viernes, septiembre 17, 2010

El Populismo Socialista en Campaña



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El populismo socialista en campaña

Elides Rojas

Viernes, 17 de septiembre de 2010

El líder esconde el comunismo, mientras apela a regalar cocinas, regaderas, neveras y plata.

El líder intergaláctico ha convertido la campaña en un festival de populismo. Y no es que no lo haya hecho antes. Es que esta vez la desesperación lo lleva a la ridícula exageración. El debate ideológico quedó fuera, y el comunismo, si acaso quedaron para la despedida del discurso encapillado. Porque esa es otra. No hay caminatas ni verborrea en la calle. Ese mismo derecho que dice tener Chávez para ser un hombre normal e intervenir en campañas, con Tibisay a la diestra del señor, queda reducido a TV, Teresa Carreño o teatros de pueblo. Calle, lo que se dice calle, nada. Hay mucha cacerola suelta por ahí.

Aquí, en medio de esta transición hacia el nuevo hombre, lo que aplica el chavismo son las tácticas más manoseadas en materia de sacarle el voto a la gente: regalar y ofrecer de todo. Ni más ni menos que como los adecos y copeyanos del siglo pasado, pero con más descaro, sin ánimo de disimulo y envuelto de un discurso más engañoso y enamoradizo que antes.

Todo esto de la revolución es una copia de muchas cosas de la cuarta. Desde los programas sociales hasta los comedores escolares. Desde las becas o asignaciones por amistad, clientelismo o carnet, hasta la recién parida, en noche de desvelo e inspiración socialista, Cédula del Buen Vivir, también conocida como Mi Negra. Nada nuevo bajo el sol. Ni siquiera en tiempos de revolución y cubanización.

En días pasados, la necesidad de emparejar encuestas llevó a micomandantepresidente a ofrecer créditos con los que se puede financiar casi que cualquier cosa. Y, en medio del ataque de generosidad con plata ajena, reclamó a algunos gobernadores que se atreven a cobrar los créditos regionales que otorgan. Eso es capitalismo, decía, disfrazado con el mono de atleta, un poco ancho, pero atleta al fin.

Nada de raro tendría que en los días que quedan de campaña, antes de volver a guardar la chequera, escuchemos al líder intergaláctico, por allá arriba, no en el cerro, sino en el Salón Ayacucho de Miraflores en cadena nacional, con algo más o menos así: "Casas, apartamentos, piscinas, becas, trabajo, plata en efectivo, cocinas, neveras. 

No es una quincallería. Es la revolución en su casa. Vengan por mí, voten por mí y sabrán lo que es patria, socialismo y buen vivir. Llame ya y recibirá un gato persa, llame ya y le entregaremos un carro a gas con reparaciones gratuitas, llame ya y se gana un mes de agua en La Dolorita, llame ya y asegure un mes de luz en Coro, llame ya y recibirá una dotación de un mes de yuca totalmente gratis. Hay más. Tenemos totumas para su baño y talco ruso para sus sabañones. Todo gratis. Una papaya".

¿Ustedes creen que si no estuviéramos en revolución recibirían esto?

¡Qué va! Si así es quesque. 

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