EL INVESTIGADOR |
En sus experimentos, los científicos usaron ratones genéticamente modificados para producir un exceso de una hormona llamada factor de liberación de la corticotropina (CRF por sus siglas en inglés). A medida que envejecían, perdían gran cantidad de pelo y aparecían visibles calvas en su lomo. Científicos del Instituto Salk de Estudios Biológicos en La Jolla (Estados Unidos) crearon un péptido llamado astressin-B para bloquear la acción de dicha hormona, y los investigadores se lo inyectaron a los roedores durante 5 días seguidos para estudiar sus efectos en el tracto digestivo. Transcurridos tres meses, regresaron a laboratorio para repetir los experimentos y descubrieron con sorpresa que el pelo de los ratones con estrés crónico tratados había crecido, y que las calvas habían desaparecido. Estudios posteriores confirmaron el “milagroso” efecto anti-calvicie de la nueva sustancia.
“Nuestros estudios muestran, sin lugar a dudas, que los tratamientos de corta duración con este compuesto hacen que el pelo vuelva a crecer en ratones crónicamente estresados”, dice Million Mulugeta, coautor de la investigación. “Esto puede abrir nuevos caminos para tratar la alopecia en humanos modulando los receptores de la hormona del estrés, especialmente cuanto la pérdida del cabello están relacionada con el estrés crónico y la edad”, puntualiza.
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