miércoles, agosto 24, 2011

GADAFI y el GRAN TUNEL

Gadafi pudo haber creado una ciudad paralela a Trípoli

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El líder libio tuvo mucho tiempo para preocuparse por su seguridad. Exactamente 42 años, que es el tiempo que estuvo en el poder. Durante ese lapso de tiempo pudo crear una ciudad paralela a Trípoli, sólo que bajo tierra.

De acuerdo con un análisis del Infobae, el mandatario libio, Muamar Gadafi sin duda diseñó un plan “B”, una alternativa por si llegaba el triunfo de la revolución.

(Foto archivo Reuters)

No hay duda de que de la entrada de los rebeldes al complejo residencial de Gadafi en Trípoli debe de haber causado en el líder libio una gran conmoción. Pero había que reaccionar, y qué mejor que hacer uso de una de sus grandes inversiones: un entramado de túneles que recorre la capital, le comunica con varias ciudades, y sobre todo, que le podría dar acceso directo al desierto o a las costas del Mediterráneo.

Semejante proyecto multimillonario, necesario por si alguna vez la autoridad del líder se veía amenazada, debe de serle hoy más útil que nunca. Para empezar, porque hasta el búnker de Gadafi, que responde al nombre de Bab Aziziya (“puerta magnífica”) está estratégicamente situado. Se encuentra al sur de la ciudad, muy cerca de la autopista que conduce al aeropuerto internacional. El complejo se extiende por seis kilómetros cuadrados, y allí se encuentra la residencia del líder libio, el cuartel militar, el centro de comunicaciones y de inteligencia, edificios gubernamentales, una mezquita y hasta un campo de fútbol.

A Gadafi le gustaba sentirse seguro. Si la seguridad que representaba el complejo planteaba ser un desafío a cualquier intento de intrusión, cómo no podía serlo su réplica subterránea, que costó casi 25 mil millones de dólares.

Algunos periodistas que han tenido la oportunidad de visitar Bab Aziziya han quedado estupefactos por los muros del complejo, de cuatro metros de altura y preparados para resistir explosiones, o por el sistema de suministro de aire y agua, que le da a toda la estructura una independencia del exterior.

De los túneles de Gadafi hay mucha menos información, pero se sabe que comenzaron a construirse allá por 1984. La vasta obra fue anunciada como un gran proyecto de riego que serviría para proporcionar a ciudades como Trípoli o Bengasi agua proveniente de los acuíferos saharianos ubicados en el sur del país.

Estos conductos subterráneos de miles de kilómetros, conocidos como “el gran río hecho por el hombre”, pudieron haber servido en el pasado para trasladar armas y tropas por todo el país. El diario británico The Telegraph saca algunos números. Unas 75 toneladas de hormigón fueron utilizados para construir este laberinto que de media está unos 5 metros por debajo del nivel de la tierra, pero que en algunos tramos llega a los casi 183 metros de profundidad, lo que impide que pueda ser detectado por radares o ser blanco de un objetivo militar.

De hecho, la última vez que se vio a Gadafi por televisión fue el 12 de junio, cuando apareció jugando al ajedrez con el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez, el ruso Kirsan Ilyumzhinov. Quizá por eso se explica por qué no hay ninguna imagen del líder libio en los últimos dos meses. Siempre que se ha dirigido a la ciudadanía en los últimos dos meses lo ha hecho con un mensaje grabado, sin que ninguna foto o grabación diese idea de su paradero.

Hasta ese momento, Gadafi bien podría estar en esa otra Libia. No sería extraño que la soberbia fortaleza que se hizo construir sobre tierra tenga su espejo bajo ella.

Ya lo dijo un rebelde, un coronel llamado Ahmed Bani: “Hay muchos agujeros hechos por ratas en Trípoli. Lo estamos buscando por ahí”.

Estados Unidos también sospecha que la trama de túneles ha podido tener fines no sólo militares, sino también personales. Todo ese esqueleto ramificado que Gadafi tiene a su disposición bajo tierra fue construido por la ingeniería europea y surcoreana. Por eso los bombardeos de la OTAN de los últimos meses no impidieron que el presidente pudiera esconderse sin problemas, sino que además pudiera mantenerse comunicado con sus familiares y con el Gobierno.

Hasta los propios periodistas enviados a Libia tienen sospechas de este corredor de aspiraciones faraónicas que podría servir de refugio a Gadafi. No hace mucho, el líder libio brindó una conferencia de prensa en el hotel Rixos, en donde están alojados los corresponsales extranjeros. El mandatario apareció,pero desapareció de inmediato.

Atentos a toda esta información, no sería raro que la OTAN se pusiera en contacto con los técnicos europeos y surcoreanos que se encargaron de la construcción de las galerías. Si Occidente llega a conseguir los planos de los pasadizos, mucho del misterio que rodea a Gadafi podría ser desvelado.

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