SOBRE LA MARCHA
Por Elides J. Rojas L.
El Universal
La moral revolucionaria es como la moral de la mafia
¿Cómo permecen tantos comtenedores y por tanto tiempo en diferentes partes del país, así como así, sin que militares, espías cubanos o policías digan algo?
La capacidad del régimen para colocar a los ciudadanos en plan de estúpidos no tiene tope. En ese sentido el límite es el cielo. Lo hacen todos los días, especialmente los propios líderes de este fraude rojo, quienes pretenden minimizar desde la quiebra del país que han impulsado con sus políticas castristas hasta la robadera generalizada de sus comandantes segundones. Siempre pasa igual. A cada escándalo que aparece, la cúpula comunista monta, siguiendo las expresas instrucciones de los cubanos, otro escándalo, otra línea, otra matriz de opinión o simplemente le restas toda importancia. Esa es la moral revolucionaria.
Los incumplimientos en las contrataciones de la reconstrucción de Vargas, los robos descarados en la emergencia del sistema judicial y las sedes de justicia, las compras sucesivas de edificios con sobreprecio en menos de un mes, el asalto que se tiraron amigos civiles, amigos militares y cubanos en la construcción de CAAEZ, en Barinas. Las importaciones fantasmas de equipos de computación con dólares trajinados en Cadivi en otra administración, las gigantescas comisiones producto de la compra de máquinas, captahuellas y demás instrumentos necesarios para lanzar a Smartmatic al mundo y para mejorar la calidad de vida de algunos de los más socialistas funcionarios, las comisiones en compras de armas, en compras de motos para policías o para militares, en compras de todo tipo. Los famosos maletinazos voladores Caracas-Argentina que, según las notas el juicio de Antonini Wilson en Estados Unidos, son apenas una puntica visible en el guiso mil millonario en verdes capitalistas que manejaban desde Miami que, justo ahora, retoma vigencia con lo de los contenedores podridos. Son la misma red denunciada desde 2006. Esa gente operaba como intermediario y comisionista en negocios tan variados como compra de alimentos, compra de armas y hasta casas uruguayas. Lo que sea. Paqueticos van pa´que paqueticos vengan. Esa es la consigna. Compra de terrenos con sobreprecio, expropiaciones con sobreprecio. El catálogo más completo del choreo socialista se está diseñando e imprimiendo en este país.
Y, muy a lo cubano, como ya decíamos, los máximos líderes del fraude comunista tapan, minimizan, alcahuetean, disfrazan, disimulan, culpan a otros, como lo están haciendo justo ahora con el inmoral caso de los contenedores podridos. Chávez, específicamente, hay que sacarlo de este paquete. Hay que recordar que él nunca sabe nada, él está ocupado de salvar el mundo, él nunca se entera de estas cosas pequeñas.
Pero, todo el asunto es, además de un delito de proporciones huracanadas, es inmoral a toda carrera, por decir lo menos, debido al doble discurso de de los próceres, de arriba a abajo. Hablan de la defensa de los pobres, de la soberanía alimentaria, del hambre de los desempleados, de que si es necesario robar para comer que lo hagan, de no puedo ni dormir de tanto dolor, que si los corruptos de los cuarenta años, que Ramírez te autorizo para que te defiendas. Pura pose. Este caso, o la red que opera el guiso, en específico fue denunciada por Leocenis García, preso en este momento, por allá en el año 2006, cuando puso al descubierto toda una organización que tomó por asalto a Pdvsa y el negocio de los alimentos. Luego, entre muchos otros escritos y declaraciones, otra más contundente sale en Aporrea (site oficialista) en el año 2008, entrega hasta nombres y personas perfectamente identificadas. El negocio era y es el mismo que ahora, cuando explota entre gusanos y malos olores una información que para el chavismo más puro y moral no es nada, es insignificante, no es digno de investigar.
¿Esa es la moral revolucionaria? Pues, lástima, se parece demasiado a la moral de la mafia de Nueva York. ¿Cómo fue que dijo el señor hace poco? "Quédese usted con su dinero, que yo me quedo con mi moral".
Adelante. Métele más leña a las encuestas. Y eso que dicen que los decentes y honrados están con la revolución. En realidad trabajan como la familia mafiosa, entre ellos no se tocan, se tapan. Sí, esto parece la familia de Don Vito Corleone. Pero en vez de frac andan con camisones rojos.
Veamos cómo patalean, según notas de prensa, los más firmes moralistas rojos:
NOTA 1: El viceministro de Políticas Alimentarias, Rafael Coronado, indicó que hasta ahora se ha hallado unas 30.000 toneladas de alimentos dañados , sin embargo, si se compara con el millón de toneladas que ha distribuido Pdval, "es un volumen que realmente no es notorio".
Según Coronado, esa cifra no llega ni al 1% de lo que se ha distribuido durante los siete años de Pdval. A su juicio, la situación no ha dejado de ser importante, sin embargo, serán las investigaciones las que determinen las causas de estas pérdidas.
"Es posible que hay sido descuido, desconocimiento de los contenedores o mala manipulación de la información", dijo el viceministro de Políticas Alimentarias en el programa Despertó Venezuela que transmite VTV.
Destacó el compromiso del Ejecutivo de que esta situación "no volverá ocurrir". Hasta ahora, indicó, no se ha cuantificado las pérdidas económicas.
NOTA 2: Las autoridades de Venezuela investigan el hallazgo de cerca de 70.000 toneladas de alimentos descompuestos que fueron importados en 2009 por la cadena estatal PDVAL y nunca distribuidos entre los comercios de la red, informó el viernes la prensa local.
El servicio de inteligencia venezolano se incautó la semana pasada de 1.197 contenedores cargados con productos básicos como arroz, harina de trigo, pasta, leche, sal y aceite, todos en mal estado, que se encontraban en un almacén estatal en el puerto de Puerto Cabello, estado de Carabobo.
Desde entonces, otros 2.700 depósitos con alimentos dañados, como carne de res y de cerdo, fueron decomisados. Según reportes de prensa, estos rubros fueron importados por PDVAL en 2009, pero nunca llegaron a los puntos de venta.
En Venezuela, un país esencialmente importador de todo lo que consume, los alimentos básicos, cuyos precios son fijados por el gobierno, escasean por temporadas en los supermercados y el volumen de ventas está por lo general regulado.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, quien dijo que no pretende "minimizar la gravedad" del hecho, indicó que la cantidad de alimentos en mal estado que fue encontrado "no representa ni el 1% del gigantesco caudal de alimentos que ahora sí llega al pueblo".
Uno puede pensar que es descuido, negligencia. Si fuera así, debe haber una sanción, pero pudiera también ser corrupción (…) y viene la burguesía y dice: 'es PDVSA la culpable'. No, no es PDVSA", sostuvo Chávez en defensa de la petrolera estatal, de la que depende PDVAL.
Estos hallazgos se producen en medio de los señalamientos de Chávez en contra de la privada Polar, la mayor productora de alimentos de Venezuela, a la que acusa de "acaparar" productos para "hacer daño al pueblo".
Además de PDVAL, el gobierno venezolano cuenta con otra red de comercialización de alimentos a precios subsidiados: Mercal.
De acuerdo con el instituto privado CENDAS, el costo de la cesta alimentaria básica se situó en marzo en 2.400 bolívares mientras que el salario mínimo es de 1.200 bolívares.
Twitter: @ejrl
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