El 21 de enero el presidente estadounidense realizará la juramentación de su cargo para un segundo mandato al frente de la Casa Blanca, en medio de un país con una economía débil, un alto índice de desempleo, recortes de presupuesto, así como el debate sobre el control de armas, la reforma migratoria y la promesa de la retirada de las tropas en Afganistán para el 2014.
Economía y desempleoEn noviembre pasado, Obama fue reelegido en medio de la desesperanza de los estadounidenses por el alto nivel de desempleo, aunque el jefe de Estado logró bajar los índices en un 8% para diciembre y estabilizar la economía.
Para Nicolás Botero, analista internacional, las propuestas del gobierno para reducir el déficit fiscal en los Estados Unidos “son lo suficientemente apropiadas para la reforma que quiere hacer a nivel económico” el Gobierno.
Donde Botero consideraría que se vienen asomando crisis es sobre todo en el recorte presupuestal, la inversión extranjera directa y “la situación de las personas que tienen que salir del país y seguir tributando”.
La estrategia de implementar políticas de austeridad, que ya ha implementado Europa, no parece ser una buena alternativa para la economía estadounidense según algunos estudiosos del temas que piensan que esta medida llevaría a afectar el intercambio bilateral con sus principales socios comerciales y contribuiría al estancamiento de la economía mundial.
Botero piensa que en realidad la crisis europea no se puede ver como un referente porque los socios comerciales de los Estados Unidos no están en Europa sino en Centro y Suramérica.
Control de armasEl presidente norteamericano no tiene una tarea fácil al tratar de prohibir la venta de armas y controlar el uso de las mismas dentro de la comunidad. La Casa Blanca deberá enfrentarse contra el poderoso lobby de la Asociación del Rifle que defiende el derecho de poseerlas, como lo establece la segunda enmienda de la Constitución.
Para Botero es importante hacer el tránsito que propuso Obama, en donde se presta una mayor atención a detalles como “quién va a obtener el armamento, cómo lo consiguió y de dónde viene”.
Este tema, como precisa el analista internacional, le compete directamente al congreso de los Estados Unidos, que deberá tomar una decisión contundente, en medio de una controversia que estalló con la masacre en Newtown, Connecticut, y que tiene conmovida a la comunidad internacional.
Reforma MigratoriaObama sabe que no puede defraudar a la comunidad hispana que lo apoyó en las pasadas elecciones frente a su promesa de lograr una reforma migratoria que permitiría regularizar la situación de cerca de 11 millones de indocumentados.
Para el director del Instituto de políticas migratorias, Muzzafar Chishti, se ha gastado más en los refuerzos para inmigración que lo que se ha invertido en otros aspectos federales, debido a “la atención que el país y el congreso han puesto en este tema en los últimos 25 años”.
El reto es difícil ya que tradicionalmente en las últimas elecciones legislativas, el Partido Republicano ha reafirmado su predominancia en la Cámara de Representantes. Obama no podrá aprobar reforma alguna si es que no obtiene el apoyo de un sector importante de los republicanos.
Escenarios en Afganistán e Irán
La salida de las tropas de Afganistán representa una gran presión para la Casa Blanca. Las cifras de muertos e inconformismo de varios sectores de la comunidad internacional desde el gobierno Bush, han hecho que se vuelva un tema insostenible.
“Realmente han sido más las pérdidas de vidas humanas que lo que se ha podido posicionar el gobierno” en terreno afgano, apunta Botero y recalca que es el momento ideal para la retirada.
Por otro lado, el peligro nuclear que puede representar Irán será, tal vez, el problema más delicado que deberá enfrentar. Obama deberá prever escenarios de inestabilidad cuando tanto Israel como Irán cambien de gobierno, lo cual no descartaría una guerra indeseada.
“El presidente Obama fue muy claro en la Asamblea General de las Naciones Unidas el año pasado que estará muy vigilante del enriquecimiento de armas prohibidas por parte de Irán”, concluye Botero.
Por el momento, sólo queda esperar por el discurso anual que dará el mandatario norteamericano sobre el Estado de la unión ante el congreso el 12 de febrero y donde se espera que anuncie las líneas maestras de su plan para los próximos meses.
Economía y desempleoEn noviembre pasado, Obama fue reelegido en medio de la desesperanza de los estadounidenses por el alto nivel de desempleo, aunque el jefe de Estado logró bajar los índices en un 8% para diciembre y estabilizar la economía.
Para Nicolás Botero, analista internacional, las propuestas del gobierno para reducir el déficit fiscal en los Estados Unidos “son lo suficientemente apropiadas para la reforma que quiere hacer a nivel económico” el Gobierno.
Donde Botero consideraría que se vienen asomando crisis es sobre todo en el recorte presupuestal, la inversión extranjera directa y “la situación de las personas que tienen que salir del país y seguir tributando”.
La estrategia de implementar políticas de austeridad, que ya ha implementado Europa, no parece ser una buena alternativa para la economía estadounidense según algunos estudiosos del temas que piensan que esta medida llevaría a afectar el intercambio bilateral con sus principales socios comerciales y contribuiría al estancamiento de la economía mundial.
Botero piensa que en realidad la crisis europea no se puede ver como un referente porque los socios comerciales de los Estados Unidos no están en Europa sino en Centro y Suramérica.
Control de armasEl presidente norteamericano no tiene una tarea fácil al tratar de prohibir la venta de armas y controlar el uso de las mismas dentro de la comunidad. La Casa Blanca deberá enfrentarse contra el poderoso lobby de la Asociación del Rifle que defiende el derecho de poseerlas, como lo establece la segunda enmienda de la Constitución.
Para Botero es importante hacer el tránsito que propuso Obama, en donde se presta una mayor atención a detalles como “quién va a obtener el armamento, cómo lo consiguió y de dónde viene”.
Este tema, como precisa el analista internacional, le compete directamente al congreso de los Estados Unidos, que deberá tomar una decisión contundente, en medio de una controversia que estalló con la masacre en Newtown, Connecticut, y que tiene conmovida a la comunidad internacional.
Reforma MigratoriaObama sabe que no puede defraudar a la comunidad hispana que lo apoyó en las pasadas elecciones frente a su promesa de lograr una reforma migratoria que permitiría regularizar la situación de cerca de 11 millones de indocumentados.
Para el director del Instituto de políticas migratorias, Muzzafar Chishti, se ha gastado más en los refuerzos para inmigración que lo que se ha invertido en otros aspectos federales, debido a “la atención que el país y el congreso han puesto en este tema en los últimos 25 años”.
El reto es difícil ya que tradicionalmente en las últimas elecciones legislativas, el Partido Republicano ha reafirmado su predominancia en la Cámara de Representantes. Obama no podrá aprobar reforma alguna si es que no obtiene el apoyo de un sector importante de los republicanos.
Escenarios en Afganistán e Irán
La salida de las tropas de Afganistán representa una gran presión para la Casa Blanca. Las cifras de muertos e inconformismo de varios sectores de la comunidad internacional desde el gobierno Bush, han hecho que se vuelva un tema insostenible.
“Realmente han sido más las pérdidas de vidas humanas que lo que se ha podido posicionar el gobierno” en terreno afgano, apunta Botero y recalca que es el momento ideal para la retirada.
Por otro lado, el peligro nuclear que puede representar Irán será, tal vez, el problema más delicado que deberá enfrentar. Obama deberá prever escenarios de inestabilidad cuando tanto Israel como Irán cambien de gobierno, lo cual no descartaría una guerra indeseada.
“El presidente Obama fue muy claro en la Asamblea General de las Naciones Unidas el año pasado que estará muy vigilante del enriquecimiento de armas prohibidas por parte de Irán”, concluye Botero.
Por el momento, sólo queda esperar por el discurso anual que dará el mandatario norteamericano sobre el Estado de la unión ante el congreso el 12 de febrero y donde se espera que anuncie las líneas maestras de su plan para los próximos meses.
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