jueves, febrero 21, 2013

DIPLOMACIA PETROLERA


Posted: 20 Feb 2013 02:41 PM PST

(Wharton Knowledge) Desde que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, faltara a la toma de posesión de su nuevo mandato el pasado 10 de enero, ha aumentado la especulación en torno a cuánto tiempo más durará la revolución de estilo socialista en el país. Chávez, un líder controvertido y carismático, introdujo cambios radicales en Venezuela desde que llegó a la presidencia hace 14 años, conquistando el apoyo de sus compatriotas y de varios líderes latinoamericanos. Pero el día de la toma de posesión de su nuevo mandato, él se encontraba convaleciente en Cuba, donde fue sometido a la cuarta cirugía contra el cáncer a principios de diciembre.

Chávez tuvo dificultades respiratorias después de la cirugía que le obligaron a permanecer en ese país. Dos meses después, anunció a través de Twitter que por fin había regresado a Venezuela, pero todavía existe una gran incertidumbre sobre su estado de salud y su capacidad para gobernar.

Nadie sabe con certeza si Chávez podrá recuperarse y retomar su papel de líder incendiario, pero el hecho es que su enfermedad saca a relucir el papel que Venezuela ha asumido en América Latina. Políticamente, Chávez ha sustituido a Fidel Castro como líder de la izquierda latinoamericana. Tal vez el hecho más importante para muchos de los pequeños países de la región haya sido la decisión de Chávez de usar los inmensos recursos naturales de Venezuela, entre ellos las mayores reservas comprobadas de petróleo del mundo, como fuente fundamental de ayuda económica.

De Haití a Nicaragua, pasando por Bolivia, numerosos países del Caribe y de América Latina alcanzaron acuerdos con el Gobierno venezolano, lo que les permitió pagar por el envío del petróleo de Venezuela a lo largo de varios años a tasas de interés muy bajas aceptando, inclusive, el pago en especie, como por ejemplo frijoles negros o pantalones. Esas remesas de petróleo se convirtieron en parte fundamental de la economía de algunos países, sobre todo de países pequeños que se ven obligados a importar buena parte, o todo, el petróleo que utilizan. 

Ahora, muchos de esos mismos países se preguntan cómo será la vida después de Chávez, valorando, al mismo tiempo, el impacto económico de su muerte y la posible interrupción de la ayuda recibida.
“Las remesas de petróleo de Venezuela tienen un impacto mucho mayor para las economías de tamaño pequeño, como Nicaragua y República Dominicana, que para las economías mayores”, observa Mauro Guillen, profesor de Gestión de Wharton y director del Lauder Institute, también de Wharton. “Es evidente que, para Cuba, se trata de un hecho muy importante, tal vez no tanto como en la época en que recibía apoyo de la Unión Soviética, pero es sin lugar a dudas muy significativo”.

Diplomacia del petróleo

En su tercer viaje a Cuba desde que Chávez se puso enfermo, Nicolás Maduro, vicepresidente venezolano, dijo a los partidarios del presidente que su recuperación se estaba consolidando. “Vamos a llevar a nuestro comandante el amor de su pueblo”, dijo Maduro en un discurso emitido por la televisión en la cadena nacional el día 24 de enero. Chávez, dijo, “está remontando la cuesta y ya avanza hacia la etapa siguiente” del tratamiento médico. 

Tal vez más que el discurso tranquilizador de Maduro, fue su compañero de viaje quien llamó la atención: Rafael Ramírez, ministro de Petróleo, responsable de la gestión del recurso más importante del país. Venezuela tiene en su territorio el equivalente a 297.600 millones de barriles en reservas comprobadas de petróleo. Eso es más que los 267.000 millones de barriles en reservas comprobadas de Arabia Saudí.

Cuando Chávez llegó a la presidencia, en 1999, el petróleo se negociaba a US$ 10 el barril. A finales de enero de 2013, ese valor estaba por encima de US$ 96 y, en años anteriores, llegó a US$ 100 el barril en diversas ocasiones. El aumento del precio del petróleo trajo consigo un boom de prosperidad para el Gobierno venezolano, que pasó a asumir el control de los campos de petróleo del país. Multinacionales como ExxonMobil salieron del país al negarse a aceptar las nuevas reglas impuestas por Chávez.

Desde entonces, el presidente ha sido generoso en la gestión del petróleo del país conquistando así el favor de países extranjeros y sellando con ellos acuerdos de venta a precios preferentes. Venezuela exportó un total estimado de US$ 61.000 millones de petróleo el año pasado, según datos del Gobierno venezolano. Los cálculos de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (Opep), de la cual forma parte Venezuela, ofrecen cifras menores; sin embargo, no toman en cuenta la producción de una de las mayores reservas del país.

Parte de esas exportaciones se destinaron a aliados políticos en condiciones preferentes. Cuba, por ejemplo, fue el país que más recibió petróleo en esos términos. Chávez ve en Castro un modelo a imitar y ha recompensado su política con un total estimado de 120.000 barriles al día (bpd) de petróleo, cuyo valor se estima en unos US$ 3.600 millones el año pasado. A cambio, Venezuela recibe la visita de médicos formados en Cuba y de entrenadores de atletismo, entre otras cosas.

La isla Española, situada al este de las Antillas Mayores, ha recibido menos atención, pero es igualmente dependiente de la caridad de Chávez. La isla, compartida por Haití y por República Dominicana, no comulga con la política cubana. En realidad, ambas naciones son aliadas íntimas de EEUU. Pero eso no ha impedido a Chávez alcanzar acuerdos con ellas.

República Dominicana recibe 50.000 barriles de petróleo al día, que se refina en una planta dominicana que, en parte, es propiedad del Gobierno venezolano. El Gobierno de República Dominicana vende, entonces, la gasolina y otros productos en el mercado. Los beneficios procedentes de esa operación se usan como forma de ayuda extranjera al valor aproximado de US$ 500 millones al año. Según el ministro de Finanzas, el Gobierno debe a Venezuela US$ 3.030 millones a una tasa anual del 1%. Esa deuda se está pagando en dinero y en remesas de frijoles negros (parte del cuál es importado de EEUU), azúcar y asistencia técnica.

Después del terremoto devastador de Haití en 2010, Chávez canceló la deuda de US$ 395 millones del país con Venezuela. El presidente también prometió más de mil millones de dólares en ayuda futura, inclusive para que el país, que padece apagones frecuentes, construya centrales eléctricas. Michel Martelly, presidente de Haití, dijo que la ayuda de Venezuela es “muy importante” por su impacto en el país.

En América Central, Nicaragua emplea un sistema similar al modelo dominicano: el país recibe cerca de 30.000 barriles de petróleo al día, convirtiéndolo en cerca de US$ 400 millones a US$ 500 millones al año cuyo destino son las arcas del Estado. El país paga a Venezuela con leche, azúcar, café y hasta pantalones.

Las remesas subvencionadas de petróleo que Venezuela envía a América Central le cuestan al Gobierno venezolano miles de millones de dólares al año en ingresos no realizados. Según cálculos recientes de economistas, se estima que el país recibiría más de US$ 6.000 millones al año si vendiera el petróleo en el mercado, en vez de enviarlo en forma de ayuda a América Central.

En total, Venezuela envió petróleo a 16 países en 2011, según datos de PDVSA, estatal venezolana del petróleo. Los 243.500 barriles diarios mandados corresponden a 1/10 de la producción de la empresa. Eso hace que Chávez sea increíblemente popular en los países extranjeros y deja claro hasta qué punto dependen los países latinoamericanos hoy en día del presidente venezolano.

“Venezuela ha reafirmado su posición en América Latina y se ha vuelto, sin duda alguna, importante desde el punto de vista político y económico”, evalúa Miguel Tinker Salas, profesor del Pomona College y autor de “El legado duradero: petróleo, cultura y ciudadanía en Venezuela“. “Creo que la ayuda económica y el liderazgo político [de Chávez] van de la mano”.

El ascenso del chavismo

A pesar de la lucha contra el cáncer, Chávez obtuvo una victoria impresionante en las elecciones presidenciales de octubre, con un 55% de los votos, derrotando en las urnas a Henrique Capriles, su más temible oponente desde que llegó a la presidencia, en 1999. Pero aunque sigue siendo muy popular en el país, Chávez ha perdido parte del apoyo que tenía debido a la fragmentación del electorado venezolano.

Aunque la pobreza y la pobreza extrema hayan caído de forma dramática gracias a los programas sociales, la inflación ha subido y la escasez de productos básicos irrita a los venezolanos. Un reportaje de la revista TIME anterior a las elecciones, titulado “El crepúsculo de Chávez”, hablaba del aumento de la criminalidad, de la inflación y de los problemas monetarios como razones para la caída del apoyo a Chávez en los barrios pobres de Caracas, antes bases electorales del chavismo.

Según los analistas, uno de los principales factores detrás del poder duradero del chavismo es el propio Chávez, un líder franco y carismático, cuyas políticas han tenido buena repercusión entre las clases medias y pobres. Chávez es también el arquitecto jefe de los paquetes de ayuda que le granjearon el apoyo político de otros líderes de América Latina y del Caribe. La cuestión es, por tanto, qué sucederá si Chávez fallece.
Para Michael Shifter, presidente del Inter-American Dialogue y profesor de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, habrá nuevas elecciones. 

En una entrevista reciente, Shifter dijo: “Creo que habrá nuevas elecciones. Creo que el Gobierno necesita, básicamente, algún tiempo para elaborar su estrategia, consolidar la autoridad de Nicolás Maduro, que hoy es figura esencial y que, en mi opinión, será el candidato del Gobierno en la disputa electoral con Capriles. No sé si será de aquí a un mes o dos, pero el escenario debe ser ese”.

Como candidato, Maduro tendrá que lidiar con el creciente descontento derivado de la falta de alimentos básicos y de la inflación cada vez más alta. “La economía venezolana está bajo mucha presión. Después de años de un sistema socialista introducido por Chávez, se creó un amplio sistema de distribución que ha beneficiado a los pobres y ha mantenido alta la popularidad de Chávez. Sin embargo, ha venido acompañado del desgaste de las finanzas del Gobierno”, observa Karen Hooper, directora de análisis de América Latina de Strategic Forecasting de Texas. “Aunque las empresas nacionales de petróleo hayan transferido más de US$ 90.000 millones el año pasado al Gobierno, podrá haber problemas de caja”.

Si hubiera nuevas elecciones, la situación actual beneficiaría a Capriles, el candidato más destacado de la oposición actualmente. Como candidato el año pasado, Capriles dijo a los reporteros que “acabaría con los regalos dados al mundo a cambio de alianzas geopolíticas de conveniencia dudosa”. Nadie sabe si, con eso, él quiso decir que cerraría el grifo del petróleo.

“Para el próximo Gobierno, ya sea el del presidente Chávez [un sucesor suyo o un adversario) [...] tendremos una situación en que habrá necesidad de hacer recortes fiscales, o será preciso devaluar la moneda”, dice Hooper. “Los efectos de las medidas de este tipo pueden ser beneficiosos para el Gobierno”, principalmente en lo que concierne al petróleo subvencionado vendido a los países hermanos de la región.

Cambiar la forma en que Venezuela distribuye la ayuda en petróleo puede acarrear cambios dolorosos en la economía de los países pequeños que se benefician de ella. Las más vulnerables serían las economías de los pequeños países caribeños que importan energía. Esos países dedican en torno a un 13% de su producto interior bruto (PIB) a la adquisición de petróleo, según estimaciones del Banco Mundial. Si la política de suministro de petróleo subvencionado de Venezuela se viera interrumpida, ellos tendrían que pagar precios de mercado para compensar la diferencia.

Salas, de Pomana College, sin embargo, cree que sería más ventajoso para cualquier futuro Gobierno de Venezuela continuar con el programa. La decisión de suministrar petróleo a precios subvencionados a los países vecinos, en realidad, es anterior a Chávez, dice, aunque haya aumentado de forma significativa desde que Chávez asumió la presidencia. “Sea cual sea el Gobierno que se ponga al frente del país, no creo que deba cambiar la política actual. 

Ha sido muy positiva para el país”. Salas añade que la prensa internacional no presenta de forma correcta la situación económica actual de Venezuela. “No concuerdo con esa representación, porque la situación es de estabilidad, pero todos los relatos presentan al país en situación difícil”, dice.

Aunque muchos no estén de acuerdo con la eficacia de Chávez como líder, su impacto sobre la región está ampliamente reconocido. Como líder de la revolución comunista cubana, Fidel Castro dijo: “Tenemos que curarlo. Chávez es muy importante para su país y para América Latina”.

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