Esta ha sido una semana de noticias paradójicas, que rayan en lo estrambótico y que nos recuerdan aquel personaje de las historietas, de las comiquitas, el Superman Bizarro, aquel que vivía en un mundo en donde todo era al revés. Ni más ni menos así es el país. Cuando creíamos que ya lo habíamos visto todo en materia de rarezas y cinismo, se nos aparecen ahora dos fenómenos del absurdo, como el ex vicepresidente, de vuelta a la TV, que hasta ayer estaba implicado hasta los tuétanos con el fracaso del actual Gobierno y su rosario de muertos semanales, y que ahora nos dice que este Gobierno está en mora con la seguridad. Pero el caso digno de Ripley es el de los empresarios socialistas, que ni empresarios, ni socialistas. Uno de ellos, que ha medrado en todos los Gobiernos, ahora se nos presenta en reseña periodística deseando almorzar con los pobres de los barrios de Petare. Lo verdaderamente “revolucionario” es que los invitara a alguno de sus hoteles. ¡Lo que hay que escuchar!
(La Justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostiene la igualdad y la libertad: Simón Bolívar.)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario