viernes, febrero 28, 2014

Ruben Dario Mejías opina en Colombia




Sin lugar a dudas mis abuelos eran unas personas bastante sabias, los campesinos sabían mirar al cielo o al firmamento para decir que horas eran, programaban las cosechas y se regían por las fases de la luna para muchas cosas de su vida cotidiana.

Oí decir muchas veces a mi abuelo, un hombre muy concreto que se fue de este mundo terráqueo cuando estaba a punto de cumplir 100 años, cosas tan interesantes como, a los curas hay que oírles la misa y dejarlos de un lado y a los políticos no se les debe creer en especial cuando es época de elecciones y más tarde escuché una canción en donde se comentaba que los políticos ofrecían puentes donde no hay ríos y grandes soluciones a los problemas de la gente del común, pero que luego de ser electos cambiaban y muchas veces desaparecían por completo de la faz de la tierra.

Esto no quiere decir que todos los políticos sean malos, porque aunque el Congreso de la República sea una de las entidades más desprestigiadas en el país, cuenta con gente buena, gente estudiosa y que lucha por el bien de sus electores, pero hay otros que van a dormir y a comer a las sesiones, si es que asisten y lo único que les interesa es que durante esos cuatro años de periodo legislativo tendrán un buen sueldo, carro blindado, chofer, asistentes y poder, el que muchos saben manejar y otros no saben para que es.

En un programa de radio, una candidata al Congreso de la República prometía que no iba a lagartear ante los ministros y que no iba a buscar cosas para sus electores, en lo que está totalmente errada, porque si se le elige es para que hable por los que no tienen voz, para que recuerde ante el Gobierno Central y las entidades descentralizadas que hay gente que botó por ella y que está llena de necesidades; pero con esta manera de pensar, como dice el dicho popular “no vamos a llegar a ningún Pereira”.

Con lo anterior se puede decir que entre las cosas que están pasando en Colombia, está esto de las elecciones y lo peor del caso es que el ciudadano de a pie no cree en nada ni en nadie y el proselitismo político está quedando muy mal parado, aunque estará mejor las elecciones legislativas que las presidenciales en las que se habla de que el gran ganador será el voto en blanco. 

Ya no hay fiesta democrática  y las elecciones para Congreso y Presidencia, ya no son tan importantes como hace muchos años, pero de una cosa si debemos de estar seguros y es que el no votar es hacernos responsables de la mala administración y de llevar con nuestra negativa a congresistas que no busquen sino sus intereses propios.

Qué pena que el asunto de las chuzadas sigan siendo pan de cada día, ahora se ha puesto el grito en el cielo porque el chuzado fue el Presidente de la República y porque se ven afectadas sus cuentas personales en las redes sociales, pero cuando se habla de que se está chuzando a periodistas y otro sector de la población, el asunto es tan normal que no pasa de ser una simple chuzada. Es bastante grave lo que pasó con el Ejército colombiano, una institución de bastante nombre y de orgullo nacional, pero donde no podían faltar las manzanas podridas, las que espero hayan salido con el relevo de los Generales. Y qué decir de la Policía, cuando era niño uno de los orgullos más grandes que uno podía tener era que la familia fuera amiga de un uniformado, porque eran esos hombres bonachones y colaboradores de la sociedad, pero en este momento hay muchos seres despreciables que forman parte de esta importante entidad, porque lo que ésta debe ser depurada y recordemos algo, no se puede decir que todos los de Ejército y la Policía son malos, sino que hay elementos que se han torcido de los ideales de las instituciones más grandes y respetables que tiene el país.

Decir si el Presidente hizo bien o mal con los cambios que hizo es muy temprano, pero sería bueno que los responsables de las chuzadas y de la corrupción fueran los despedidos y no se cayera en una verdadera cacería de brujas y la impunidad siguiera reinando.

Otra de las cosas que suceden en este bello país tiene que ver con las relaciones con Venezuela, se habla de que hay que tratarlos muy bien a nuestros vecinos, porque están colaborando con el Proceso de Paz, porque son unos aceptables socios comerciales, pero querer tapar lo que está sucediendo con un dedo es un gran error y es más, la Cancillería debía de exigir respeto para el Primer Mandatario, tras declaraciones desobligantes de su homólogo venezolano.

La violencia volvió a las calles de Colombia y las cifras que se están dando a conocer por parte de las autoridades no son las que son, porque sigue reinando el atraco callejero, el paseo millonario y la violación de mujeres indefensas en las calles y en el transporte público. Bogotá es un verdadero ejemplo de esto, asesinan a mujeres inocentes, a jóvenes por llevárseles el celular y los abusos en el transporte público, en especial en Transmilenio contra la dignidad de la mujer es cosa bastante grave.

La intolerancia es otra de las cosas que suceden en Colombia, ya no se dialoga, se trata de imponer la ley del más fuerte y nos olvidamos que se está luchando por conseguir la paz, en un proceso de paz que esperamos de buenos resultados, para que los mayores podamos decir en el momento de la partida que conocimos ese bello don simbolizado por una paloma blanca llamado en letras mayúsculas LA PAZ.

Otra de las cosas graves que hay que soportar en Colombia y que pasa es la baja calidad de la educación, ya he hablado de esto en otros momentos, pero que se puede esperar de un país en donde no se trabaja con responsabilidad para que quienes enseñen a nuestros muchachos, que son el futuro, sean los mejores y que por lo contrario sean los que no han querido hacer nada.

Mi nota

Es horrible lo que está pasando en Venezuela, viendo los informes de quienes se atreven a hacerlo por internet o por otros medios, no cabe más que pensar que Venezuela no tiene gobierno, que no tiene un norte y que está regido por fuerzas extrañas.

Un país que no respeta la libertad de prensa es un país que está muy mal, lo que sucedió con la CNN y en especial con Patricia Janiot, es imperdonable, como se le trata a una persona de tantos valores y tan profesional como una narcotraficante y con la bajeza que solo saben tener en la cabeza los más ruines del mundo. Creo en la verdadera justicia y en que el pueblo bolivariano de Venezuela tendrá algún día un buen gobierno, la economía y la tranquilidad que se merece.

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