Entrevista virtual al General Simón Bolívar Miguel Hurtado Leña (*)
(*) Historiador-Profesor universitario
Como un ejercicio de especulación histórica, me imaginé que fui al Panteón Nacional y en la penumbra, la soledad y el silencio me concentré en poder lograr una comunicación mental con el espíritu de Bolívar, para hacerle una entrevista. Este es el resultado de la conversación.
MH: General Bolívar, ¿ Cómo se explica usted, que a 176 años de su muerte, el polémico presidente actual de Venezuela, que se autocalifica "bolivariano", alegue que, adelanta una "revolución" en la que todo lo que él hace y dice, se inspira en su pensamiento, y que él es el continuador de la obra que usted dejó inconclusa?
SB: "Si algunas personas interpretan mi modo de pensar y en él apoyan sus errores, me es bien sensible, pero inevitable: con mi nombre se pretende hacer en Colombia [en este caso, Venezuela] el bien y el mal, y muchos lo invocan como el texto de sus disparates".
MHL: Pero parece que el Presidente ha tenido éxito en su discurso, porque en las recientes elecciones del 3 de diciembre, los sedicentes "bolivarianos" ganaron con un gran apoyo en las masas populares ...¿Qué opina usted al respecto?
SB: "Las elecciones populares hechas por los rústicos del campo, y por los intrigantes moradores de las ciudades, añaden un obstáculo más a la práctica de la [democracia], entre nosotros: porque los unos son tan ignorantes que hacen sus votaciones maquinalmente, y los otros tan ambiciosos que todo lo convierten en facción; por lo que jamás se vio en Venezuela una votación libre y acertada..."
MHL: Efectivamente ese ha sido un mal ya tradicional, en nuestra historia electoral, pero: ¿cómo explicaría usted que este gobierno después de ocho años de evidentes fracasos, en una Venezuela cada día más empobrecida y llena de problemas en el orden social..., haya logrado ser reelecto con tanto apoyo popular para seis años más ?
SB: Los líderes populistas recogen sus frutos en los terrenos especialmente abonados para que germine la demagogia y lo que yo llamé la "pardocracia". A mi modo de ver, eso se explica por lo que dije en Angostura en 1819: "Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción: la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y
de la experiencia de hombres ajenos a todo conocimiento, económico y civil: adoptan como realidades lo que son simples ilusiones, toman la licencia por la Libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia. Semejante a un robusto ciego, que, instigado por el sentimiento de sus fuerzas, marcha con la seguridad del hombre más perspicaz, y dando en todos los escollos, no puede rectificar sus pasos. Un pueblo pervertido si alcanza su libertad muy pronto vuelve a
perderla; porque en vano se esforzarán en mostrarle que la felicidad consiste en la práctica de la virtud; que el imperio de las Leyes es más poderoso que el de los tiranos, porque son más inflexibles, y todo debe someterse a su benéfico rigor: que las buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de las leyes: que el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad".
En ese mismo discurso, en las condiciones de entonces, yo dije que en Venezuela: "Moral y Luces son nuestras primeras necesidades...". Pero, por lo que usted me ha dicho, creo que, después de 187 años, esas siguen siendo las "primeras necesidades" para que madure la democracia de Venezuela; lo cual indica que es muy poco lo que ustedes han logrado
al respecto... ¡Es una lástima!...
MHL: En relación a eso le informo, general Bolívar, que en la Venezuela actual se tiene como un "dogma" que la mayor conquista democrática que se ha logrado en la República libre y soberana que usted nos legó, es el establecimiento, desde 1947, del "voto universal, directo y secreto" para designar al Presidente de la Republica, los Gobernadores de los Estados y los cuerpos deliberantes. Aquí, hoy, son aptos para votar todos los venezolanos (de nacimiento o naturalizados, hombres y mujeres) con la única condición de haber cumplido 18 años. ¿Está usted de acuerdo con esa amplitud al derecho a sufragar de todos los ciudadanos, sin la exigencia de ninguna otra o condición o capacidad en los electores?
SB: ¡Definitivamente no!... Mi exacto pensamiento en materia electoral está expuesto en la Constitución que redacté para Bolivia en 1826. Allí creé un "Poder Electoral", que era inédito en América, pues considero que "la soberanía del pueblo", en la cual creo, se ejerce mediante el sufragio, pero este derecho no puede concederse indiscriminadamente a todo el mundo. Por eso establecí que en Bolivia, para ser "ciudadano activo", es decir, para tener el derecho a votar en las eleccionesnacionales, se requería: "ser boliviano, mayor de veintiún años o casado, saber leer y escribir, tener algún empleo o industria, o profesar alguna ciencia o arte que le proporcionase un alimento honesto y no estar sujeto a otro en calidad de sirviente doméstico".
Estoy convencido de que "el que no sabe escribir, ni paga contribución, ni tiene un oficio conocido, no es ciudadano"... "...Yo creo que para tener derecho como elector a decidir el destino de un país "se necesita saber y honradez, no dinero"... "El ejercicio de la democracia requiere talentos, virtudes políticas e ilustración moral en los ciudadanos" ; por eso en la Constitución Boliviana se eliminó el "sistema censitario", pero se excluían del censo de electores (eso que ustedes ahora llaman REP en Venezuela): "los dementes, los analfabetos, los desempleados, los deudores fraudulentos, los prevaricadores, los convictos de corrupción, los procesados criminalmente, los que no pagaban sus impuestos, los mendigos, los ebrios y jugadores notorios y los que hubiesen comprado o vendido votos en las elecciones o turbado el orden en ellas". Si todos esos malos ciudadanos pueden votar hoy en Venezuela, eso es, para mí, una verdadera subversión del auténtico orden republicano democrático, una aberración.
MHL: Ya veo general, que usted no es partidario del "voto universal" y se me ocurre pensar que, si alguien pretendiese hoy proponer una reforma del actual sistema electoral venezolano, para que las próximas elecciones fueran realmente "bolivarianas", es decir, que se adaptasen a su claro criterio en la materia, lo tratarían de loco, reaccionario, oligarca, etc... Pero no es a mí a quien le toca opinar en esta entrevista sino a usted, por eso le ruego me permita hacerle otras preguntas: Dada su larga experiencia como gobernante, ahora que el presidente Chávez ha sido reelecto para un nuevo período de seis años, ¿Tendría usted algo que recomendarle, o algún consejo que darle, para el buen desempeño en su función de Presidente de Venezuela?
SB: Su pregunta, profesor, aunque parece simple, es difícil de responder, y temo que estoy en la imposibilidad de satisfacer su inquietud. Yo viví y actué en un tiempo y en mundo separado por 200 años del mundo y de los tiempos que a ustedes les está tocando vivir.
Aunque a mí me han endosado la fama de "profeta" jamás pretendí prever ni dar soluciones para los problemas del futuro. Si alguna vez me atreví a lucubrar "lo que podía pasar" en América fue sólo como "conjeturas más o menos aproximadas sobre todo lo relativo a la suerte futura y a los verdaderos proyectos americanos" y como "ingenuas expresiones de mis
pensamientos". Ya yo estoy muerto y no voy a resucitar, de manera que, así, lo que pensé, dije e hice ya no puedo alterarlo, fueron las reacciones de mi "Yo" ante las circunstancias que viví... ya nada tengo que hacer en el mundo y en los tiempos de ustedes.
Me complace mucho haber pasado a la historia, haber trascendido en el tiempo como "un grande hombre", pero eso es sólo un recuerdo en la memoria colectiva de mis compatriotas; el hecho real es que ya "no soy" sino que "fui", y ni yo no nadie podemos pretender permanecer vigentes en la plenitud de los tiempos.Yo estoy disfrutando de paz de los sepulcros, estoy en una especie de nirvana en el que mi estado de ánimo es ya inalterable por lo que pueda pasar en el mundo de los vivos, no puedo cambiar lo que dije ni puedo decir nada nuevo de lo que ya dije, no puedo hacer nada en su mundo. Yo no intenté hablar para siempre, por lo tanto mi vida y mi pensamiento sólo se pueden explicar y sopesar históricamente, es decir, dentro del marco temporal en que viví y frente a los hechos que entonces pasaron. De manera que pretender trasladarme al
siglo XXI para darle consejos al Presidente actual sería un disparate, como también lo es que él pretenda tomar mi ser, mi pensar y mi hacer para justificar, en mi nombre, su acción política, que es personal suya: el bien o el mal que él haga son de su exclusiva responsabilidad, no mía.
MHL: Lo entiendo perfectamente, Su Excelencia, y veo que usted tiene muy claro el concepto de la historicidad de los hombres y su quehacer en el tiempo; no obstante, en las ideas expresadas por usted en sus escritos, hay muchas reflexiones en las que pueden encontrarse convicciones personales de carácter ético, algunas directrices, reflexiones, sentencias u orientaciones que, con las actualizaciones del caso, son aún pertinentes para sustentar vivencias, buscar soluciones de problemas, fortalecer la moral republicana y satisfacer necesidades de nuestro propio tiempo, por eso insisto: ¿Cuáles de esas convicciones suyas, fruto de su experiencia podrían servirle al presidente Chávez, aunque sea como simples consejos de buena fe?
SB. Ahí están mis escritos que, como dije una vez, "son mi alma pintada en el papel". Que cada cual tome de ellos lo que le tenga a bien, eso sí, sin deformar mi pensamiento. Pero ya que usted insiste, le recordaría al Presidente algunos principios esenciales que yo tuve siempre presentes cuando fui gobernante, porque son cuestiones de simple lógica; si él quiere adoptarlos "para seguir mis pasos" es decisión suya. Le cito algunos que le podrían ser útiles:
"El que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que producen los errores". "Para qué quiere el gobierno si no escucha" . "El modo de hacerse popular y gobernar bien es emplear hombres honrados aunque sean enemigos". "La mejor política es la honradez". "El buen gobernante no puede ser sectario ni despreciar los talentos de los que no piensan como él, y debe castigar severamente la corrupción porque la Hacienda Nacional no es de quién gobierna. El depositario de los intereses del pueblo debe demostrarle a éste el uso que ha hecho de ellos" y "para el gobierno nada le será más útil que corregir los vicios de la administración", porque "no hay esperanza de justicia donde no se encuentra ni equidad ni talento para manejar los grandes negocios, y negocios de que depende la vida del Estado". "Nada es mejor que la exactitud de las promesas del gobierno" y "nada es peor en política que dejar de cumplir lo que se ha ofrecido". "Esta debilidad causa el desprecio y hace inútiles las medidas posteriores".El Presidente ha citado en sus discursos mi reflexión de Angostura, pero : "La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los Gobiernos Democráticos". "Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo Ciudadano en el Poder. El Pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo: de donde se origina la usurpación y la tiranía". Entonces ¿Por qué no actúa en consecuencia? ¿Por qué está aspirando ahora a la "reelección indefinida"... ¿Por qué, entonces?.
MHL: Perdone que lo interrumpa, general Bolívar, pero en este punto me interesa ?como historiador? hacerle una observación: Es verdad que usted dijo eso, con gran convicción, en Angostura, pero siete años después, en la cumbre de su gloria, en la Constitución Boliviana usted propuso un Presidente vitalicio con derecho a designar su sucesor ¿No hay ahí una contradicción respecto a lo dicho en Angostura?
SB: Aparentemente sí, profesor, pero en sana lógica no la hay; aparte de que mis palabras de Angostura estaban referidas a la Jefatura Suprema que yo ejercía en 1819, el sistema constitucional que propuse contemplaba un "poder ejecutivo muy fuerte", el Presidente tenía muchas atribuciones, era el jefe del Gobierno y del Estado, por eso limité su duración a cuatro años."En cambio para la Constitución Boliviana me inspiré directamente en el sistema inglés en el cual el Rey es el Jefe del Estado, pero no del Gobierno; el monarca inglés "reina" pero no "gobierna"; quien gobierna en Inglaterra es el Primer Ministro (cargo temporal y electivo), y está estrechamente controlado por el Parlamento y por un Poder Judicial absolutamente independiente y celoso del cumplimiento de las leyes. Igualmente el Presidente vitalicio de Bolivia no tenía, prácticamente, atribuciones gubernativas, su función era, simplemente, ser la piedra angular para asegurar la unidad y, sobre todo, la estabilidad del sistema"
Yo dije en aquella ocasión: "al Presidente vitalicio de Bolivia se le ha cortado la cabeza para que nadie tema sus intenciones y se le han atado las manos para que a nadie dañe". En Bolivia el verdadero Jefe del Gobierno era el Vicepresidente, que estaba severamente controlado por el resto de los Poderes Públicos y podía ser destituido si abusaba en sus funciones". Muy distinto sería el caso si el presidente Chávez, que en la práctica se ha arrogado todos los Poderes del Estado" Él dijo en su campaña electoral que "él era, en Venezuela, el único hombre capacitado para gobernar el país". Con esa convicción personal, si él lograra hacerse reelegir indefinidamente, se convertiría en un "tirano constitucional" lo cual es un contrasentido.Yo les dije a los venezolanos en 1814, cuando me invistieron, por la necesidad del momento, con la autoridad de Jefe Supremo: "No usurparé una autoridad que no me toca; yo os declaro pueblos ¡que ninguno puede poseer vuestra soberanía, sino violenta e ilegítimamente! Huid del país donde uno solo ejerza todos los poderes: es un país de esclavos". Sigo pensando lo mismo
MHL: Muy clara su explicación, Su Excelencia, pero yo lo había interrumpido cuando estaba recordando algunos pensamientos suyos que podrían servirle de consejos al Presidente Chávez ¿Tiene usted algo que agregar al respecto?
SB: Una sola idea más. Finamente, le recordaría al Presidente que "...En moral como en política hay reglas que no se deben traspasar, pues su violación suele costar caro"..."Creo que con esto es suficiente": que el Presidente tome o deje mis reflexiones según sean sus propias convicciones y, aunque él dice que gobierna en mi nombre, ya le he dicho, y le repito, que su acción política es de su exclusiva responsabilidad, no mía: ¡que se desprenda de mi causa!
MHL: En el actual gobierno del Presidente Chávez, aparte de la buena cantidad de militares activos y retirados que ocupan altos cargos, todo parece funcionar según el espíritu militar, bajo la simple relación de "mando y obediencia": cumplir las órdenes del máximo superior jerárquico en la cadena de mandos, sin analizar y sin derecho a disentir. La atribución que más se complace en destacar es la de ser el "Comandante en Jefe de la Fuerza Armada"; él no consulta a sus
Ministros ni a los otros Poderes del Estado? simplemente, "les ordena" y ellos cumplen sumisamente esas "ordenes superiores" .¿Qué consideraciones le merecería a usted esa mentalidad militarista, del Presidente?
SB: Si realmente es así, entonces el Presidente es un autócrata, un déspota y confunde a la república con un cuartel; él no ha tomado conciencia de que la función de gobernar un país es eminentemente civil y que el Jefe del Estado debe gobernar para todos (partidarios y adversarios) con moderación, tolerancia, amplitud, justicia y equidad.En cuanto a la ingerencia de los militares en el tren de gobierno le diré que "los militares instruidos y buenos son muy pocos y muy preciosos" y que ellos deben quedar, en lo posible, al margen de la burocracia del Estado y de la deliberación política, porque "el soldado no debe deliberar, y ¡desgraciado del pueblo cuando el hombre armado delibera!". "El sistema militar es el de la fuerza, y la fuerza no es gobierno.". "Es insoportable el espíritu militar en el gobierno civil."... El pueblo se preguntará: "¿Mandarán siempre los militares con su espada? ¿No se quejarán los civiles del despotismo de los militares", en fin, un buen gobernante no puede pretender hacer de la fuerza armada un instrumento a su servicio personal ni estar obsesionado por "la manía miserable de querer mandar a todo trance."
MHL: Después de su triunfo electoral el Presidente ha dicho que ahora va a profundizar la "revolución bolivariana" que él adelanta en su nombre, la cual califica como "pacífica pero armada": ¿alguna consideración suya al respecto?
SB:Decir que una revolución es "pacífica pero armada" es una contradicción insalvable. Si el gobierno se arma es para hacer la guerra, y la guerra es el antónimo de la paz. Para mí es falso aquel aforismo romano que decía: "si quieres la paz prepara la guerra": ¡No! .Si quieres la paz, deja las armas y busca la paz, mediante el diálogo, la tolerancia y la diplomacia. Ninguna de las revoluciones políticas que se han dado en la historia ha sido "pacífica. Todas derramaron ríos de sangre". Por otra parte, No hay concepto más deformado en la historia de Venezuela que el término revolución. Las auténticas revoluciones que se han dado en la historia universal pueden contarse con los dedos de una mano. En la historia de Venezuela la única verdadera revolución que se ha dado es la "revolución de independencia" , que por cierto, yo no presidí en sus comienzos, porque esa revolución tenía proyecciones de cambios drásticos, para mejorar, en todos los componentes del orden social. Lamentablemente quedó trunca porque me ruborizo al decirlo: "la independencia fue el único bien que adquirimos a costa de los demás", tuvimos que pagar un alto precio por la decisión de los americanos a ser libres. Yo lo vi claramente desde el comienzo cuando dije a los venezolanos en 1814: "Terribles días estamos atravesando: la sangre corre a torrentes: han desaparecido los tres siglos de cultura, de ilustración y de industria: por todas partes aparecen ruinas de la naturaleza o de la guerra. Parece que todos los males se han desencadenado sobre nuestros desgraciados pueblos". Después lo que sobrevino fue la anarquía, que se tradujo en un sin fin de guerras civiles que desangraron y empobrecieron a Venezuela aún más de cómo ésta quedó después de la terrible guerra de independencia; y la República que creamos los libertadores (no yo solo) no pudo estabilizarse. La vida política de Venezuela fue un perpetuo vaivén entre la anarquía y el despotismo. A esas lamentables guerras civiles las llamaron "revoluciones", algunas con pomposos nombre, comos: "De las Reformas", "la Fusión", " la Santa causa de la Federación", " La Legalista", La
Restauradora", "La Libertadora" y ¡Vaya ironía!... Eran vulgares "golpes de estado", pero a los que triunfaron les dieron el pomposo y atractivo nombre de "revolución", los que fracasaron quedaron execrados.
Estoy convencido que en los Estados constitucionales toda revolución armada nace de una "conspiración" contra el gobierno legítimo y el orden legal establecido, lo cual es un grave delito. Si el gobierno es malo hay que cambiarlo de acuerdo a la Constitución y a las leyes que no pueden estarse cambiando a cada rato y a la ligera pues "sin estabilidad no hay república" Por eso le dije a Santander ante las conspiraciones que atentaban contra mi gobierno y contra la Constitución de Colombia, que tenía solo un año de haberse promulgado: "Eso es lo que quieren los bochincheros; gobiernitos y más gobiernitos para hacer revoluciones y más revoluciones. Yo no, no quiero gobiernitos: estoy dispuesto a morir entre las ruinas de Colombia, peleando por su ley fundamental y por la unidad absoluta"; además, al final de mis días quedé convencido de que "el que sirve a una revolución ara en el mar? pues ?la revolución es un elemento que
no se puede dominar, es más indócil que el viento".
MHL: Una última pregunta, Su Excelencia, para no molestarlo más: ¿Qué mensaje le daría Ud al pueblo Venezolano en la actualidad?
SB:Ya le he dicho, profesor, y le repito, porque quiero que esto quede claramente asentado, que desde donde estoy no puedo decir nada nuevo a lo que ya dije, mis palabras quedaron para la historia y no puedo sustituirlas con otro discurso nuevo. Aquí, en el averno, me informo de lo que pasa en mi patria pero sin que se altere mi espíritu pues ya estoy más allá del bien y del mal. Muchos de los que han leído mis escritos y estudiado mi historia me han interpretado muy mal, lo cual lamento, pero otros han hecho interpretaciones correctas de mi pensamiento y de mis sentimientos en ciertos momentos de mi vida. Una de estas interpretaciones puede ser la del joven y talentoso escritor José Tomás Angola, el su obra teatral :
El pasajero de la fragata. Hago mías sus palabras y espero que el autor acepte servirme como" médium" para hacerles llegar a los venezolanos, directamente, la expresión de mis sentimientos.
"Mi espada está tan distante en el tiempo, mis tropas tan escondidas en la historia, mi caballo tan empotrado a una loza de bronce, que ya no puedo levantarme contra la iniquidad y el desasosiego, la corrupción y la traición... y si todo lo pudiere, de todas maneras no habría cuerpo para volver a cabalgar... no... "Ésta ya no es mi guerra. En este trance final sólo les pido que me dejen en paz... Soy un muerto que merece descansar... bájense de mis hombros y aprendan a andar por ustedes mismos; algún día los niños deben volverse hombres, salgan a ganar sus propias batallas, a libertar sus propios continentes, monten y marchen tras su propia revolución; bájense de mis hombros adoloridos que ya no aguantan más porque de lo contrario alguien los hará caminar pero esta vez con cadenas al cuello.
Lo que tanto amé no existe... es ahora el tiempo para que ustedes, solos, sueñen la patria que quieren y la hagan realidad, tal vez entonces decida regresar a ustedes, tal vez entonces vuelva de mi tumba ignominiosa a la que me han relegado quienes me vencieron, tal vez entonces vuelva y disfrute de la nación que ustedes mismos me negaron... tal vez entonces pueda estar de nuevo entre ustedes como lo que siempre fui... un pequeño americano...Al Sr. Chávez y a todos los venezolanos les ruego: ¡Que me dejen descansar en paz!
(
Nota: todas las frases o pensamientos de Bolívar que he citado entre comillas están fielmente extraídas de sus escritos. Se alargaría mucho este artículo con una lista pormenorizada de referencias a los escritos de Bolívar que las contienen. Quedan en mi archivo)