La fórmula Arria y la sociedad civil en la ONU

Milos Alcalay

Viernes, 23 de septiembre de 2005

Diplomático Diego Arria

Hasta 1992, momento en que Venezuela ejercía la Presidencia del Consejo de Seguridad, sus miembros solo podían recibir en esa instancia “exclusiva y excluyente” a los países miembros del Consejo o a altos funcionarios de la ONU.

Por

Milos Alcalay

El Embajador Arria solucionó una difícil situación, al proponerle a los miembros del Consejo de Seguridad escuchar el Informe de un sacerdote bosnio en el “Delegates Lounge” en torno a un café. El invitado ni era representante de Estado, ni era miembro del Consejo de Seguridad, ni representaba a la ONU. Pero el hecho de ser recibido y escuchado por todos los miembros, permitió iniciar un mecanismo de enorme utilidad, que desde ese momento fue profundizándose bajo la denominación de “formula Arria.

Esta propuesta transformó radicalmente la dinámica del Consejo, dándole una elasticidad y democratización efectiva. Cuando el Consejo de Seguridad trata un tema crucial, gracias a esta apertura, también los Representantes Permanentes pueden hacerse presentes en el Consejo y pueden expresar la posición de sus Gobiernos en los temas más importantes, dando paso a una efectiva democratización.

Otra iniciativa consagrada hace varios lustros por otro venezolano insigne, Manuel Pérez Guerrero con su exitosa propuesta de Cooperación Sur Sur, permitió que hoy el Fondo Fiduciario Pérez Guerrero constituya una referencia vigente aplaudida por los 134 países que forman parte del G-77, y al mismo tiempo reconocida por los países industrializados.

Los aportes sólidos de estos diplomáticos venezolanos, que son reconocidos de manera permanente por los países del mundo, no parece tenerlos presente el Presidente Chávez quien en su reciente intervención en la ONU exige una mayor democratización del Consejo de Seguridad, o insiste en crear condiciones de cooperación Sur Sur “reinventando la pólvora”, en vez de respaldar el aporte de sus compatriotas venezolanos, quiénes han logrado que sus propuestas sean parte integrante de la dinámica futurista de la ONU que se perfila hacia el futuro y que actúa en el presente.

No hay semana en que se deje de aplicar la formula Arria”.

. La aceptación universal ya le permite adquirir sus compromisos con base en presentaciones de expertos, de opositores, de personalidades destacadas, cuyas intervenciones ya no es necesario hacerlas en el “Delegates Lounge”, ni en la Sala 7, sino en la misma sede del Consejo.

El más reciente triunfo de la Formula Arria consiste en abrirle un nuevo y destacado “papel” a la Sociedad Civil en la prevención de los conflictos y el arreglo pacífico de las controversias” tal como acordó el Consejo de Seguridad en la reunión realizada esta semana.

Esperemos que no sea necesario que representantes de la sociedad civil venezolana tengan que utilizar la formula de nuestro compatriota para prevenir el conflicto y la polarización que se radicaliza cada vez más en nuestro país.