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| Dilma Rousseff (La Guerrillera) |
Dilma Rousseff y José Serra, quienes disputarán la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, comenzaron a coquetear con Marina Silva, del Partido Verde (PV), quien quedó en tercer lugar con 20 millones de votos.
"Llamé hoy a Marina para felicitarla por su excelente desempeño en las elecciones", dijo Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), quien este domingo se impuso en la primera vuelta con 46,9%, lo que no evitó, sin embargo, que deba acudir a la segunda vuelta el próximo día 31 frente a Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que logró 32,6%.
En una rueda de prensa en la que se presentó arropada por los diez gobernadores electos de la base política que la apoya, la candidata del PT aseguró que no pidió "ningún apoyo" a Silva, pues "no era el momento", pero no descartó hacerlo en los próximos días.
La candidata verde fue la gran sorpresa de estas elecciones y, mientras las encuestas la atribuían una intención de voto del 15%, obtuvo 19,3%, que representa unos veinte millones de votos que la perfilan como el fiel de la balanza en la segunda vuelta.
Silva fue ministra del Medio Ambiente en el Gobierno del actual presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y renunció hace dos años, debido a diferencias con Rousseff, quien era titular de la Presidencia, sobre programas de desarrollo de la región amazónica.
El año pasado también renunció tras tres décadas de militancia en el PT para afiliarse al PV y aceptar la candidatura presidencial.
A pesar de ese pasado reciente de divergencias, tanto Rousseff como los principales dirigentes del PT se volcaron hoy en elogios a la candidata verde, de quien valoraron su "capacidad", "integridad" y "compromiso", entre otras virtudes políticas.
Rousseff incluso declaró que está "convencida de que Marina tiene muchas más afinidades" con ella y el PT que con Serra y el PSDB, y dijo estar convencida de que la alta votación de la candidata verde le impidió superar el 50% que precisaba para evitar la segunda vuelta ante Serra.
Más allá de esa velada búsqueda de apoyo verde, Rousseff mandó otro mensaje al electorado y recordó que la base partidaria que la apoya obtuvo las mayorías en la Cámara de Diputados y en el Senado en las elecciones de este domingo.
"Eso será muy importante si resultase elegida presidenta, porque ayudará a gobernar a Brasil y a aprobar en el Congreso las reformas que el país precisa", declaró.
Así como la abanderada de la coalición oficialista, el candidato opositor también le lanzó más de una flor a Marina Silva, por quien dijo que siempre ha sentido "respeto y admiración".
Serra, quien ha sido alcalde y gobernador del estado de Sao Paulo, recordó que en esas dos funciones "siempre" contó con el apoyo del PV y aseguró que entre esa formación y el PSDB existen "elementos de aproximación" que espera que se traduzcan en apoyo electoral.
Entre los verdes, que pretenden convocar a una convención esta misma semana para definir la posición del partido frente a la segunda vuelta de las presidenciales, Serra cosechó hoy su primer apoyo.
Le llegó del diputado Fernando Gabeira, un influyente líder del PV que este domingo perdió en las elecciones para la Gobernación de Río de Janeiro ante Sergio Cabral, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PSDB), que respalda a Rousseff.
"Serra me apoyó en mi campaña para el gobierno de Río de Janeiro, pero más allá de eso estoy convencido de que es el mejor candidato para gobernar Brasil", dijo Gabeira, quien se comprometió a que "esta misma semana" conversará sobre el asunto con Marina Silva, aunque "sin la intención de convencerla", apuntó.
Al coqueteo del PSDB con Marina Silva se sumó hoy Geraldo Alckim, gobernador electo del estado de Sao Paulo, quien se presentó para una entrevista en televisión luciendo una vistosa corbata verde.
"Tengo un gran aprecio por el PV, por Marina y por Gabeira", dijo Alckim, del PSDB, quien consideró que la formación verde es "un partido con el que se pueden discutir ideas y programas, sin personalismos".
"Llamé hoy a Marina para felicitarla por su excelente desempeño en las elecciones", dijo Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), quien este domingo se impuso en la primera vuelta con 46,9%, lo que no evitó, sin embargo, que deba acudir a la segunda vuelta el próximo día 31 frente a Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que logró 32,6%.
En una rueda de prensa en la que se presentó arropada por los diez gobernadores electos de la base política que la apoya, la candidata del PT aseguró que no pidió "ningún apoyo" a Silva, pues "no era el momento", pero no descartó hacerlo en los próximos días.
La candidata verde fue la gran sorpresa de estas elecciones y, mientras las encuestas la atribuían una intención de voto del 15%, obtuvo 19,3%, que representa unos veinte millones de votos que la perfilan como el fiel de la balanza en la segunda vuelta.
Silva fue ministra del Medio Ambiente en el Gobierno del actual presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y renunció hace dos años, debido a diferencias con Rousseff, quien era titular de la Presidencia, sobre programas de desarrollo de la región amazónica.
El año pasado también renunció tras tres décadas de militancia en el PT para afiliarse al PV y aceptar la candidatura presidencial.
A pesar de ese pasado reciente de divergencias, tanto Rousseff como los principales dirigentes del PT se volcaron hoy en elogios a la candidata verde, de quien valoraron su "capacidad", "integridad" y "compromiso", entre otras virtudes políticas.
Rousseff incluso declaró que está "convencida de que Marina tiene muchas más afinidades" con ella y el PT que con Serra y el PSDB, y dijo estar convencida de que la alta votación de la candidata verde le impidió superar el 50% que precisaba para evitar la segunda vuelta ante Serra.
Más allá de esa velada búsqueda de apoyo verde, Rousseff mandó otro mensaje al electorado y recordó que la base partidaria que la apoya obtuvo las mayorías en la Cámara de Diputados y en el Senado en las elecciones de este domingo.
"Eso será muy importante si resultase elegida presidenta, porque ayudará a gobernar a Brasil y a aprobar en el Congreso las reformas que el país precisa", declaró.
Así como la abanderada de la coalición oficialista, el candidato opositor también le lanzó más de una flor a Marina Silva, por quien dijo que siempre ha sentido "respeto y admiración".
Serra, quien ha sido alcalde y gobernador del estado de Sao Paulo, recordó que en esas dos funciones "siempre" contó con el apoyo del PV y aseguró que entre esa formación y el PSDB existen "elementos de aproximación" que espera que se traduzcan en apoyo electoral.
Entre los verdes, que pretenden convocar a una convención esta misma semana para definir la posición del partido frente a la segunda vuelta de las presidenciales, Serra cosechó hoy su primer apoyo.
Le llegó del diputado Fernando Gabeira, un influyente líder del PV que este domingo perdió en las elecciones para la Gobernación de Río de Janeiro ante Sergio Cabral, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PSDB), que respalda a Rousseff.
"Serra me apoyó en mi campaña para el gobierno de Río de Janeiro, pero más allá de eso estoy convencido de que es el mejor candidato para gobernar Brasil", dijo Gabeira, quien se comprometió a que "esta misma semana" conversará sobre el asunto con Marina Silva, aunque "sin la intención de convencerla", apuntó.
Al coqueteo del PSDB con Marina Silva se sumó hoy Geraldo Alckim, gobernador electo del estado de Sao Paulo, quien se presentó para una entrevista en televisión luciendo una vistosa corbata verde.
"Tengo un gran aprecio por el PV, por Marina y por Gabeira", dijo Alckim, del PSDB, quien consideró que la formación verde es "un partido con el que se pueden discutir ideas y programas, sin personalismos".
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