LA SIGUIENTE PRUEBA
Alberto Schlesinger Vélez
(conocido analista y político colombiano)
Después del desconcertante resultado de las elecciones ecuatorianas donde todos los pronósticos quedaron hechos añicos, Rafael Correa ganaría por un margen que ni el mismo soñó. Seguro de su amplia victoria, el tono de las declaraciones volvió a ser el del inicio de la campaña. Atrás quedaron los coqueteos con los Estados Unidos, con los empresarios y el bajo perfil con relación a Chávez.
Ahora hay que "refundar" al país mediante una nueva constitución. Vieja fórmula de la izquierda para sojuzgar las
instituciones. Salir del Grupo Andino para ingresar al MERCOSUR. Preferir a Chávez frente a los Estados Unidos.
Renegociar los contratos petroleros, etc. La vieja cartilla completa. Lo que hay que recordar es que la economía ecuatoriana no es la venezolana y además que es un país dolarizado, lo que a pesar de no gustarle, el mismo Correa ha reconocido como algo que no se pueda cambiar pronto.
Para Colombia es otro vecino hostil en una frontera muy compleja y peligrosa en términos de guerrilla y narcotráfico, situación que se agravaría si se desmonta la base americana en Manta.
A ello se suma lo que está sucediendo en México, Nicaragua, Bolivia, etc, lo cual hace que las elecciones en Venezuela sean verdaderamente críticas. Para nosotros en particular, con tres países fronterizos abiertamente opuestos. Además de que el régimen de Chávez es el eje y soporte de la izquierdización populista de la región.
Como bien lo ha dicho el candidato de la oposición, Manuel Rosales, las verdaderas encuestas son la gente en la calle. Y es indudable que a nivel nacional Chávez perdió la calle frente a Manuel. Como ejemplo tomemos lo sucedido este fin de semana en la finalización de las dos campañas en Caracas.
Ante la negativa del Régimen para autorizar los sobrevuelos durante la marcha de la oposición y así eliminar las tomas
aéreas, ingeniosamente acudieron a pequeños aeromodelos a control remoto con cámaras y afortunadamente a Google, de donde se pudo comparar la verdadera dimensión de ambos eventos. Los expertos calculan que en el cierre de la oposición estuvieron alrededor de 980.000 personas. Prácticamente todas de la capital, las cuales llegaron por sus propios
medios. La del oficialismo, contó con cerca de 250.000 manifestantes y con 2.150 buses que trajeron de lugares distantes a la mitad de los participantes. Proporciones similares se vienen presentando en todo el país.
Sobre la mayoría creciente de apoyo a Manuel Rosales no hay duda. La matriz de la opinión internacional desinformada o resignada, de que Chávez es invencible, después de nueve elecciones ganadas por un régimen que controla a la autoridad electoral y a todos los poderes, además de a chequera publica, es desafortunadamente amplia. Esto favorece a
Chávez frente a la disputa que con toda seguridad se dará con relación a los resultados.
Si la gente sale a votar, como parecería a pesar de la amenazas de todo tipo. Si se controla el fraude, lo cual es bien
difícil. Si Chávez y los beneficiarios del régimen hacen una entrega del poder pacíficamente, lo cual es más difícil aún. Y ante todo, si las fuerzas militares actúan decididamente respaldando los resultados reales. Es muy posible que Rosales llegue a la presidencia. Si no, lo que viene va a ser muy duro para nosotros, especialmente frente a un clima político que muy prematuramente se viene deteriorando, situación interna donde Chávez se jugará a fondo, como antesala a nuestras
elecciones presidenciales.