lunes, septiembre 20, 2010

Educación : la verdadera revolución


Charles Chaplin


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La verdadera revolución del futuro
En lugar de llevar el país hacia adelante, Chávez hunde a Venezuela en lo peor de su pasado
JOSÉ LUIS CORDEIRO |  EL UNIVERSAL
lunes 20 de septiembre de 2010  12:00 AM


 "El primer deber del Gobierno es dar educación al pueblo". Simón Bolívar, 1825

El Libertador estaba claro que la única revolución que cuenta en el largo plazo es la educación. Una educación moderna ha sido la base del éxito de los países avanzados. Lástima que falsos discípulos como Hugo Chávez no hayan comprendido a Bolívar. Chávez, dentro de su propia ignorancia, habla de revolución pero no de educación. Chávez pierde su tiempo con su "robolución" política, cuando Venezuela clama por una revolución educativa. El propio maestro de Bolívar, Simón Rodríguez, escribió en 1849: 

"Hasta fines del siglo pasado dominó la idea de la nobleza: en el presente domina la de la codicia: en el venidero dominará el verdadero mérito, que es el saber. Entonces se pensará en la sociedad; entonces la conducta social valdrá lo que antes valían las ejecutorias y lo que ahora valen las talegas".

Venezuela parece haber perdido todo un siglo. De hecho, el ingreso per cápita a inicios del siglo XXI retrocedió al nivel de mediados del siglo XX, y el propio Chávez da la impresión de ser un moribundo caudillo resucitado de fines del siglo XIX. El mundo avanza aceleradamente gracias a los avances científicos y tecnológicos, pero Venezuela retrocede tanto en educación como en muchas otras áreas. Las ideas anacrónicas de Chávez siguen hundiendo a Venezuela en su mal llamado "mar de la felicidad". El propio Fidel Castro ha reconocido el fracaso de sus ideas, pero Chávez se aferra cada vez más a un modelo que nunca sirvió, ni en Cuba ni en ninguna otra parte del mundo.

Mientras Chávez pregona las ventajas de los conucos, los países avanzados trabajan en biotecnología. Mientras Chávez habla de la ruta de la empanada, las naciones visionarias buscan crear nuevos mercados y productos. Mientras Chávez profundiza la "buhonerización" de una economía cada vez más pobre, las naciones civilizadas avanzan hacia la computarización del trabajo inteligente. Mientras Chávez habla de la revolución asesina de Ezequiel Zamora, el mundo piensa en la revolución inteligente de Microsoft y Google. Mientras Chávez anda en continuas campañas políticas, la educación queda olvidada entre elecciones fraudulentas.

Chávez ha demostrado ser un magnífico destructor, pero es un pésimo constructor. Un país no se construye con odio y rencor en medio de la ignorancia. Un país se construye con amor y esperanza en busca del conocimiento. Chávez representa el pasado y no el futuro de Venezuela. En lugar de llevar el país hacia adelante, Chávez hunde a Venezuela en lo peor de su pasado. Chávez debe cambiar o habrá que cambiar a Chávez. 

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