Mii nombre es Alírica Isabel Suárez Hernández, de profesión Químico, quien ejerce labores de Docencia e Investigación en la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela.
Les agradezco la atención y los minutos que tengan a bien dispensarme, leyendo mi mensaje, que me permita expresar las palabras que a continuación quiero dirigir al señor Hugo Chávez Frías, presidente de nuestro país y a todo el pueblo de Venezuela.
Quiero expresar mi más grande rechazo y repudio a la cantidad de mentiras y engaños que fueron presentadas en el día de ayer a través del programa “ALO PRESIDENTE”, programa que nunca escucho ni veo, pero que para poder comprobar con mis propios ojos y oídos la cantidad de mentiras que allí se muestran, y porque se trataba de algo que hoy atañe a la tierra que me vio nacer, tierra que quiero, tierra a la cual admiro y de la cual me siento orgullosa, por ser cuna de gente honesta y trabajadora, luchadora ante las adversidades, gente progresista, llena de principios y de amor por su familia y por su terruño.
Creo que cuando callamos ante las mentiras nos hacemos cómplices de quienes las dicen y yo no voy a sumarme a esta sociedad de cómplices, yo quiero decir que todo lo que ayer se dijo y se presentó de la hacienda Bolívar es falso.
No estoy expresando estas palabras enviada por ninguno de los dueños de la hacienda, quienes estoy segura no me conocen y tal vez nunca han escuchado mi nombre. Lo hago con un sentimiento de agradecimiento al lugar donde viví mi niñez, al lugar que tiene una hermosa escuela, cuyos maestros pagados por los dueños de la misma, me permitieron alcanzar la educación primaria, esa educación que me permitió venir a la capital y alcanzar mi bachillerato y luego con mucho sacrificio, mi Título de Licenciada en Química y más tarde el de Doctora en Química de la Universidad Central de Venezuela, títulos que me permitieron estar a la par de profesionales de diferentes lugares del mundo, con quienes pude compartir mientras hice mi formación de pos doctorado en Universidades del Primer Mundo.
La Hacienda Bolívar no es lo que presentaron y dijeron ayer en ese programa llamado “ALO PRESIDENTE”; la Hacienda Bolívar es un conjunto de casas, que puede decirse es un pequeño pueblo, donde cada obrero y empleado tiene asignada su vivienda, si es soltero casa de soltero y si tiene familia su vivienda familiar, con condiciones de salubridad adecuadas, donde tienen electricidad, agua potable y aseo urbano completamente gratuito (muchísima de la gente que vive en nuestros barrios, quisiera poder vivir en las condiciones que allí viven esas familias). Donde tienen una escuela donde sus hijos y todos aquellos niños que viven en los fundos y caseríos aledaños tienen educación gratuita y de calidad, donde los dueños les dan transporte gratuito que los busca y los lleva a sus hogares luego de sus jornadas de educación.
Allí en esa hacienda a todos los empleados se les suministran a un precio irrisorio, sus alimentos básicos; diariamente toda la cantidad de leche que tengan a bien consumir, semanalmente por el precio que nosotros compramos aquí un plátano, ellos obtienen un racimo de plátanos, semanalmente también tiene una cantidad de carne que es vendida a un precio mucho menor que la que pueden conseguir en el mercado normal… inclusive en “MERCAL”.
Si son miles de hectáreas, pero de tierras productivas, de carne, de leche, de plátanos, y de tantos otros frutos que estos generosos suelos dan, pues en el sur del lago están las mejores tierras de Venezuela, pero tierras que son la despensa de este país.
En el programa de ayer presentaron sólo las casas donde viven los dueños cuando van allá, si señor presidente van allá cada vez con menos frecuencia porque son VICTIMAS DE SECUESTROS DE ELLOS Y DE SUS FAMILIARES y eso los ha hecho alejarse de las tierras que con esfuerzo y trabajo grande hicieron crecer y producir sus padres y abuelos.
Con asombro observé de que hasta el hecho de que allí hubiesen sembrado chaguaramos lo criticó el señor presidente, como si también ese fuese un símbolo de la “BURGUESÍA”, pero porque no presentaron también lo que es el resto de la hacienda con sus casitas pintaditas, con luz, agua, red de cloacas y sus calles asfaltadas, como no lo están ni siquiera las calles de nuestra capital; con su alumbrado, con su escuela, su comedor, su estación de gasolina, su planta eléctrica, por si falla la electricidad que el gobierno administra allí existe esa posibilidad (electricidad cuyo consumo es completamente pagado por los dueños de la hacienda); y porque no entrevistaron a los empleados a los cuales hoy despojan de sus empleos, que tiene hasta tres generaciones viviendo allí y ayudando a crecer a esa hacienda como si fuera de ellos, como es el caso de mi familia, donde ya en una tercera generación todavía trabajan allí, donde por más de 60 años han visto allí crecer a sus hijos, verlos formarse como profesionales: médicos, licenciados en educación, en administración, en leyes, ingenieros y que muchos de los cuales continúan laborando en esa hacienda y que hoy ven perder sus trabajos y sus hogares, porque usted sigue creyéndose que tiene el derecho de ser el único dueño de Venezuela y la gente que lo sigue, alimentado a los venezolanos que creen en usted con mentiras y engaños.
Para finalizar solo quiero dejar constancia de que la Hacienda Bolívar es solo una muestra de lo que significa el compromiso de crecer haciendo crecer a sus empleados con dignidad y que es una descomunal injusticia que viene del gobierno para ella, para sus dueños y para todos los productores del sur del lago a los cuales hoy se les arrebatan sus tierras.
El bravo pueblo del Zulia no se dejará amedrentar, no somos criminales como usted ayer nos tildo señor presidente, somos ciudadanos con amor y orgullo por su tierra, por ese pedazo de esta Venezuela que es tan suya como es mía señor presidente.
Alírica I. Suárez Hernández
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