agosto 15, 2012 10:50 pm
¿Por qué hablamos de regresión histórica? En cuanto a desarrollo de Internet en Venezuela, para el tercer trimestre de 2007, el primero después de la reestatización de Cantv, la velocidad promedio de conexión fija se encontraba consolidada por encima de un Mbps (1.115 Kbps). Para el fin de 2011, cuatro años y medio después, ese promedio había bajado a 875 Kbps (Ver gráfico).
El gobierno nacional, a través de Cantv, operador dominante en servicios de banda ancha fija, es el responsable de ese estancamiento, que, para los efectos de un mundo que no se detiene, equivale a un retroceso culposo.
El dato lo proporciona el estudio Estado de Internet, en su cuarta edición, que publica trimestralmente Akamai Technologies Inc, que es una entidad que hace seguimiento a la friolera de 2 millones de millardos de peticiones web al día y supervisa 666 millones de direcciones IPv4 en 238 países, que equivalen a un millardo de usuarios web.
La explosión mundial de la demanda de datos en el último lustro, el hallazgo de que El Dorado se encuentra en las aplicaciones y en el terminal y la consiguiente adecuación de las redes fijas y móviles a ese boom, han obligado a los organismos reguladores e industriales a subir el listón a la capacidad de las redes para entregar datos al usuario final de Internet, cualquiera sea la plataforma de acceso a la que recurra.
Hace un lustro, la noción de banda ancha fija tenía un límite inferior que se ubicaba en 256 Kbps y uno superior en 5 Mbps. Ello ya no es así. Para ser considerada de Banda Ancha alguna conexión fija, hoy su velocidad de transferencia de bajada debe estar ubicada igual o por encima de 4 Mbps. Al escalón superior se le llama Alta Banda Ancha, que se caracteriza por una velocidad de bajada igual o superior a 10 Mbps.
Estas definiciones han sido adoptadas por Estados Unidos, China y la Unión Europea, y también por Akamai, que en la quinta edición de su informe (primer trimestre de 2012) señala que en Venezuela la velocidad promedio de las redes fijas es de 0,9 Mbps. Es decir, según ese nuevo cánon, lamentablemente no existiría Banda Ancha fija en el país, sino una especie de condena a los 12 millones de usuarios que pagan, además, el precio más alto de América Latina por ese Casi Megabit ($32,68), después de Bolivia ($89,86).
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