Jorquera, de prensa del presidente Allende y de otros chilenos más. Mi país se enriqueció con la presencia y la colaboración de sus distinguidos compatriotas. Todos ellos, menos Huidobro, compañeros socialistas suyos.
Señora Presidenta: Usted concluyó el acto destacando que hoy Chile es diferente y se construye desde los pilares de los derechos humanos y que al volver a mirar su historia, se reencuentran “con la fuerza del deber ético, esa capacidad de muchos seres humanos de vencer miedos y de aportar dignidad justo en los momentos en que la esperanza es golpeada”
No sabe cuánto he meditado sobre estas palabras suyas en vísperas de una fecha que como usted dijo “partió la historia de Chile en dos y dejó una larga secuela de dolor y desencuentro”. En Venezuela vamos ya por los mismos años de la dictadura de Pinochet - 16 años de un régimen brutal y tiránico que lleva al país al colapso, ha puesto todas sus instituciones a su servicio y ha convertido su democracia en una abominable mascarada. Sin embargo, no hemos tenido la suerte que usted destaca le ocurrio a su país bajo Pinochet, cuando surgieron voces, “que vencieron miedos cuando más fue necesario, y que cuando hubo quienes no quisieron ver lo que ocurría ... Tejieron una trama de solidaridad sin la cual el dolor hubiera sido mayor y las heridas hubieran tardado mucho más en sanar”.
Señora Presidenta: En nuestro caso, la indiferencia y la ausencia absoluta de solidaridad de los que no quieren ver nuestra tragedia prolonga el dolor y asegura el colapso de nuestra libertad. Usted tiene a su vista el caso de Leopoldo López, dirigente y prisionero político quien acaba de ser linchado por un sistema judicial al servicio del régimen. ¿ Por qué, por qué no envía de inmediato a un miembro importante de su gobierno a lograr con Maduro su libertad, como hice yo ante Pinochet para lograr la libertad de Orlando Letelier, nada menos que el último jefe que tuvo Pinochet hasta el día del golpe?
Usted dijo algo también fundamental. Que al mirar a la historia, ustedes se reencuentran con la fuerza del deber ético y que eso obliga a construir a su país desde los pilares de los derechos humanos. Con todo respeto me permito decirle que ese Chile sólo será posible construirlo desde auténticos pilares de derechos humanos cuando sean realmente ejercidos, no simplemente declarados. Permanecer en silencio ante la tragedia de nuestro país solo puede considerarse como un acomodo amoral. Cuanta falta distinguida Señora Bachelet nos hace que se teja igualmente una trama de solidaridad con nuestra patria. Usted pudiese hacer mucho en ese sentido en nombre de los chilenos que viviendo con nosotros se hicieron parte nuestra.
Para concluir, permítame citarle unas palabras que me hizo llegar el distinguido y admirado amigo el Presidente Ricardo Lagos en ocasión de la muerte en el exilio del Presidente Pérez en diciembre de 2010:
“Carlos Andrés Pérez jugó un rol tan importante en la recuperación de la democracia en nuestra región, luego de ese período oscuro que fue la década de los 80. Los chilenos tuvimos el privilegio con la mano fraterna de Carlos Andrés, de saber cómo un duro exilio era un poco más dulce". Fue entonces cuando Venezuela se convirtió en el “asilo contra la opresión. Como dijera ese otro latinoamericano ejemplar Salvador Allende -más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas por donde transite el hombre libre-. Estoy cierto que esas alamedas se abrirán en su patria y será el momento en que los venezolanos y latinoamericanos todos lo acompañarán a su última morada.”
Tal vez un día el Chile oficial extienda su reconocimiento a Carlos Andrés Pérez, seguramente el presidente en ejercicio que mas amigo fue de la resistencia chilena.
Señora Presidenta:Formo parte de los venezolanos que desde distintos gobiernos democráticos luchamos por rescatar nuestra libertad y que tenemos autoridad moral para reclamar pues no hay ningún país de la América Latina donde la Venezuela democrática no haya cooperado en la preservación y defensa de sus derechos y libertades. Ninguno, Señora Presidenta. Ninguno
Con toda deferencia,
Diego Arria
11 de septiembre 2015

viernes, septiembre 11, 2015

BOLIVAR Y LA CARTA DE JAMAICA

Bicentenario La Carta de Jamaica: guerra, derrota y exilio en el pensamiento bolivariano.

La Misiva de Bolívar

McEvoy
Para McEvoy, es una lección clara y concisa del pensamiento bolivariano.
Hace doscientos años, en la pequeña isla de Jamaica, un caraqueño de 32 años de edad descargó su frustración escribiendo un texto memorable. La Carta de Jamaica, firmada por Simón Bolívar el 6 de septiembre de 1815, fue concebida mientras su autor atravesaba su momento más amargo. Este fue la derrota de la Segunda República venezolana en manos del ejército español.

En el marco de un exilio cuya finalidad fue preservar al liderazgo insurgente, la carta que Bolívar le envía a Henry Cullen puede interpretarse como un paliativo contra el fracaso militar. También como una llamada de atención a las potencias de la época con la finalidad que apoyaran a los rebeldes hispanoamericanos. 

En términos ideológicos, la Contestación de un americano meridional a un caballero de esta isla es una lección clara y concisa del pensamiento bolivariano. En Jamaica, una de las primeras posesiones de la España imperial, Bolívar no solo conversó con un pasado sembrado de trampas, sino que diseñó un programa político de cara a un futuro incierto.


Si bien la Carta de Jamaica ha sido calificada de profética y a su autor de clarividente, no debemos olvidar que el documento fue producto de la mente de alguien que debió superar el trago amargo de la derrota antes de abocarse a la fase siguiente del experimento republicano. En medio de la angustia y desesperación, que sucedió a Cartagena y a la brutal represión contra los insurgentes, Simón Bolívar propuso un entendimiento cabal del bando enemigo así como un balance de los errores y aciertos propios y ajenos. El análisis requería contextualizar al movimiento independentista, unificar criterios y estrategias pero por sobre todo forjar un derrotero teñido de esperanza y optimismo. Esto último resultaba fundamental para proseguir un camino difícil pero, también, para dotar de apoyo moral a los cientos de combatientes rezagados. La mayoría de ellos se encontraban encarcelados, heridos o en la clandestinidad. Ese conmovedor “nosotros” de Bolívar –que da cuenta de su desgarro existencial– aparece en la sentida frase: “El suceso coronará nuestros esfuerzos porque el destino de América se ha fijado irrevocablemente”. Así, de la experiencia devastadora de la guerra, la derrota y el exilio, Bolívar construyó una “comunidad imaginada” y junto a ella colocó la piedra angular del pensamiento político latinoamericano.
La Carta de Jamaica, firmada por Bolívar
Alejado de libros, folletos y otras fuentes, Bolívar recurrió a su memoria prodigiosa para ofrecer una visión integral de la “América Meridional”. Valiéndose de una pluma ligera y de una elocuencia capaz de atemperar la nostalgia, el Libertador trazó en su carta un cuadro del pasado, presente y futuro de la región. Opinaba que los obstáculos para la independencia eran muchos y de índole variada y era por esa razón que debían calibrarse con muchísima precisión. El primer problema que presentaban las “colonias españolas” era la estructura heredada de España. 
A nivel político, ello significaba la ausencia de experiencia de gobierno. Porque “abstraídos y ausentes” de “la ciencia del gobierno y administración del estado” los criollos “nunca fueron virreyes ni gobernadores, sino por causas muy extraordinarias; Arzobispos y Obispos pocas veces; diplomáticos nunca; militares solo en calidad de subalternos; nobles sin privilegios reales”. Más aún, los hispanoamericanos, de acuerdo a Bolívar, no tenían posibilidades de ser magistrados, ni financistas y casi poco comerciantes. Un desprecio que contravenía al pacto que debía brindar una dosis de autonomía a los habitantes de la América española.

El monopolio comercial y las prohibiciones y restricciones económicas impedían, asimismo, el desarrollo de las posesiones españolas en América Meridional. Bolívar opinaba que España las mantuvo como “coto cerrado” en beneficio de la economía peninsular. 

Siguiendo esa filosofía, se prohibió el comercio con otros satélites imperiales y se impuso una férrea vigilancia para evitar el contrabando. El establecimiento de un estricto control sobre la navegación, mediante permisos otorgados a ciertos puertos, iba en detrimento de la relación económica entre americanos. Una serie de prohibiciones, como la siembra y cosecha de frutos europeos o la de fabricación de paños, obligaba a que dichos productos y otros más fueran comprados a los comerciantes peninsulares. 

Esta política económica, obviamente imperial, buscaba convertir la economía de los territorios ultramarinos en áreas dependientes de la economía española. Los americanos, en el sistema español, opinaba Bolívar, “no ocupan otro lugar en la sociedad que el de siervos propios para el trabajo, y cuando más, el de simples consumidores”. Las prohibiciones en América hispánica eran muchas, entre ellas el estanco de las producciones que el rey monopolizaba, el impedimento de abrir fábricas que la misma península no poseía, los privilegios exclusivos del comercio hasta en objetos de primera necesidad y las trabas entre provincias americanas, para que no entraran en contacto y negociaran entre ellas.

Respecto a temas más coyunturales, Bolívar hizo un balance pormenorizado de la guerra revolucionaria, admitiendo el hecho que los realistas controlaban Venezuela, Nueva Granada, Quito, Perú, Cuba y Puerto Rico. La situación de Chile y México era incierta y solo en el Río de la Plata los patriotas ganaban la batalla. Aunque la situación era muy difícil para los insurgentes, el Libertador se valió de la carta para inyectar optimismo a sus huestes, señalando que el camino a la libertad era inexorable.

Un aspecto de la Carta de Jamaica, que ha sido subrayada, es la capacidad que tuvo Bolívar de avizorar el futuro de las repúblicas americanas. Porque a pesar que la carta constantemente apeló a la integración regional, su autor será consciente de la diversidad reinante en el territorio a liberar. A ese territorio se referirá como el lugar de “climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos y caracteres desemejantes”. Fueron justamente las peculiaridades, que “dividían a los Americanos”, el foco del interés de Bolívar.

Para Argentina, cuyas “armas vencedoras” defendieron la libertad, Bolívar pronosticó la presencia de un gobierno oligárquico en manos de los militares. En Chile opuesta a “sus enemigos” que intentaron dominarla, observó “costumbres inocentes y virtuosas” favorables para formar y sostener una República. El Perú era, en sus palabras, “el más sumiso”, pero el que más sacrificios otorgó a la causa del Rey. Lastimosamente, a la libertad peruana se anteponían dos enemigos poderosos: “oro y esclavos”. Para su patria, la Gran Colombia, pronosticó “tempestades políticas... entre las olas populares y los rayos del gobierno”. 

En cierta manera la historia le dio la razón al Libertador. Por otro lado, y a 200 años de escrita, la Carta de Jamaica todavía sorprende por la claridad del pensamiento político de un guerrero adolorido que soñó frente al mar del Caribe con una patria grande y un gobierno “paternal”, capaz de curar “las llagas y las heridas del despotismo y la guerra”.
 

martes, septiembre 08, 2015

SE VAN LOS CUBANOS A MIAMI

domingo, septiembre 06, 2015

MOISES NAIM y LOS GENIOS DEL GOBIERNO

MADURO y el 6 de DICIEMBRE

as cuentas alegres de Maduro

En los municipios en donde el presidente venezolano decretó el estado de excepción, por cuenta del cierre fronterizo, el chavismo ha perdido o ganado con un margen mínimo las últimas elecciones. El 6 de diciembre se renovará la Asamblea Nacional y, según las encuestas, los cálculos del partido de gobierno no cuadran. Miraflores analiza el impacto de la crisis.
Por: ANGÉLICA LAGOS CAMARGO
En Twitter: @alagos9
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Las cuentas alegres de MaduroEl presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, está preparando el terreno para las próximas elecciones, claves para su gobernabilidad. / AFP
Los cálculos no le estaban saliendo bien al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Desde que comenzó este año, clave en términos electorales por la renovación de los 167 diputados de la Asamblea Nacional el próximo 6 de diciembre, en el Palacio de Miraflores comenzaron a vislumbrar un escenario que hasta hace poco parecía imposible: perder la mayoría en el Parlamento, una derrota que claramente no provocaría un cambio de gobierno, pero sí lo sometería a tener que negociar y dialogar con la oposición temas como la aprobación de créditos y leyes y el nombramiento de algunos de los más altos funcionarios del Estado. La posibilidad hace estremecer al chavismo que, según analistas, se vio presionado a tomar medidas extremas, como desatar un conflicto diplomático con Colombia y decretar el estado de excepción en diez municipios de los estados fronterizos.
Para algunos analistas, como Luis Vicente León, de la encuestadora Datanálisis, esta es una teoría traída de los cabellos, aunque no descartable. “¡No puedo imaginar que el presidente haya hecho todo esto por unos votos!”, le dijo a El Espectador. Una revisión de los últimos resultados electorales de Venezuela muestra que en los municipios donde el presidente Maduro decretó el estado de excepción —Lobatera, Panamericano, García de Hevia, Ayacucho, Bolívar, Ureña, Junín, Capacho Libertad, Rafael Urdaneta y Capacho Independencia—, los números no le fueron favorables o tuvo una victoria pírrica en las pasadas elecciones. Entonces, la hipótesis no suena tan descabellada y hace pensar que la crisis fronteriza sí podría darle los réditos políticos que busca: que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) no pierda las mayorías de las que ha gozado en la Asamblea durante cerca de 16 años.
La historia señala que el chavismo tiene una base electoral amplia —en promedio, cinco millones de votos fijos— y ha perdido sólo una contienda en las urnas (referendo constitucional del 2 de diciembre de 2007); sin embargo, según el sistema electoral para las elecciones legislativas, no gana quien tenga más votos sino quien obtenga la mayoría de circunscripciones electorales. “Este es un tema de supervivencia. Si el chavismo pierde esta elección, el mapa político del país cambiaría dramáticamente, porque quedaría en evidencia ante todos los sectores que mantienen a Maduro en el poder, que son vulnerables”, explicó alMiami Herald Diego Moya-Ocampos, analista del IHS Global Insight.
De acuerdo con la ley que promulgó el Consejo Nacional Electoral (CNE) en 2010, los diputados se eligen por un sofisticado sistema que otorga las curules dependiendo de las circunscripciones, conformadas por municipios. El periódico El Universal de Venezuela lo explica así: en 2010 la oposición fue mayoría, o estuvo cerca de serlo, en las entidades que concentran la mayor cantidad de electores del país: Zulia, Miranda, Carabobo, Lara, Aragua y el Distrito Capital, con el 52% de los votos. Pero estas seis entidades apenas eligen a 64 diputados de la Asamblea Nacional, es decir, el 39%. Los parlamentarios restantes (61%) fueron elegidos por los electores de los 18 estados restantes, que significan el 48% de los electores y representaron 98 legisladores al chavismo. Es decir, ganó la oposición en votos por una pequeña diferencia, pero la mayoría en la Asamblea quedó en manos del oficialismo. “Un desequilibrio estructural”, según la Mesa de Unidad Democrática (MUD), que reúne a los partidos opositores.
Para la contienda del 6 de diciembre de este año, el chavismo arranca con 40 diputados fijos, por el diseño y la distribución que otorga el sistema, pero no va a poder ganar en varios circuitos de Miranda y algunas regiones de Zulia y Táchira, este último con municipios bajo estado de excepción por cuenta de la crisis fronteriza, y Zulia con amplias posibilidades de ser puesto bajo el mismo régimen, según fuentes diplomáticas, si continúa la crisis con Colombia. Los otros estados en la línea de frontera, Apure y Amazonas, son feudos chavistas.
¿Cálculo político? Sin duda, dicen algunos sectores venezolanos. “Maduro, dentro de su restricción ideológica y de sus cálculos políticos, está dispuesto a sacrificar en los meses que quedan el bienestar de todos los venezolanos, ya que está bastante precario para tratar de obtener el mejor cálculo político el 6 de diciembre”, advierte el analista Orlando Ochoa, de la Universidad Andrés Bello.
El estado de excepción declarado en diez municipios fronterizos con Colombia permite a las autoridades venezolanas hacer allanamientos sin orden judicial, detener personas y restringir los derechos políticos como asociaciones en lugares públicos. “Si algún grupo en los municipios bajo esta norma decide hacer proselitismo, puede terminar preso. Si la crisis se alarga y el presidente Maduro decide prorrogar ese estado de excepción 60 días más (por ahora va hasta el 13 de noviembre, día en que comienza la campaña electoral), la cita en las urnas se vería afectada”, explica Ramón Suárez, analista venezolano.
El politólogo Luis Salamanca dice que la crisis fronteriza y sus efectos son medidas desesperadas del Gobierno para ganar las elecciones, pues las encuestas lo dan como perdedor. “La pieza más importante de todo esto es la aplicación del estado de excepción. Lo tiene en período de prueba para ver cómo reaccionan la sociedad, los sectores políticos, etc., no para suspender las elecciones, pues por Constitución no lo puede hacer. La idea es ir a las urnas con un estado de excepción, y por eso se dice que lo va a extender a estados fronterizos. Sólo Zulia elige 15 diputados”, asegura.
Miranda, en manos del opositor Henrique Capriles y uno de los estados más poblados, elegirá 12 asambleístas; Carabobo, 10; Táchira, 7, y Zulia, el más apetecido, 15. Algunos más pequeños, como Amazonas, Vargas y Delta Amacuro, bajo dominio oficialista, suman 12 parlamentarios. Según sondeos, hoy la oposición está 20 puntos por encima del chavismo en lugares claves. “Pues una cosa era el comandante y otra Maduro, que hace cosas que no nos favorecen”, dijo desde Caracas Rosalba García, chavista de las leales. De hecho, otros inamovibles del oficialismo, como cooperativas del barrio 23 de Enero, no están tan firmes como antes, según García.
En octubre del año pasado los colectivos reunidos en el grupo 5 de Marzo —civiles que defienden con armas la revolución— se alejaron del chavismo por la muerte de su líder, José Odreman, en confusos hechos. A ellos se han sumado otros colectivos, que por haberle dado la espalda al Gobierno han sido acusados de ser “paramilitares”, palabra que aterra al venezolano y que también explota el chavismo durante la crisis.
“Nicolás Maduro es la gran víctima del chavismo y el victimario de Venezuela, obligado a sostener una boliburocracia nepotista, no tiene el carisma de su padre político ni es un caudillo electoral, pero tampoco es el tonto que algunos creen”, escribió en un análisis Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario.
“Faltan tres meses muy largos para las elecciones y veremos de todo y para todos. La oposición sigue siendo favorita, pero necesita más que el voto castigo para ganar. Tiene que contar una historia que emocione a la gente… y un líder que la sepa contar”, agrega Luis Vicente León.
Y en eso Maduro tiene la ventaja. “Acá el debate no es la expulsión de colombianos. Acá tú estás oyendo una historia que tiene todo el atractivo político: te están mostrando cómo el champú, la leche, los pañales, el mercado y cientos de productos que tú no encuentras en tu barrio están saliendo por la frontera, y además los compran los colombianos, que se aprovechan de nosotros… Entonces el Gobierno les dice que él sí está trayendo esos elementos de primera necesidad, y que además te los subsidia, pero que otros se los están llevando”, añade el director y analista de Datanálisis, quien insiste: “Por esto el debate de la frontera sí es útil políticamente. Esto desvía la atención de la población, porque aunque es obvio que existen contrabando y mafias en la frontera, lo fácil es construir en la mente de la gente la película de los ‘mafiosos’ sacando leche, azúcar y el café que no consigues en el resto del país”.
Todavía no hay encuestas que midan el efecto de este discurso político en la población venezolana, pero encuestadoras recuerdan que, tras el decreto en el que Obama declaraba a Venezuela como una amenaza, Maduro remontó en los sondeos cinco puntos en pocos días. Algunos voceros de la oposición dicen que la crisis fronteriza con Colombia fue lo peor que les pudo pasar en este momento, cuando, tras 15 años de derrotas, el panorama parecía despejado. Esto explica que los principales líderes sean muy cautos con sus palabras. “El Gobierno Nacional es capaz de generar una guerra con Colombia para impedir las elecciones”, ha sido lo poco que ha dicho el gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, quien le pidió al presidente Juan Manuel Santos no caer en las provocaciones de Maduro y su número dos, Diosdado Cabello. “Tienen 16 años en el poder y ahora fue que se dieron cuenta de que existe contrabando en la frontera”, se preguntó el excandidato presidencial.
Hasta antes de la crisis, el PSUV pasaba las duras y las maduras, pues el 85% de los venezolanos culpan al líder del partido, el presidente Maduro, del deterioro de los indicadores económicos, la reducción de los programas sociales y la creciente represión. En julio, el PSUV se ubicó como tercera fuerza política del país.
Desde 2013 el mapa electoral comenzó a cambiar en Venezuela. Datos oficiales revelan que, aunque el oficialismo se hizo con 257 municipios en las elecciones de hace año y medio, la Mesa de Unidad Democrática (MUD) aumentó el número de votos a su favor y ganó en lugares muy significativos para el chavismo, como la capital del estado natal del fallecido presidente Hugo Chávez, Barinas, y las ciudades de Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, San Cristóbal (las más pobladas del país). Además retuvieron la alcaldía mayor de Caracas.
“No es una sorpresa que Maduro haya caído en las encuestas 30 puntos en dos años, una tendencia que también presenta la mayoría de los indicadores económicos del país. Y si avanzamos en eso de las estadísticas, podemos demostrar la correlación que existe entre la popularidad presidencial y los resultados de cualquiera de los eventos electorales”, explica el presidente de Datanálisis.
La estrategia de campaña del chavismo seguirá esta semana. Una encuesta hecha por Miraflores, y que aún no se ha revelado, señala que el apoyo sube. El 56% de los venezolanos respalda a Maduro en esta crisis. Además ya tiene el dinero para asumir la campaña, pues esta semana consiguió en China un respiro económico que le permitirá llegar a fin de año sin problemas: acordó con Pekín un paquete de US$5.000 millones para enfrentar la crisis de liquidez en las arcas públicas.
Con esta nueva inyección de capital, la solución a la crisis está más lejana. Un encuentro presidencial es incierto, pues aunque Maduro diga que quiere reunirse con el mandatario colombiano “face to face”, las gestiones para concretarlo no se concretan. En Colombia las autoridades calculan que la emergencia humanitaria seguirá varios meses más y aseguran que están preparadas para enfrentarla.