los países capitalistas han analizado la crisis que como todos sabemos comenzó en USA con los préstamos para viviendas y la burbuja inmobiliaria que había surgido. Posteriormente hubo quiera de grandes empresas y de importantes bancos, por lo que fue necesario apalanquearlos. La revista Forbes nos remite al artículo de arriba donde se hace un buen análisis del asunto del capitalismo y del porqué es muy importante revivirlo. Una traducción de ese artículo en idioma español, sería como sigue:
Capitalismo: Una Historia de Amor Verdadero
¿Cómo se crea la riqueza? parece una pregunta extraña para los lectores de Forbes, pero la cuestión no es puramente académica a raíz de la crisis del crédito y la consiguiente recesión global.Ello tiene unas profundas implicaciones políticas que afectan a nuestro futuro económico.
Es evidente que una parte considerable de los activos creados en los últimos años resultaron ser "exóticos", dando como resultado una burbuja relacionada con la vivienda considerada insostenible y efímera, así como la implantación de instrumentos financieros en última instancia tóxicos.
Una cosa es, para la gente y las instituciones, comprar acciones y papeles sabiendo que se puede ganar o perder, pero otra cosa muy diferente es cuando el proceso estaba minando al sistema financiero mundial y perjudicando la vida de cientos de millones de otras personas.
La idea de que la creación de riqueza es deseable para disfrutar de un mejor nivel de vida, también es moralmente sospechosa cuando esa riqueza gana terreno en forma no deseada. En consecuencia, la base fundamental del crecimiento económico se convierte así en el hecho más vulnerables para los políticos populistas y los gobiernos con mentalidad expansionista.
Incluso las personas que normalmente son hostiles y rechazan el libre mercado ahora, con toda razón, tienen sospechas de que el capitalismo se basa fundamentalmente en la codicia y en acciones inmorales, que permite que los ricos se hacen más ricos a expensas de los pobres, y que los mercados libres sean lugares donde los operadores potentes sean los más despiadados para, injustamente, aplastar a los competidores más pequeños y donde el costo de los productos y servicios vitales, como la atención de la salud y el suministro de energía, se coloque mucho más allá del alcance de quienes los necesitan, y que las materias primas del capitalismo desenfrenado genere corrupción al estilo de Bernie Madoff y de Enron y aliente la aparición de obscenos bonos, y un exceso de pagos injustificados como caídos del cielo. No obstante, el capitalismo también se responsabilizó, con renovado vigor, por tratar de solucionar una serie de males sociales, incluso los asuntos relacionados con la contaminación del aire y los temas ambientales.
Mucho antes de la crisis económica se intensificaron los reclamos contra la "codicia" y el "libre mercado" por parte de los medios de comunicación y los políticos, e incluso muchas personas incluyendo un número asombroso de empresarios no tenían una idea clara de lo que constituye en verdad un "libre” "mercado. Esta es la razón por la que han culpado al capitalismo de los desastres económicos, como el reciente desplome de las hipotecas inmobiliarias y el costo astronómico del seguro de salud, cuando en realidad esos desastres han sido de hecho causados por el gobierno el cual no permitía que funcionaran los mercados.
Vamos a poner las cosas en claro: lejos de haber fracasado, el capitalismo democrático es la historia de mayor éxito en el mundo. Ningún otro sistema económico y político ha mejorado la vida de tantas personas. La reciente turbulencia de ninguna manera oscurece la explosión de prosperidad que ha producido el capitalismo desde la década de 1980, cuando el presidente Ronald Reagan promulgó, a favor de las medidas de mercado, las bajas tasas de impuestos y la regulación menos estricta de este asunto, lo cual desencadenó las inversiones de capital y la creación de empleo, dando como resultado una economía emergente con muchas innovaciones, desde los ordenadores personales y los teléfonos móviles e incluso el nacimiento de Internet. Esto ha favorecido no a "los ricos" sino también a la mayoría de la gente en todos los niveles de ingresos, que hoy tienen un mejor nivel de vida.
El éxito de los EE.UU. no ha pasado desapercibido. Las reformas económicas de libre mercado - en especial desde la caída del Muro de Berlín - han traído un aumento sin precedentes de la riqueza en la India, China, Brasil y las naciones de Europa central y oriental, así como en algunos países de América Latina y el África.
El capitalismo ha ayudado a iniciar una era de riqueza y crecimiento económico que se ha traducido igualmente en programas de ayuda económica al extranjero. Así pues, la recesión actual debe ser visto históricamente como una interrupción de ese proceso y no como un fin de la economía de libre mercado y de la expansión extraordinaria del capitalismo.
¿Qué es lo que se ha perdido con la crisis y la inestabilidad política?, se ha perdido la confianza que es la base del capitalismo.
Las transacciones en los mercados libres se hacen para lograr el mayor beneficio posible, beneficios que deben ser de mutua ventaja. Para citar el ejemplo clásico de Adam Smith, el panadero o el carnicero que vende alimentos a cambio de nuestro dinero, produce una relación que se basa en un interés tanto para el que vende como para el que compra. Sin embargo, para que una transacción se producen con ética, cada parte debe beneficiarse sustancialmente.
¿Cómo ocurre esto? Ese es el milagro del libre mercado - que sólo allí puede suceder . Los mercados libres son espontáneas. Ningún planificador central o ningún burócrata se requiere para determinar las necesidades de los demás - o la forma en que deben cumplirse el proceso. Un ejemplo clásico de cómo la mano invisible moviliza a las personas y los recursos se encuentra en la historia de la fabricación de un lápiz, escrito por Leonard Lee con el título : "Yo, el lápiz", escrito que a menudo ha sido citado por el fallecido Milton Friedman y otros economistas. Este ensayo debe ser una parte del currículo de la lectura general de cada escuela.
El lápiz narra su propia historia de cómo llegó a ser un objeto útil. Comenzó a partir de un árbol - "un cedro de buena fibra que crece en el norte de California y Oregón." El lápiz entonces pasa a describir la multitud de personas y procesos involucrados en su producción – desde el corte de la madera y su transporte, hasta el abastecimiento de la energía eléctrica y la actividad minera para la extracción de grafito, e incluso el uso y procesamiento del aceite de la semilla de colza de las Indias Orientales Neerlandesas, que se utiliza para la elaboración de la goma de borrar del lápiz.
En realidad, en esa historia de la creación de un lápiz millones de seres humanos han tenido que poner su grano de arena en su creación, y a lo mejor ninguno de ellos ni siquiera sabe lo que han hecho hacer los otros personajes e instituciones.
El Lápiz nos cuenta que: “cada uno ha logrado que yo puede estar en las manos de un niño de primer grado. De hecho, hay algunos de esa vasta multitud de contribuyentes, que nunca han visto la elaboración de un lápiz ni tampoco saben cómo fue que llegó a sus manos. La motivación de esos seres es muy diferente a la del lápiz. Tal vez sea algo como esto: cada uno de estos millones de seres ve que ellos pueden intercambiar su pequeña “know-how” de bienes y servicios que se necesita para que el lápiz aparezca.
Hay un hecho aún más sorprendente: la ausencia de un autor intelectual, de alguien que quiera dictar a otros la fuerza de su orientación de estas incontables acciones que me llevan a la propia existencia del lápiz. En realidad, no queda ningún rastro de esas personas, pero en cambio, encontramos la mano invisible en ese arduo trabajo que supone comienza en el bosque y termina en un objeto útil para una escuela o para los escritores.
Así es como la riqueza se produce en la sociedad: un sinnúmero de personas tratan de satisfacer sus propias necesidades para satisfacer las necesidades y deseos de los demás. Ese hecho es la base moral del capitalismo. Es la antítesis de la codicia.
Con la formación de redes de cooperación, los individuos crear empresas que los innovadores producen - y no sólo se producen lápices, sino invenciones que van desde computadoras portátiles hasta lavadoras, autos y muchos bienes y servicios. En el proceso de valerse por sí mismos, la gente que genera el capital y las innovaciones y que genera crecimiento económico, está contribuyendo con la mejora de los niveles de vida y con el avance de la sociedad.
Cuando hay una necesidad, los empresarios - que aparecen a veces de la nada - intervendrán para llenar esas necesidades.
Como uno de los millones de ejemplos, veamos lo que sucedió en la década del año de 1980, después de los recortes de presupuesto que obligó a la Guardia Costera de EE.UU. a reducir algunos de sus servicios.
El Servicio de Guardacostas ya no podía prestar asistencia a los marinos para la navegación recreativa. Casi de inmediato, algunos pequeños empresarios tomaron el relevo. En Southold, NY, el capitán Joseph J. Frohnhoefer Jr. fundó lo que él llamó “Sea Tow International Services Inc”., una organización parecida a la AAA para autos, pero en este caso para los navegantes. Su pequeño negocio creció a partir de un solo buque hasta lograr una red de franquicias prósperas con 108 localizaciones a través de los EE.UU., Australia, Europa y el Caribe.
Antes de Frohnhoefer el gobierno había pensado que era "necesario" garantizar la seguridad de los navegante de recreo. Pero Frohnhoefer llenó esta necesidad mucho mejor que el gobierno. La red Sea Tow fue solicitada para ayudar a la Guardia Costera de EE.UU en la búsqueda de embarcaciones perdidas, accidentes de cabotaje y emergencias graves – como cuando ayudó en la recuperación de las víctimas en el accidente del vuelo 800 de TWA y el 9 / 11. Pero el negocio es más que una versión privada de la Guardia Costera y ahora ofrece una variedad de otros servicios, tales como la financiación del barco y de servicios de seguros.
Incluso los que odian al capitalismo son servidos por esa iniciativa – por ejemplo Michael Moore, que se ha gastado millones de dólares para hacer su película anticapitalista, que llamó: “Capitalism: A Love Story”.
El ex embajador de EE.UU., el teólogo y escritor Michael Novak señaló: "La economía capitalista no se caracteriza, como pensaba Marx, por poseer la propiedad privada de los medios de producción, producir los cambio de los mercados y los beneficios consiguientes. Todos estos elementos estaban presentes en la edad pre-capitalista aristocrática . Por el contrario, el distintivo, o la diferencia de la definición de la economía capitalista es la empresa: el hábito de emplear el ingenio humano para inventar nuevos productos y servicios, y para descubrir nuevas y mejores maneras de llevar esos servicios al público de la manera más amplia posible ".
Habrá, por supuesto, delincuentes y individuos codiciosos en una economía de libre mercado, así como hay en todos los ámbitos de la vida y en todo momento. Ahí es donde el gobierno debe actuar para cuidar el libre mercado y para hacer cumplir los contratos, proteger los derechos de propiedad y mantener el orden, como lo hace en el resto de la sociedad.
Ahora, todo esto parece evidente para muchos de ustedes. Pero no nos equivoquemos, estos fundamentos no son entendidas por muchas personas, e incluso no es entendido por la mayoría de políticos y economistas. Es por eso que hay una profunda creencia errónea de que el propio gobierno puede crear riqueza. El gobierno no puede crear riqueza. Lo que hace en generales apropiarse de la riquezas que producen otros individuos.Los gobiernos pueden redistribuir la riqueza, pero no pueden crearla como lo sabe hacer el sector privado.
La grave crisis crediticia golpeó hace un año a la muy dañada reputación del capitalismo empresarial, a pesar de las acciones del gobierno que provocaron la catástrofe. Wall Street, a pesar de su comportamiento atroz, no causó este problema pues fue la OPEP la que provocó la gran inflación de la década de 1970.
Cada vez que el gobierno imprime demasiado dinero, lo malo y lo feo seguramente va a pasar. Los hechos pueden cambiar, pero el resultado es siempre funesto.
La burbuja de la vivienda nunca podría haber crecido hasta el tamaño que tuvo si la Reserva Federal no hubiese impreso tanto dinero y no hubiese diseñado tipos de interés artificialmente bajos durante tanto tiempo. El combustible no hubiera estado allí para producirlo. Para agravar este delito de Fannie Mae (FNM - news - people) y Freddie Mac (FRE - news - people), así denominados, el gobierno fue un patrocinador de empresas que a finales del 2007 compraron unos $ 1,6 billones en papel de baja calidad. Estas dos empresas alcanzaron entonces un tamaño monstruoso y maligno con su influencia, que pudieron distorsionaro el entorno financiero , porque tenían la garantía implícita del Tío Sam y estaban exentos de los requisitos básicos e informes requeridos por SEC.
Implantar las normas de contabilidad de mercado, que el gobierno impuso en 2007, obligó a los bancos y las compañías de seguros a amortizar el valor de su capital como si fuese un intercambio de operaciones. Anteriormente, el capital se evaluaba a su valor en libros para fines de su regulación; es decir, al precio de los activos que se habían comprado. Así, la mayoría de los cientos de miles de millones de dólares de las pérdidas de estas entidades financieras no fueron reportadas como pérdidas de dinero en efectivo, sino como pérdidas artificiales en libros. No es coincidencia que cuando la contabilidad de mercado fue modificada durante esa primavera, los mercados de valores, dirigidos por las empresas financieras, se dispararon como cohetes desde sus valores mínimos.
La eliminación impuesta por la SEC, en el 2007, que decía que una acción no podía ser reducida de valor a menos que haya subido de precio, así como la falta de aplicación de la norma que prohibía esas ventas ( por lo que un inversor debía pedir prestado de los accionistas antes de que quedarse corto), produjo un aumento de la presión sobre los bancos y las acciones asediada de las compañía de seguros.
Por lo tanto, lo que comenzó en agosto del 2007 no fue el fracaso de los mercados libres, sino el resultado de las acciones de un mal gobierno: La avaricia y la imprudencia siempre corren desenfrenados durante una burbuja. De hecho, los dos mayores desastres económicos del siglo 20 - la Gran Depresión de la década de 1930 y la gran inflación de la década de 1970 - fueron el resultado de los errores catastróficos del gobierno, no un fallo repentino del capitalismo de libre mercado.
La depresión fue provocada por la ley Smoot-Hawley Tariff Act de 1929 al 30, que impuso impuestos sobre cientos de enormes importaciones, y detonó una guerra comercial mundial que impactó al comercio y a los flujos de capitales. El presidente Herbert Hoover profundizó esa recesión económica, con los enormes aumentos de impuestos. Las políticas de Franklin Roosevelt, con aumentos de impuestos aún más elevados también obstaculizó gravemente la recuperación de la economía.
La gran inflación de la década de 1970 fue causada por episodios repetidos de impresión excesiva de dinero por parte de la Reserva Federal y de otros bancos centrales, en la creencia errónea de que el gobierno podría erradicar los altibajos de la actividad económica.
Los apologistas de las acciones gubernamentales enfatizan el punto, por ejemplo, que en el siglo 19 los ferrocarriles de los EE.UU. recibieron enormes subsidios del gobierno federal en forma de donaciones y préstamos federales. ¿Es eso una prueba de que el gobierno es un catalizador necesario para el progreso económico? No, no lo es.
Asistidos por el Gobierno todos los ferrocarriles pasaron por uno o más quiebras. La mano de obra de la construcción era a menudo de mala calidad, y los costos estimados fueron siempre mayores que los ingresos. Algunos historiadores llaman a los creadores de estos ferrocarriles "empresarios políticos", porque no eran los genuinos hombres de negocios. No obstante, verdaderos empresarios, tales como James J. Hill, si promovieron el poderoso Gran Ferrocarril del Norte, el cual nunca tuvo necesidad de solicitar un centavo en subsidios del gobierno y nunca quebró como negocio. El tendido de rieles fue eficiente, y los clientes estaban siempre bien atendidos. La empresa de Hill fue un prodigio de productividad y de innovación. Allí Washington no desempeñó ningún papel.
La tarea del Gobierno debe ser : crear un ambiente estable y acogedor para las actividades económicas - permitiendo a las empresas y a los empresarios asumir sus riesgos para poder invertir y crear empleos. Las políticas del gobierno debe dedicarse a garantizar que las condiciones para lograr esos objetivos estén presentes en la economía:
-El Estado de Derecho. Una economía dinámica requiere que los términos de los contratos
comerciales sean respetadas y ejecutados y que todos, incluidos los políticos y los burócratas del
gobierno, cumplan con esos términos contractuales. Cuando los derechos se violan, las personas y las
empresas deben recurrir ante un tribunal justo y respetuoso de la ley. El imperio de la ley debe
garantizar que los funcionarios no pueden actuar arbitrariamente, como por ejemplo el gobierno
Argentino cuando se apoderó de las pensiones de los ciudadanos. Esa arbitraria, y caprichosa
decisión del gobierno es una razón importante para que la Argentina tuviese un retraso y su
economía perennemente presentara problemas, al ya no ser una de las naciones más ricas del mundo
como lo fue hace 100 años.
- Respeto de los derechos de propiedad. Los derechos de propiedad es una parte crítica del
imperio de la ley. Si usted es dueño de un negocio, de un pedazo de tierra, de una casa o un edificio,
no debe tener miedo de que un envidioso o enojado gobierno algún día se apoderarse de esos bienes
en forma arbitraria. Si una sociedad no tiene derechos de propiedad sólidos, los riesgos para invertir
se elevan. Los empresarios se ven obligados a proteger su propiedad mediante la compra de
influencia apadrinados por el poder político (corruptela), desperdiciando así su tiempo y sus recursos
que de otro modo serían dedicados al crecimiento de esas empresas.
Los derechos de propiedad ayudar a crear prosperidad, ya que permiten a las personas a utilizar lo
que poseen con garantía. Terrenos y edificios no se conviertan sólo en utilidades, sino también los
bienes que originan las fuentes de capital.
Hace varios años, señaló el economista Hernando de Soto que había calculado que 4 millones de personas en el Tercer Mundo y ex países comunistas habían perdido bienes raíces por un valor de $ 9 billones. Pero debido a la propiedades muy débiles sin un sistema de derechos, esa actividad inmobiliaria era, como señaló Soto, "capital muerto". Imagínese cuánta pobreza en el mundo podría reducirse si las personas pudiesen ser capaces de movilizar plenamente esos billones de dólares en activos productivos.
-Una moneda estable. Una moneda fuerte y estable fue la clave para qué los EE.UU. fuese mejor país después de lograr la independencia de Inglaterra lo que no pudieron lograr las naciones de América Latina cuando de independizaron de España y Portugal.
-Un sistema fiscal orientado al crecimiento. Los impuestos son un precio y una carga. Bajas tasas impositivas sobre la renta, producen mayores beneficios y ganancias de capital con menos riesgo y un mayor crecimiento, y se logra así una economía más rica con un mayor nivel de vida junto con los mayores ingresos del gobierno.
-La facilidad para iniciar un negocio.Aquí en los EE.UU., damos por sentado que iniciar un negocio legalmente es bastante fácil de hacer, pero en muchos otros países el proceso es lento y costoso, pues se requieren múltiples licencias y muchos procedimientos donde participan múltiples agencias gubernamentales.
Hace varios años, el nuevo Primer Ministro de Bulgaria, Simeon Saxe-Coburg-Gotha, se sorprendió al descubrir que un empresario en su país tenía que obtener 17 permisos gubernamentales para iniciar un negocio. Uno de sus objetivos fue entonces estimular la formación de nuevas empresas más fácilmente a través de una "ventanilla única" para los permisos necesarios. Así Bulgaria simplificaba el proceso de iniciar un negocio y de esa forma ayudó a ampliar su economía de una manera eficiente.
Hace varios años, el nuevo Primer Ministro de Bulgaria, Simeon Saxe-Coburg-Gotha, se sorprendió al descubrir que un empresario en su país tenía que obtener 17 permisos gubernamentales para iniciar un negocio. Uno de sus objetivos fue entonces estimular la formación de nuevas empresas más fácilmente a través de una "ventanilla única" para los permisos necesarios. Así Bulgaria simplificaba el proceso de iniciar un negocio y de esa forma ayudó a ampliar su economía de una manera eficiente.
- Pocas barreras para hacer negocios. Los políticos pueden implantar aranceles proteccionistas, cuotas reglamentadas de "seguridad" para "ayudar a la economía", pero estos son más bien actos de favoritismo político, premiando a uno u otro por un interés especial. Eso eleva el costo de la actividad económica y permite que surjan problemas. Durante décadas, Japón fue conocido por prohibir las importaciones de carne vacuna de EE.UU., aparentemente por motivos de seguridad, pero todo el mundo sabía que era por fines políticos.
También hay obstáculos en las economías nacionales. Los EE.UU. no es un espacio de virtudes en lo que respecta a los procedimientos de conceder licencias para proteger a las empresas, pues muchas veces existen conexiones políticas.
Así la libre empresa se encuentra temporalmente en una problemas. Lo que estamos presenciando ahora es una administración que está haciendo todo lo posible para aumentar el dominio del gobierno en la economía. Este es el último reducto del estatismo del siglo 20, la idea de que las economías de libre mercado son inherentemente inestables y por lo tanto deben ser guiados o incluso dominado desde las alturas del poder de un gobierno estatizado.
Así la libre empresa se encuentra temporalmente en una problemas. Lo que estamos presenciando ahora es una administración que está haciendo todo lo posible para aumentar el dominio del gobierno en la economía. Este es el último reducto del estatismo del siglo 20, la idea de que las economías de libre mercado son inherentemente inestables y por lo tanto deben ser guiados o incluso dominado desde las alturas del poder de un gobierno estatizado.
La idea de que un puñado de mandarines como burócratas constructivos puedan guiar la economía, puedan administrar nuestro sistema de salud, y proporcionar las pensiones de vejez sin tener las reservas acumuladas que puedan surgir durante una vida laboral, o bien afinar nuestro sistema financiero, así como repartir los préstamos estudiantiles, e involucrarse en decenas de miles de otras innumerables actividades, es un absurdo. ( El absurdo final de la Reserva Federal es cuando está proponiendo que unos 5.000 bancos y otras empresas financieras sean reguladas en cuanto a la forma de compensar a sus empleados y ejecutivos, a fin de evitar una "excesiva toma de riesgos." Esto va más allá de la parodia.)
La experiencia demuestra que en la gestión de supervisar la mayoría de las cosas, el gobierno es incompetente y sofocante. Esto también va en contra de la ética liberadora de la creciente World Wide Web.
Las acciones de Washington están generando una reacción política grave. Los estatistas ha exagerado sus funciones. El último triunfo de los principios del capitalismo de libre mercado, sin embargo, no va a surgir debido a los graves costos innecesarios.
Los estadistas en Washington y otros lugares están haciendo - y seguirá haciendo - inmenso daño con sus decisiones inconsultas.
Vimos su impacto económico en la década de 1970 y principios de 1980, durante el cual el desempleo en los EE.UU. alcanzó el 11% y las tasas impositivas de corto plazo llegaron al 21% ante que el presidente Reagan rompiera la fiebre inflacionista. Su política de estabilidad monetaria, y de la baja de las tasas impositivas y su política exterior y militar pudo recuperar rápidamente la fuerza de un PIB más elevado.
La Casa Blanca ahora sigue desastrosas decisiones durante la administración Bush con su política de un dólar débil. El Presidente de la Reserva Federal está tan ciego sobre esto como también lo está el jefe del Tesoro, Timothy Geithner, y el zar económico de la Casa Blanca, Larry Summers. Incluso Bill Clinton sabía que, por razones políticas, un dólar débil es un veneno político.
Sin embargo, las lecciones de los años de Jimmy Carter se han perdido en esta multitud de erradas decisiones.
En cuanto al comercio, Barack Obama está en camino de convertirse en quizás el peor de los ocupantes de la Casa Blanca desde Herbert Hoover. La magnitud de las transgresiones de Obama con los negocios con México y China son inadecuados.
Existe entonces una señal lanzada al mundo de que los EE.UU. está abandonando su tradición de 60 años de liderazgo en el campo del libre comercio. El resultado será letal.
Los estadounidenses están sintiendo que algo está profundamente mal con todo esto, en particular con respecto a la debilidad del dólar. Usted no tiene que comprender los elementos básicos del capitalismo empresarial para así entender las decisiones de lo que una Administración puede aportar para bien o para mal.
Este y otros temas sobre el capitalismo se tratan en un libro de próxima publicación, que nos contará cómo el capitalismo nos puede salvar: ¿Por qué un pueblo Libre y con mercados libres es la mejor respuesta para la economía actual, se argumenta en la obra de por Steve Forbes y Elizabeth Ames.