sábado, marzo 28, 2009

Una noticia de Vene-Economía


Este jueves 26 de marzo, se paralizó el mercado permuta en Venezuela. El hecho se originó a raíz de que la Agencia de Lucha contra las Drogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) congelara la cuenta bancaria de Rosemont Corporation, un operador cambiario venezolano que servía de "paraguas" a diferentes operadores cambiarios y corredores de bolsa del país.

Según informa la prensa internacional, la cuenta basada en el Bank of América fue congelada cuando las autoridades norteamericanas detectaron una o más transferencias entrantes que estaban siendo investigadas por lavado de dólares del narcotráfico.

Este hecho causó revuelo en la granja de Chávez y se produjeron muchas "sorpresas".

Una de las primeras "sorpresas" es que deja en evidencia que en Venezuela existe un número elevado de casas de corretaje y operadores de bolsa. En el país están registradas 39 casas de corretaje y 57 casas de bolsa, para un total de 96 operadores cambiarios. Un número muy alto para un país que tiene una Bolsa tan aplastada y tan poco interesante como la venezolana. Este hecho evidencia que el mercado permuta que se mueve en el país es más grande y con mayor movimiento de lo que se develaba.

La segunda "sorpresa" sería que la mayoría de los operadores cambiarios involucrados son clientes de PDVSA, que utilizaban a Rosemont Corporation como una especie de cámara de compensación. Es decir, Rosemont Corporation les permitía a estos corredores hacer transacciones por los clientes, comprar o vender a través de ella. Esa empresa era quien les facilitaba las operaciones en un mercado tan difícil y controlado como el de EE.UU., ya que finalmente era quien respondía al cliente. Se calcula que el volumen que manejaban los 49 "pequeños" corredores, ahora en el congelador, oscila entre $100 millones a $200 millones a la semana.

Aunque toda esta operación es legal y eficiente, trajo una "sorpresita" desafortunada: Un número no especificado de los "pequeños" operadores también lavaban dólares del narcotráfico. Debido a estos delincuentes, ahora Rosemont Corporation y los operadores cambiarios y corredores de bolsa que ésta manejaba cayeron en manos de la DEA y sus cuentas están congeladas hasta nuevo aviso.

Otra "sorpresa" devenida de la noticia es la confirmación de lo que ya era vox populi: que la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) estaba interviniendo directamente en el mercado permuta. Y además, deja al descubierto lo que ya se venía denunciando: la deshonestidad de un Gobierno que afirmaba públicamente que no hubo ni habrá devaluación en el país. Cuando en realidad estaba participando en una devaluación parcial pero oculta para financiar su déficit a través de ganancias cambiarias en el paralelo. Se trata de un régimen de cambios diferenciales (un Recadi) para seguir gastando a manos llenas.

El problema estriba en que este tipo de intervención no es transparente en lo absoluto. De ella no se conoce ni los precios ni la cantidad negociada ni nada.

Según informaciones no confirmadas el volumen de estas operaciones se calcula en unos $10.000 millones al año. Esto se traduce en una utilidad cambiaria de más del 20% del Presupuesto de la Nación, que no se sabe a dónde ha ido, y por la cual no se le ha rendido cuenta alguna al país, ni se le habría pasado un bolívar a las regiones.

La lección que se espera que aprenda el Gobierno de esta revuelta en su granja es que no debe seguir trabajando
soterradamente tras bastidores. Es más, sería de esperar que el mandatario ofrezca disculpas a los venezolanos por la mentira recurrente al afirmar que no hubo ni habría devaluación alguna en el país.

LA FUENTE :
  • VENE
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