En sus propias palabras, “A manera de introducción”, Rondón nos define País de salida. Bitácora de la debacle:
“Este libro se ocupa, precisamente, de ese mando, de su afiebrado y desequilibrado gobierno. Inicialmente pensé llamarlo ‘Venezuela después de Chávez’, pero pronto caí en cuenta de que semejante título era inexacto: cierto, Chávez ya no estaba, pero sin duda seguía estando. Su muerte, independientemente de cuándo y dónde hubiese ocurrido, igual no lo dejaba al margen de la contienda cotidiana. Su presencia constante era innegable. (…)
Decidí entonces bautizarlo como País de salida, en clara contraposición al que publiqué diecisiete años atrás.
Esto cierra aquél estreno que terminó deshilachado, vuelto jirones. ¿Asumo que el proyecto de la revolución chavista ha concluido? Es probable. Pero mi oficio no es pronosticar. Soy apenas un cronista de mi tiempo y me limito a testificar los hechos que he vivido. Y estos me dicen, a las claras y sin mayor margen a dudas, que hay ante nosotros un ciclo fatigado, agotado en sus propias promesas y expectativas, que ya está pidiendo orilla antes de ahogarse.
Si el cierre del ciclo supone el fin de la revolución está en otros determinarlo. Por lo pronto, estos son los hechos que me ocupan como testigo y cronista”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario