lunes, enero 30, 2012
Douglas bravo opina sobre Carlos Escarrá
Ayer me vine a enterar que ese tipo y que militaba en el Partido Comunista. Que brío!!!!! Será en el partido comunista del Vaticano.
A los Escarrá los conocí desde más de 30 años. Carlos era Adeco y Hermán era copeyano (abogado del Frente Trabajadores Copeyanos). Carlos era el académico, brillante abogado. Venían de abajo. Sus padres hicieron un titánico esfuerzo por ponerlos a estudiar en la UCAB. Era excelente como profesor y cordializaba con muchos de sus alumnos, especialmente los hijos de dirigentes políticos de la IV República (Alvaro Lusinchi, Enrique Machado, Mauricio De Sola, Gilberto Carrasquero, Gustavo Pardi, Maria Luisa Herrera).
Cuando Chávez agarró la bandera de la constituyente, los hermanos Escarrá se montaron en ese entorno, los utilizaron junto a otros abogados constitucionalistas como Combellas y Brewer Carias. Chavez y su entorno, los utilizaron hábilmente y después todos ellos marcaron distancia de Chávez. Los dos hermanos Escarrá también se retiraron y meses mas tarde Carlos fue el único que regresó arrepentido.
Su reaparición en las filas del chavismo después del Carmonazo fue con un nuevo perfil, asumiendo un rol más radical, atropellador, grosero, rabiosamente fanático, insolente y jala bolas. Actitudes que le hicieron perder el respeto y la consideración de hombre correcto, equilibrado, serio y justo, que había demostrado en un pasado.
El poder lo pervirtió y lo torció en su camino. Su locura y fanatismo ciego lo llevaron literalmente a denigrar de el Alma Mater de la universidad privada que lo cobijó, como alumno "becado" porque era estudioso y aplicado, y después como profesor. Sus compañeros profesores y sus alumnos, que en alguna época lo alabaron por buen maestro, le ofrendaron un "pupitrazo" de repudio.
Hace unos años atrás personas que lo conocimos, ahora solo tenemos lástima por Carlos Escarrá. El muchachito que venia de abajo con mucho esfuerzo se graduó en la UCAB, universidad privada que lo beco; universidad privada que le dio su primer empleo; universidad privada que lo dio a conocer como abogado competente, capaz y serio; y universidad privada en la que gracias a su "borrachera de poder" utilizó como retrete del excremento ideológico del proyecto autoritario que ayudo a edificar.
Terminó su existencia sin pena ni gloria, como Lara, Tascón, Russián, Anderson, Lina Ron, García Ponce y Muller Rojas.
Quizás algún recinto penal llevará tu nombre, o tal vez una ley o reglamento autoritario lleve tu imagen. Pero la realidad es que él cerro tu existencia, destruyendo su propia reputación.
Con el fusil de mi pensamiento y con los proyectiles de la conciencia revolucionaria y libertaria de las palabras, le digo adios.
Douglas Bravo
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