La lección política de Pavaroti
Si sus cualidades vocales fueron extraordinarias, más extraordinaria fue la lección política que a través de su arte, dio a todos los hombres del planeta. Unas pequeñas muestras de esta aseveración: Hizo que el género operático dejara de ser producto exclusivo de élites para hacer que sus notas salieran de vetustos teatros y las llevó a estadios, plazas y monumentos. No permitió que su rigurosa formación académica lo confinara a Verdi, Bizet, o Puccini aislándose en el divismo y supo acercarse al pueblo cantando el Guantanamera con Celia Cruz y New York-New York con Liza Minelli, cantó con igual profesionalismo lírico con Gloria Estefan, las Spice Girls, con Bon Jovi y Paula Pausini, U2 y Sting por nombrar algunos. Hizo suyo el público de esos artistas y sus admiradores fueron igual rockeros, que románticos sin por ello perder un ápice de calidad y haciendo de la calidad la nota más destacada. Supo convertir la competencia con Plácido Domingo y José Carrera, en un regalo para todos y no en una descalificación ácida y destructiva. Pavaroti hizo de la música vehículo, instrumento y camino para la elevación, la conciliación, la pluralidad, la excelencia y la colaboración entre los hombres para las causas justas. ¿No es esa la mejor lección de la verdadera política?
Ahora para recordar a este gran tenor, vamos a oirlo:
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