Obama y Clinton difieren ligeramente en trato a Cuba
21 de febrero de 2008, 10:52 PM
AUSTIN, Texas, EE.UU. (AP) - Barack Obama reiteró el jueves por la noche que se reuniría "sin precondiciones" con el nuevo gobernante de Cuba, pero Hillary Clinton le refutó afirmando que un encuentro de ese tipo socavaría la capacidad de Estados Unidos de evaluar primero la naturaleza del gobierno que se estaría implantando en la isla.
En otros pasajes de su debate, ambos indicaron que el muro ha creado divisiones en Estados Unidos y que bien pudo haberse estudiado la posibilidad primero de emplear recursos tecnológicos que pudieran cumplir incluso mejor papel que levantar la barrera física.
Clinton dijo que suspendería las redadas policiales de inmigrantes indocumentados en viviendas y empresas porque han creado "una gran dosis de terror y ansiedad en la comunidad hispana y dividido a las familias de unos 3 millones de niños que nacieron en Estados Unidos y que tienen por lo menos un padre indocumentado".
"Eso va contra los valores que tenemos en Estados Unidos...", dijo, aunque aclarando que las redadas serían mantenidas para "casos especiales" mientras se lograba una amplia reforma migratoria que permita parar la explotación de trabajadores indocumentados y darles "un camino para la legalización".
Obama dijo que desde el Senado apoyó también esa reforma y que en tanto se pudiera hacer otro intento era "absolutamente crítico bajar el tono de la retórica en el debate que algunas veces ha sido dirigido contra la comunidad hispana" ya que se ha visto como consecuencia un "aumento inaceptable" de los crímenes de odio racial.
Los dos precandidatos demócratas a la presidencia expresaron en un debate sus posiciones sobre Cuba a raíz de la renuncia esta semana del presidente Fidel Castro a seguir en el cargo que ejerció durante 49 años. La asamblea nacional elegirá un reemplazante el domingo y todo parecía indicar que sería su hermano Raul, interinamente en el poder en los últimos 19 meses.
"Estoy totalmente de acuerdo con que debemos buscar negociaciones diplomáticas con todo el mundo", dijo Clinton. "Las reuniones deben ser parte de ese proceso, pero no creo que debería ocurrir en un comienzo porque ello socavaría nuestra capacidad de evaluar a alguien como Raúl Castro..."
Obama había dicho anteriormente que se reuniría con Fidel Castro y los líderes de países como Irán y Corea del Norte para hablar de una nueva era de relaciones, posición que reiteró en la jornada afirmando que "debemos reunirnos no sólo con nuestros amigos sino con nuestros enemigos".
"Eso es lo que hace la gran diferencia en la diplomacia...", afirmó.
Indicó que si gana la presidencia y se instala en la Casa Blanca en enero de 2009 tendrá en cuenta que Estados Unidos "tiene una oportunidad de cambiar potencialmente sus relaciones con Cuba" después de más de medio siglo de aislamiento y ruptura diplomática que no han dado los resultados buscados.
"Yo me reuniría sin precondiciones...", dijo Obama aunque, cambiando un poco su posición, indicó luego que coincidía con Clinton en que debería haber una preparación para el encuentro. "Es muy importante para nosotros asegurarnos de que ha habido una agenda y que esa agenda era derechos humanos, libertad de prisioneros políticos, apertura de la prensa y esa preparación puede tomar algún tiempo".
Obama, quien aventaja a Clinton con casi un centenar en la acumulación de delegados en lo que va de la campaña de elecciones primarias, recordó que ya había propuesto en el Senado un ablandamiento de las restricciones en las remesas de familiares así como de viajes para personas que desean visitar a sus familias en la isla.
El panel le hizo notar que sus comentarios parecían diferir de lo que él mismo dijo en 2003 de que la política de Estados Unidos a Cuba "era un miserable fracaso" y que apoyaba la normalización de relaciones.
"Apoyo una eventual normalización", contestó. "Y es absolutamente cierto de que pienso que nuestra política ha sido un fracaso..."
En un pasaje del debate, Clinton acusó a Obama de plagio político y dijo que representaba un "cambio que se puede fotocopiar".
Obama rechazó el cargo y dijo que "en lugar de atacarnos deberíamos estar levantando el país".
Fue un pasaje ríspido en medio de un debate generalmente amable en los días que preceden a las primarias del 4 de marzo en Texas y Ohio, y que algunos partidarios de Clinton dicen que ella debe ganar para conservar esperanzas de obtener la candidatura.
Obama se apuntó el jueves su undécima victoria consecutiva ante Clinton en las primarias demócratas al obtener el 65% de los votos emitidos en el exterior, mientras su rival republicano John McCain enfrentaba un temporal por denuncias de manejos inapropiados con una cabildera.
Obama se alzó con otro sólido triunfo entre los demócratas que viven fuera de Estados Unidos, quienes sufragaron a través de la internet, por correo, o en persona, en sitios de votación. Los resultados fueron divulgados por Demócratas en el Extranjero, una organización aprobada por el partido.
Hace ya más de dos semanas que Clinton no gana una sola primaria o caucus (asambleas vecinales). Sus últimas victorias las obtuvo el 5 de febrero, el "Super Martes", cuando triunfó en nueve estados, entre ellos algunos de los más importantes, como California, Nueva York, Nueva Jersey y Massachusetts. En esa ocasión, Obama ganó en 13 estados.
Más de 20.000 ciudadanos estadounidenses en el extranjero votaron en la "primaria mundial" entre el 5 y el 12 de febrero.
Obama cuenta ahora con 1.358,5 delegados, contra 1.264 de Clinton. Hacen falta 2.025 delegados para asegurarse la postulación.
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