SAN PEDRO SULA, Honduras (AP) - Los cancilleres americanos dejaron el miércoles sin efecto la resolución de hace 47 años que suspendió a Cuba de la OEA, aunque el retorno de la isla no será automático a una organización detestada por el gobierno de La Habana.
La resolución fue aprobada "por aclamación" de los representantes de 34 gobiernos de la Organización de los Estados Americanos. Los asistentes se pusieron de pie y aplaudieron.
Cuando se aprobó la suspensión el 31 de enero de 1962, la OEA tenía solamente 21 miembros: 14 votaron a favor y seis se abstuvieron. Cuba se opuso.
La resolución de San Pedro Sula tiene solamente dos artículos, a diferencia de la de 1962 que contaba con cuatro. Mediante el primer artículo "queda sin efecto" en el seno del organismo la resolución de 1962, y en el segundo establece que "la participación de Cuba en la OEA será el resultado de un proceso de diálogo iniciado a solicitud del gobierno de La Habana y de conformidad con las prácticas, los propósitos y principios de la OEA".
"Cuba puede volver a la OEA en el futuro", dijo la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, participante en las negociaciones finales en San Pedro Sula. "Si llegase ese día, Estados Unidos continuará defendiendo los principios de la Carta Democrática Interamericana y otros documentos fundamentales de la organización".
En la sesión plenaria de la Asamblea General estuvieron presentes los presidentes Manuel Zelaya, de Honduras, y Daniel Ortega, de Nicaragua.
"La guerra fría ha terminado este día", dijo Zelaya. "Empezamos una nueva era de confraternidad y tolerancia".
"Esta es una noticia de esperanza", afirmó a su vez Ortega. "Cuba ha librado una batalla heroica durante 50 años".
La forma en que se ha logrado el segundo artículo eliminó las resistencias de varios países que no deseaban condicionar el retorno de Cuba a la organización. Estados Unidos fue el principal promotor de esas restricciones. Un bloque encabezado por Venezuela, Nicaragua y Bolivia y otros miembros del ALBA, el movimiento del presidente venezolano Hugo Chávez, se destacó en el otro lado de la polémica.
La canciller hondureña Patricia Rodas atribuyó el logro del texto único al grupo de trabajo de 10 países que fue nombrado el martes a pedido de Brasil, país que lo integró con Estados Unidos, Canadá, Argentina, Venezuela, Belice, Jamaica, Nicaragua, México y Honduras.
"Recogimos toda la pasión que nuestros pueblos llevaban en el alma", dijo.
Ese texto había sido logrado anoche, pero los países del ALBA, encabezados por Venezuela y Nicaragua, se opusieron debido a que hacía referencia a la Carta de la OEA y "demás instrumentos relacionados" sobre democracia y derechos humanos.
"Parece que los países del ALBA durmieron bien anoche y hoy estuvieron de acuerdo", dijo a reporteros Dan Restrepo, asesor del presidente estadounidense Barack Obama en asuntos de seguridad nacional para América Latina.
El canciller argentino Jorge Taiana dijo que la resolución es resultado del espíritu de no intervención y respeto a la democracia que se vio en la Cumbre de las Américas de abril en Trinidad y Tobago, y que Obama tenía una gran influencia en esa nueva realidad.
"Esta resolución debe entenderse como un renovado espíritu de diálogo", afirmó Taiana.
Líderes de origen cubano en el Congreso en Washington amenazaron con bloquear la ayuda financiera de hasta un 60% del presupuesto de la organización que le otorga Estados Unidos. La amenaza fue ya mencionada por el senador Robert Menéndez y ahora ha unido a esa corriente la congresista Ileana Ros-Lehtinen, de la Florida.
"La decisión de la OEA es una afrenta para el pueblo cubano y para todos quienes luchan por la libertad, democracia y los derechos humanos fundamentales", dijo Ros-Lehtinen en una declaración.
Thomas A. Shannon, subsecretario de Estado norteamericano para las Américas y miembro clave del equipo negociador, dijo que "el arte de gobernar requiere de visión, madurez y persistencia. La resolución de hoy fue un acto de ese arte".
Shannon, designado por Obama como su nuevo embajador en Brasil, recibió aplausos al término de su intervención.
El debate sobre Cuba había virtualmente abarcado toda la atención de la 39na Asamblea General de cancilleres, un acontecimiento anual de la OEA y que terminaba más tarde el miércoles.
Al momento de difundirse la versión de un acuerdo, la Asamblea General estaba en receso, periodo que fue acortado para celebrar la sesión de urgencia sobre los procedimientos con Cuba. Y la sesión se prolongó cuatro horas en medio de discursos.
Con la decisión ministerial, Cuba estaría técnicamente en condiciones de retornar a la OEA este fin de semana. No podría, sin embargo, hacerlo sin activar el artículo 2 de la resolución para que, sólo en esas circunstancias, cumpla las nuevas regulaciones de membresía consolidadas en casi cinco décadas desde su separación.
"Con esta resolución se está saldando cuentas con la historia", dijo el canciller ecuatoriano Fander Falconí, cuyo gobierno es miembro observador del ALBA. "América Latina tiene ahora la necesidad de unirse, fortalecer y pensar mucho más constructivamente".
El canciller chileno, Mariano Fernández, cuyo país se abstuvo en la votación de 1962, dijo que "hay que valorar la decisión de Estados Unidos para acompañarnos en esta resolución".
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