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Por Silvia Pisani
Corresponsal en Estados Unidos
Corresponsal en Estados Unidos
WASHINGTON.- ¿Qué lecciones habrá tomado Barack Obama del mensaje electoral de esta madrugada? La pregunta desvela en el amanecer de Washington, tras la dura derrota demócrata en las elecciones de medio mandato.
Obama comparecerá dentro de poco, a las 14 de la Argentina, para tomar nota de la nueva realidad. Lo hará con una conferencia de prensa en la Casa Blanca. "Leerá los resultados con atención y escuchará los mensajes que la gente está enviando", dijo David Axelrod, uno de los principales consejeros del presidente.
A la hora de buscar el motor del enojo, las primeras evaluaciones en esta capital apuntan no sólo a la mala economía que castiga a los norteamericanos sino también a cierta arrogancia en el estilo de los demócratas. "No podía ver a Obama sonriendo todos los días en televisión cuando el sueldo de la gente no llega a fin de mes o cuando no hay trabajo", son comentarios que hoy se escuchan en esta ciudad.
Los republicanos en tanto, se suben a la ola de su triunfo, y ya piden cambios, sobre todo, en el rumbo económico, confirmando los presagios de una difícil segunda etapa para el líder demócrata. "Esperamos que el presidente Obama ahora respete la voluntad del pueblo, cambie su curso, y se comprometa a hacer los cambios que se piden´´, dijo el representante de Ohio, John Boehner, futuro presidente de la Cámara, tras la escalada electoral de su partido.
Hoy será un día en que los líderes de cada partido tomarán nota de la nueva realidad política. Los republicanos también dirán lo suyo, poco antes de que hable Obama.
Hasta ahora, fueron los republicanos del Tea Party los que hablaron con más vehemencia en las horas que siguieron a la ola electoral. Rand Paul en Kentucky, aseguró que esto era sólo el comienzo para la recuperación del gobierno.
Marco Rubio, en Florida, dijo otro tanto y hasta desafió a los republicanos a "ser lo que dijeron que iban a ser", en una advertencia a la fuerza sobre la que se recostó para llegar al poder.
La toma republicana de la Cámara baja podría llevar a una nueva era de división en el gobierno, luego de dos años en los que Obama y los demócratas impulsaron proyectos para estimular la economía, una reforma de salud y legislación para restringir las operaciones de Wall Street, luego de que la economía casi colapsar en el 2008.
