miércoles, septiembre 26, 2007

Todos perderemos todo


Todos perderemos todo
por : Claudio Nazoa)

¿Podría yo vivir como lo hacen los cubanos en su tierra, sin ningún privilegio como aspirar a tener una casa, un carro o simplemente accesar a Internet?

Este artículo esta dedicado a todos los venezolanos sin importar el lado del que están, así que les pido que por favor lo lean con detenimiento, en especial aquellas personas que por cualquier motivo apoyan al gobierno.

Dios quiera que la mano de la providencia me ilumine y permita que las ideas fluyan claras, precisas y despojadas de prejuicios y odios.

Jamás olvidaré una escena de la película El ultimo Emperador, en la cual el monarca, ya viejo y convertido en jardinero por la revolución cultural china, ve pasar frente a el a un grupo de prisioneros vestidos de gris con un humillante letrero colgado al cuello donde se podí a leer el supuesto delito por ellos cometido. Delitos como creer en otra religión, poseer libros diferentes a El libro rojo de Mao, besarse en publico o tener una maquina de escribir. Cualquier cosa que no fuera adorar a Mao Tse-tung era razón suficiente para ser encarcelado y humillado públicamente.

Lo cierto es que en la pelí cula, el emperador gira tímidamente su rostro hacia una multitud de fanáticos que injuriaban y golpeaban a los infelices que venían amarrados. Cual no sería su sorpresa al reconocer entre los detenidos al esbirro principal de cuando él fue también hecho preso, humillado y despojado de los mas mínimos derechos que puede tener un ser humano.

El par de segundos que dura el cruce de miradas entre el último emperador y el antiguo esbirro torturador puede ocurrir pronto entre los venezolanos si no nos unimos, no en contra del Gobierno, sino a favor de nosotros mismos.

Me gustaría que en un acto de objetividad y sinceridad las personas que apoyan al Gobierno mediten seriamente lo que esta pasando. El llamado es para aquellos honestos que tienen una pequeña finca, una casa en la playa o un apartamento logrado con trabajo y esfuerzo.

El llamado también es para los obreros que tienen buenos empleos en empresas serias, para los trabajadores del campo que laboran con patrones responsables y para algunos intelectuales y artistas que de buena fe apoyan al Gobierno.

Sincérense con ustedes mismos, háganse la siguiente pregunta y respóndanla íntimamente sin comentario con nadie: ¿Podrí a yo vivir como lo hacen los cubanos en su tierra, sin ningún tipo de privilegio como aspirar a tener una casa, un carro o simplemente accesar a Internet?

Las revoluciones no perdonan, recuerden lo que ocurría con los actores de la francesa, no olviden a Stalin, a Pol Pot en Camboya, a Kim Il Sung en Corea del Norte, a Mao Tse-tung y a su esposa en china, a los esposos Ceausescu en Rumania, todos estos criminales asesinaron mucha más gente que Hitler. Las revoluciones son como las viudas negras, arañas que matan a sus consortes después que los utilizan para la cópula.

Los que hoy persiguen también serán perseguidos. Los que hoy jalan bola y sapean, mañana nos llamaran para decir que no sabí an como eran las cosas.. Todavía estamos a tiempo. Lo primero es no ser indiferentes a los ataques que sufren otros. No se entreguen ni se desanimen. No se queden callados.. No tengan miedo. Piensen que hemos tenido un paí s que cometió muchos errores y muchos sinvergüenzas nos gobernaron pero era un país donde cabí amos todos ¿o no?

En lo personal, viniendo yo de la izquierda, siempre trabajé con los Gobiernos de Acción Democrática y COPEI. Nunca me preguntaron si habí a votado por sus candidatos o si habí a firmado en contra de ellos. Eran tiempos en que éramos adversarios pero no enemigos.

Todos los que hoy excluyen y siembran odios en el área de la cultura vivieron muy bien durante los horrorosos 40 años de Acción Democrática y COPEI: compraron sus casas, sus carros, viajaron representando a Venezuela y mandaron a sus hijos con becas del Estado a estudiar fuera, algunos, inclusive, trabajaron como representantes culturales en embajadas.

Queda poco tiempo, pero queda tiempo. No nos caigamos a embustes, la cosa es difícil pero todavía se puede hacer algo.

Una pequeña luz se ha asomado. La mayoría de los partidos de oposición se unieron. A lo mejor no era lo que muchas personas aspiraban ¿Pero acaso cuando se hundía el Titanic a las personas que estaban a punto de ahogarse les importo si la balsa en que se iban a salvar era blanca, verde o rosada? Creo que es hora de apoyarnos a nosotros mismos. Dejemos ya la necedad de la abstención.

Volvamos a la calle con optimismo, fe y sin miedo, porque sino ¡Todos perderemos todo!..... Hasta ellos, cuando caigan en desgracia y ya no los necesiten. Piénsenlo, no vaya a ser que nos pase como al último emperador.

1 comentario:

MaryC dijo...

Es triste como nadie defiende a su tierra, a su país con garra y determinación, quizás se piensa que es pasajero, que es mentira, y la soga cada día se cierra más, estoy en otro país pero no dejo ni un segundo en pensar en mi tierra.