miércoles, marzo 25, 2009

Del conflicto económico al conflicto político


Siempre se ha dicho que cuando los conflictos sociales no se solucionan ellos se transforman en conflictos políticos.

Si el gobierno venezolano tiene que reconsiderar el presupuesto nacional y disminuirlo, pues lo había calculado en base a US$ 60 el barril de petróleo y ahora lo calculará en base a US$ 40 el barril, ello supone un nuevo endeudamiento interno que puede ser igual al 13% del PIB.

Pero las importaciones anuales en dólares seguramente serán vendidas por la Institución encargada del control de cambio (CADIVI) al precio del bolívar en el mercado paralelo de 6,50, es decir 3 veces el tipo de cambio oficial de 2,15, con el fin de obtener más bolívares por dólar, pero esto supone una devaluación encubierta del tipo de cambio.

Este ajuste y el aumento del impuesto a las ventas en 3% recaerá en los consumidores y como es un impuesto regresivo ello perjudica más a la clase social más pobre.

Es posible que el crecimiento económico del país (el PIB) decaiga en un 3% , es decir tres veces más que la contracción que se espera para toda América Latina del 1%.

Las consecuencias políticas del paquete neoliberal de Chávez producirá conflictos sociales de baja intensidad, como los conflictos laborales o sindicales que están exigiendo sus beneficios; y si ese grupo social no lo logra sus reivindicaciones económicas, entonces ello puede convertirse en un conflicto político.

Esta crisis endógena, que no tiene que ver con la crisis global, puede ser la gran oportunidad de los partidos de la oposición para galvanizar esas luchas sociales hoy dispersas, pero que son luchas de muchos líderes naturales; y esto se puede hacer con el fin de lograr una unidad programática que les permita buscar el diálogo y el equilibrio que hasta ahora se ha roto.

El diálogo se ha rota en una sociedad polarizada, no porque exista un conflicto de clases como lo quiere hacer ver Chávez, sino porque existe una sociedad preocupada por lo que está pasando en el país y por la crisis económica que se avecina.

Pero esa sociedad polarizada la ha tratado de convertir Chávez en una lucha de clases, entre lo que él denomina “los revolucionarios” por un lado y los “oligarcas o piti-yanquis” por el otro, que él considera sus enemigos.

Por eso Chávez concibe su política como una guerra contra un enemigo, y como a ese enemigo no los puede fusilar, como se hizo en Cuba, entonces utiliza el verbo para dispararles con palabras gruesas y para seguir manipulando con ese comportamiento al 30% de las personas humildes que lo siguen y que siempre están esperanzadas para lograr algo, hasta que empiecen a descubrir que el presidente miente y que en el futuro serán los perdedores en esta sociedad.

Esa ofensiva bélica de Chávez ahora contra los 6 gobernadores de la oposición que ganaron con los votos del pueblo y contra un grupo de alcaldes y especialmente contra un gobernador que casi le gana la Presidencia de la República, al cual lo quiere ver preso, es una reacción muy anticipada para ver a este líder inhabilitado políticamente, ya que puede ser su rival más fuerte, dentro de 4 años cuando hayan de nuevo elecciones para Presidente.

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