jueves, febrero 14, 2013

QUE PASARIA CON UNA CUENTA DE FACEBOOK SI EL DUEÑO MUERE







Qué ocurre con un perfil en Facebook cuando el dueño de la cuenta fallece? Esta es la pregunta central de un extenso artículo de Mashable.

Hasta el 2012, 30 millones de personas con cuenta en esta gran red social perdieron la vida. Así lo informó The Huffington Post en base a datos de Nate Lustig, fundador de Entrusted, compañía en línea que ayudaba a las personas a acceder y borrar cuentas en línea de usuarios fallecidos (desde hace muy poco, este trabajo lo hace Securefase). Se estima que 3 millones de personas fallecieron el año pasado.

Los perfiles abandonados se mantienen de estas cuatro formas:
  1. El perfil se mantiene intacto, como de costumbre. Con el acceso libre a lo que el dueño dejó como información pública.
  2. El sitio se puede transformar en una “página memorial”. Para esto, la familia tiene que presentar un certificado de defunción o un obituario a la compañía.
  3. La cuenta puede permanecer activa o puede llegar a desactivarse si algún pariente lo solicita.
  4. La cuenta puede seguir publicando gracias a la acción de otro usuario que tenga la contraseña. Para esto es necesaria una demanda judicial.
Los estados conmemorativos de las páginas de Facebook recién se implementaron en el 2009. Este tipo de página no es accesible a través de la búsqueda pública, tampoco aparecerá como una sugerencia. No será posible etiquetar al contacto en ningún otro post.

De acuerdo con Mashable, muchos usuarios no piden nada a Facebook tras el fallecimiento de un ser querido, pues es el único sitio para revivir lo que fue alguna vez ese usuario en vida.

Superar el dolor emocional de la persona fallecida es algo de lo que presume la sociedad occidental, afirma la antropóloga Michaelanne Dye . Sin embargo, se está empezando a explorar en los beneficios en la salud que trae mantener un vínculo con el difunto. Facebook, indica, ayuda a que se supere el dolor de una forma natural.
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BENEDICTO XVI

Posted: 13 Feb 2013 04:50 AM PST

Fue una gran sorpresa la del Papa Benedicto XVI. Pese a todas las teorías creadas a su alrededor, muchas de ellas conspirativas y otras por escándalos dentro y provocados por miembros de la Iglesia, prefiero quedarme con la figura de un buen Papa que, como dijo, se retira porque ya quedó sin fuerza física para seguir conduciendo.

Este Papa no fue ni será recordado por el carisma que tenía Juan Pablo II, pero tampoco se lo puede encasillar en un simple Papa de transición como se lo encasilló cuando empezó hace ocho años.

Es uno de los papas más inteligentes, ha asentado doctrina como muy pocos, que venía desarrollando desde la Congregación para la Doctrina de la Fe, y ha bregado por la mejora y modernización de las comunicaciones electrónicas de la Iglesia, acomodándose a los nuevos tiempos. No solo hace poco sorprendió con su cuenta en Twitter, sino que desde hace tres años lanzó su arremetida contra los curas para que e-vangelicen a través de redes sociales y el internet.

Le tocó lidiar con los problemas graves de la Iglesia, quizá el peor de la historia, el de la pederastia y lo hizo razonablemente bien y enfrentando a los curas a la justicia secular. Se vio involucrado en los Vatileaks y todo el escándalo financiero de una curia que se ha dejado tentar por aquello que en los sermones detesta.

El ex cardenal Joseph, en sintonía con Paulo VI y Juan Pablo II que calificaban a los medios de “dones de Dios”, entendió que es mejor no alterarse ante los medios y las nuevas tecnologías, sino adaptarse a ellas y aprovecharlas como herramientas para crear comunidad, frenar la emigración de feligreses a religiones más modernas o permisivas y combatir lo que escasea: espiritualidad, vocaciones sacerdotales y multitudes en misas.

Lo que nunca me gustó de él ni de otros, fue que haya insistido en oponerse a la consagración sacerdotal de las mujeres y que siga favoreciendo el celibato. Creo, sin embargo, que el tiempo pasará y estas cosas serán del pasado como fueron otras doctrinas que la Iglesia debió cambiar con los tiempos.

Este Papa más que de transición ha sido un buen eslabón para que la Iglesia pueda retomar su rumbo más espiritual y alejado de los negocios y pecados. Al menos ha puesto muchos puntos sobre las íes. A su edad y sin la fortaleza, es un buen momento para dejar la Iglesia en alguien más joven y dedicarse a un merecido descanso y consagrarse sus últimos días a la oración.

miércoles, febrero 13, 2013

Carta a Chávez de Gustavo Coronel


He leído el pedido que hace la organización arriba citada, uno de enviarle cartas de amor y de aliento al comandante-presidente. Dice el pedido:
Gustavo Coronel
Gustavo Coronel

“La idea es que el mandatario pueda recibir miles de cartas de jóvenes de diversos sectores y latitudes del país que expresen su ferviente amor por la Patria, la Revolución Bolivariana y le deseen al Comandante su pronta mejoría, con la alegría y la originalidad que caracteriza a la juventud venezolana”.

Por supuesto, no califico para escribir una carta así a Hugo Chávez. Tengo 79.6 años, por lo cual no puedo decir que soy jóven, al menos en sentido cronológico. Así mismo, no comparto el “amor” por el comandante-presidente porque no le debo nada, ni a título individual ni ciudadano. Al contrario, creo que aun aquellos quienes han recibido sus dádivas y creen deberle algo, tarde o temprano se darán cuenta de que el personaje no les hizo ningun favor, ya que los hundió aun más en el foso de la dependencia y la indefensión.

Mi carta dice:

Deseo fervientemente que usted nunca regrese a Venezuela a seguir haciéndole daño a la nación. Para ello no es necesario que muera, simplemente que se quede viviendo allá, con sus amigos.

Como es mi amor por la patria? La concibo como la obligación de ser un buen ciudadano para que mi patria salga adelante. Ello significa educarme lo mejor posible, a fin de aprender a hablar civilizadamente, no como un patán. Aprender gramática y aritmética, para no dar la cómica. No humillar a mis colegas en público. No hacer daño físico ni moral a quienes no compartan mis ideas. Trabajar honestamente sin recibir limosnas del estado. Procurar que mi país se sienta orgulloso de mí. Tratar de ser digno y discreto, no cursi, en mi relación con otros.

Mi amor por la patria me obliga a no usar los recursos de la nación para mi provecho personal y a tratar de que mi país sea visto como una sociedad de gente libre y digna. Mi amor por la patria, tengo el deber de decirle, no se parece en nada al pseudo amor que usted le profesa. Lo de usted es una actitud que embrutece y tiende a mediocrizar la sociedad venezolana, convirtiéndola en un burdel moral en el cual prevalecen la ridiculez y la ignorancia.

Para no ir más lejos, lo que usted hace al glorificar su cobarde golpe de estado de 1992 es lo contrario de amor por la patria y lo ha convertido en objeto del desprecio de los demócratas de nuestro país.
Mi amor por la revolución bolivariana no existe, simplemente porque no ha existido en Venezuela tal cosa como una revolución, mucho menos bolivariana. Una revolución es un episodio fundamental en la vida de los pueblos, no una montonera de malandros como la que usted ha presidido por 14 años.

Revolución fué la estadounidense, o la rusa o la francesa. Pero, esta quincalla suya, de Maduro, Cabello, Cilia Flores e Iris Varela? Noooooó, comandante-presidente, eso solo ha sido una zarzuela de moluscos y mariscos.

No lo quiero ver más en Venezuela. Quédese en Cuba, con su colección de relojes costosísimos comprados con nuestro dinero; quédese con uno de los aviones que usted adquirió, como jeque tropical, después de mucho decir que tener aviones del estado era inmoral; quédese usted allá, asistido por los médicos anónimos que han abandonado su ética professional para prestarse al secreto y al engaño.

Quédese usted en la casa que los Castro le han construído allá, por cierto con parte del dinero que usted les regaló. Quédese chapoteando en aquel pantano, hasta que lo llame Belcebú.

Parecería que la hora de su peor castigo ha llegado, ser relegado al asiento de atrás del autobús que maneja el chofer armado de un GPS de fabricación Cubana, el que le dicta hacia adonde dirigirse.

Ahora es usted un pasajero, con la invalidez y la mudez de los irrelevantes.

No creo que esta carta se la hagan llegar, la voy a poner en mi blog.

Gustavo Coronel

UN PAIS DEVALUADO


¡Un país devaluado! por Gabriel Reyes

La retórica del grupo de improvisados que decidieron rebautizar nuestro signo monetario con el ridículo apodo de “Bolívar Fuerte” hoy debe ser tema de burla en todo el mundo. Una vez más, tratando de alcanzar la utopía comunista, esta suerte de cofradía trasnochada de iluminados pseudo economistas han decepcionado a los venezolanos, no sin antes culpar a la oligarquía y al Imperio por su propia estupidez.
Con el barril de crudo a más de 105 dólares, y con un excedente presupuestario de más del 50% del que no rinden cuentas ni expresan resultados, estos genios han destrozado el poder adquisitivo de quienes confiaron su presente y futuro en ellos, sin saber que enriquecerían oprobiosamente a una cúpula corrupta y darían el chance para la instauración de una cleptocracia sin referencia en nuestra historia republicana.
El salario mínimo es diluido en una tercera parte, con el inmenso impacto en los bolsillos de la clase trabajadora. Y toda esta pesadilla para ser perfecta, debe pasar por la tragedia del desmontaje sistemático e intencional de nuestro aparato productivo que nos hace depender de los perversos mecanismos de importación triangulada donde la morada presidencial insular se convierte con regularidad casi constante en uno de sus vértices.
Estamos en manos de un grupo de voraces capitalistas que empobrecen al pueblo para mantenerlos cautivos en una relación de dependencia clientelar, que los somete a la participación forzada en un circo proselitista de signos e imágenes, de héroes de caballito e historias distorsionadas, de dogmas de fe en temas insólitos como el estado de salud del presidente de la república y que ahora los somete a la miseria de ver cómo su esfuerzo pierde valor por la ineptitud de quienes gastaron lo que no tenían y cuando ya no nos gobiernen, nos dejarán quebrados, como nunca.
Y son estos “líderes”, ídolos con pies de barro y escaso entendimiento los que evocan en una suerte de profecía autocumplida los saqueos y desórdenes en las calles como si fuera culpa de los pocos empresarios que quedan en el país el desastre al que nos han llevado. Estos irresponsables permitirán que el mismo pueblo que hambrearon con su “socialismo de pacotilla” salga a la calle a comprometer los últimos resquicios de libertad económica que le quedan a la Venezuela decente, moribunda criatura que parece sucumbir a la barbarie de quienes le pagaron a un país quebrado para que nos sometiera.
Somos un país devaluado donde una clase gobernante, verdaderos oligarcas, nos conducen a las miserias de un conflicto social para satisfacer el morbo de su resentimiento, la sociopatía incubada a lo largo de los años, y el apoyo de una cúpula militar adulante, complaciente y que en violación flagrante a la Constitución se declara abiertamente partidaria del régimen y de sus secuaces.
Somos un país devaluado en el que se le rinde culto en discursos y proclamas a un dictador que ha sometido a un pueblo a una cruenta dictadura de más de medio siglo, donde han fusilado a quienes solo pensaban diferente y donde la cultura del respeto a los derechos humanos es algo inexistente.
Somos un país devaluado donde quienes nos oponemos a nuestra realidad nos escondemos en el confort del miedo y en la comodidad de esperar que otros salgan a defender nuestros derechos. Donde todavía se pelean por los colores de desgastadas cáscaras de huevo a las que llaman “partidos políticos” sin comprender el verdadero alcance de una UNIDAD operativa.
Somos un país devaluado donde hoy vemos como después de 14 años de esta patraña nuestra moneda vale 5.000 veces menos, tenemos 80% de pobreza, no sabemos si el presidente está vivo y todavía la primera opción electoral la tiene un vicepresidente con designación vencida oxigenado por la interpretación de una Corte complaciente que ha determinado que el presidente no está presente, pero tampoco está ausente, y todos los demás lo aceptamos como algo “excesivamente normal”.
Somos un país devaluado donde un grupo de “nuevos ricos” quienes hace 15 años no tenían donde “caerse muertos” hoy son ilustres potentados que luciendo atuendos de moda europea, acusan de corruptos y amenazan con cárcel con una autoridad moral inexistente a quienes piensan diferente a ellos, violando su esfera privada y satanizando cualquier hecho posible con tal de convencer a la opinión pública de algo que no es cierto.
Somos un país devaluado donde nuestra último bastión de reserva, los estudiantes, se encadenan frente a la OEA reclamando justicia ante la indiferencia absoluta de quienes se hacen llamar “opositores” tal vez hasta quejándose de que su presencia entorpece el tráfico para acceder a su tienda preferida o al café donde tienen la cita.
Somos un país devaluado donde, a menos que algo suceda, que rescate la vergüenza personal y colectiva nos verán en muy poco tiempo como otra Cuba, sumida en la pobreza en contraste con una clase gobernante poderosa y millonaria.
Somos un país devaluado, pero recuperaremos nuestro valor cuando enfrentemos esta pesadilla con la dignidad de un pueblo que no aceptará ser sometido a las vergonzosas condiciones de una nación primitiva y cuando olvidemos agendas personales para construir con visión compartida ¡un país para todos con justicia y libertad!
¡Amanecerá y veremos!

martes, febrero 12, 2013

LA RENUNCIA DEL PAPA






Una noticia como “relámpago en un cielo despejado” ha invadido el mundo. El Papa Benedicto XVI ha presentado su renuncia al solio pontificio. En un mensaje en Latín en el marco del Consistorio para la canonización de los santos, el Romano Pontífice ha presentado su renuncia, la que se efectuará el 28 de febrero.

Esta decisión “inédita” en la Iglesia lo hace el Pontífice de 85 años reconociendo el peso de la tarea que lleva a cabo y después de una larga meditación delante de Dios.

El Santo Padre dirigiéndose a los Cardenales dijo: "Los he convocado a este consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. 

Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando".

La renuncia como acto jurídico, según el Código de Derecho Canónico, canon 323 § 2, debe ser libre, mediante un acto formal y no aceptada por nadie.
En estos casos se aplica las prescripciones de la Constitución Apostólica “Universi Dominici gregis” sobre la sede vacante y la elección del Romano Pontífice.

Al quedar la Santa Sede como “sede vacante” este 28 de febrero a las 8.00 p.m. hora de Roma, el principio que rige es “nihil innovetur”, es decir no hay que innovar nada en sede vacante. En este nuevo escenario el gobierno de la Iglesia lo tienen los Cardenales como Colegio, pero sólo para tareas específicas como preparar la elección, el despacho de asuntos ordinarios y de asuntos inaplazables (arts. 1 y 6).

Los Cardenales poseen en ese momento, suplencia mínima y no jurisdicción sobre todo lo que el Romano Pontífice posee en el ejercicio de su oficio. En este sentido actúan de dos maneras. 

Mediante Congregaciones generales y Congregaciones particulares. En cuanto a lo primero, los Cardenales, apenas son informados de la vacante de la Sede Apostólica, pueden tomar parte de esta congregación que se realiza en el Palacio Apostólico Vaticano. Lo preside el Cardenal Decano, en este caso Angelo Sodano, durante años “número dos” de la Santa Sede, Estas Congregaciones se celebran a diario a partir del día establecido por el Camarlengo y por el primer Cardenal de cada Orden (Diácono, Presbítero y Obispo).

En cuanto a las Congregaciones particulares, el Camarlengo y tres Cardenales, uno de cada Orden extraídos por sorteo, tratan las cuestiones de menor importancia y su función cesa a los tres días del ingreso al Cónclave, luego son designados otros tres mediante sorteo y así sucesivamente cada tres días.

Al quedar “sede vacante” todos los oficios de la Curia Romano cesan, excepto la del Camarlengo, del Penitenciario Mayor, del Vicario General de Roma, del Arcipreste de la Basílica Vaticana y Vicario General para la Ciudad del Vaticano y del Limosnero de su Santidad. Así mismo los Tribunales siguen tratando las causas correspondientes.

Los electores del nuevo Papa, que no deben superar los 120, son los Cardenales menores de 80 años a quienes de debe esperar hasta 15 días desde la renuncia del Papa. Los Cardenal pueden además retrasar algunos días el ingreso al Cónclave pero nunca más de 20 días. 

Sólo la imposibilidad por enfermedad y otro impedimento grave reconocido por el Colegio de Cardenales eximen de dar cumplimiento al anuncio de convocatoria efectuado por el Decano.

Además el Código de Derecho Canónico prevé que en caso que el elegido para Pontífice carezca de del carácter episcopal, ha de ser ordenado Obispo inmediatamente.

Se realiza dentro del territorio de la Ciudad del Vaticano y todos los conclavistas deberán prestar juramento de guardar secreto.

Actualmente la Constitución Apostólica, “Universi Dominici gregis” establece que para la elección válida del Romano Pontífice, sea únicamente la del escrutinio, es decir, se requiere los dos tercios de los votos, calculados sobre la totalidad de los electores presentes, quedando superado los dos modos anteriores de la aclamación y compromiso. 

Más aún, el Motu Propio sobre algunos cambios en las normas sobre la elección del Romano Pontífice. prevé que, si después de 24 escrutinios los Cardenales no consiguen ponerse de acuerdo sobre el Cardenal elegido, deberán escoger entre los dos Cardenales que hayan obtenido más votos en la última votación, exigiéndose también en este caso la mayoría cualificada de dos tercios de los votantes.

Mientras se realiza la elección, los Cardenales que no tienen derecho a participar porque han sobrepasado los 80 años de edad han de ponerse al frente del pueblo de Dios para dirigir oraciones por los efectores del futuro Romano Pontífice. En este sentido, Benedicto XVI, no participará en la elección del nuevo Pontífice.

Después de la elección canónica, el Cardenal Decano pide el consentimiento del elegido, luego se levanta el acto de lo ocurrido y de este modo, para efectos canónicos, finaliza el cónclave.

Como cristianos hemos de agradecer a Dios por este magnífico Pastor de la Iglesia, que ha tomado una sabia decisión. 

Agradecer por su magisterio, sus escritos, su profunda sabiduría, su testimonio de contemplación, y valentía para conducir a la Iglesia con dignidad en el mundo de hoy. 

El mismo nos dice que "En el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio,es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado".

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