LA HABANA (AFP) - El nuevo gobierno de Cuba comenzará su gestión el domingo con la pesada carga de unos 240 presos políticos y otros reclamos en materia de derechos humanos, que tendrá que enfrentar en búsqueda de oxígeno externo e interno, según diversas fuentes.
A pesar de la negativa de Fidel Castro a ser reelecto, publicada el martes, "a corto plazo no espero ningún impacto positivo en la situación de los derechos humanos", dijo a la AFP el activista Elizardo Sánchez.
El tema de los presos políticos -240 según la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional que preside Sánchez- sigue en el candelero a tres días de la toma posesión del nuevo Gobierno, muy probablemente encabezado por Raúl Castro, debido a la inminente liberación de tres reos.
La pasada semana, el canciller español Miguel Angel Moratinos anunció la decisión "unilateral" de Cuba de liberar siete presos políticos. Cuatro de ellos viajaron con sus familias a España el fin de semana, pero aún se desconoce quiénes son los otros tres.
Esas excarcelaciones, ignoradas por la prensa local, tienen inmediato eco en la de otros países y efectos de distensión con la Unión Europea (UE), a la cual Cuba parece interesada en acercarse después de un lustro de ríspida relación.
Pero el tema presos-prisiones ha estado generalmente en la agenda Cuba-Vaticano, pues la mayor excarcelación decidida por Castro -299 entre políticos y comunes- se produjo poco después de la visita histórica de Juan Pablo II, en 1998.
Para conmemorar el decenio de esa peregrinación papal, el número dos del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, llega este miércoles a La Habana para una visita de seis días, en la cual conversará con el canciller Felipe Pérez Roque y el presidente provisional Raúl Castro, según confirmaron fuentes de la Iglesia y el Gobierno.
Según el programa, Raúl se encontrará con Bertone el lunes, probablemente en el primer acto oficial de política exterior después de su investidura, que tendría una amplia cobertura mediática internacional.
Aunque Pérez Roque afirmó que a La Habana nadie de la Iglesia había pedido gestos y de todas formas el Gobierno no hace concesiones, no se descarta alguna muestra de entendimiento y confianza, que ventile las ondulantes relaciones entre el Gobierno y la Iglesia Católica, así como con otras religiones y confesiones.
En el Parlamento que se instala el domingo figuran pastores evangélicos como diputados -presentes desde 1992- pero esta vez incluye al presidente de la Asociación Yorubá de Cuba, Antonio Castañeda.
Poco antes del anuncio de la excarcelación en España, el día 11, se celebró en Madrid el segundo encuentro del mecanismo de diálogo bilateral sobre derechos humanos, que España calificó de "positivo".
Cuba dijo a los españoles que firmaría en abril dos pactos de Naciones Unidas sobre derechos humanos, lo que ratificó Pérez Roque una semana después en La Habana, aunque aclaró que comparte las reservas que motivaron a Castro a no firmar en 2001, relativas a sindicatos libres y educación privada.
La población espera con ansiedad medidas en las cuales ha trabajado el gobierno de Raúl en sus 19 meses de mando provisional por enfermedad de Fidel, entre ellas algunas que eliminen "el exceso de prohibiciones y medidas legales", en las cuales se incluyen temas relativos a algunas libertades.
Sin Fidel en el Gobierno, Raúl y otros sucesores tendrán que forjar "un liderazgo colectivo" lo cual pasa, según analistas, por reformas económicas y ajustes políticos.
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