lunes, julio 04, 2011

Gustavo Coronel Opina


Chávez: tarde para pedir compasión

4 Julio, 2011

Ahora que Hugo Chávez está enfermo, algo que nadie le desea a nadie, han comenzado los ruegos y amenazas del chavismo exigiendo respeto y amor para el paciente y para su derecho a obtener la “mejor” asistencia médica, aunque ya abundan las opiniones médicas sobre la incompetencia del tratamiento inicial recibido por Chávez en Cuba.

opinan los foristas


Los ruegos y amenazas ponen de relieve la insensibilidad de los representantes del chavismo, de gente como Nicolás Maduro, chofer, canciller y ahora aspirante a oncólogo (nos informa que “el tumor fue extraído encofrado”). Lo que le están pidiendo a los venezolanos es lo que ellos no le han ofrecido nunca a la jueza Afiuni, a Alejandro Peña Esclusa, a Simonovis y a los demás presos de salud resentida, afligidos de múltiples quebrantos debido a una prisión que ya dura largos meses o años.

Están pidiéndonos para Chávez la compasión que nunca mostraron por Franklyn Brito, a quien dejaron morir de manera criminal, sin atender debidamente su pedido de justicia.

Chávez ha pasado trece años insultando, menospreciando, humillando a los venezolanos. Parece raro que ahora pida bondad, buenos deseos y compasión. Nuestra primera reacción es de extrañeza. Por qué quien a hierro mata pretende ahora ser amado? Por qué quien ha insultado sin medida y con sadismo pretende ahora ser objeto de apoyo moral? Por qué, después de trece años de soberbia y vulgaridad Maduro y su pandilla pretenden que imperen para Chávez la comprensión y los buenos deseos?

Es evidente que Chávez se siente en Cuba entre los suyos. Probablemente piensa que Venezuela es para mandarla pero no para confiar en ella. No confía ni en sus mismos hermanos, ni en Diosdado ni en los militares, a quienes tiene adormecidos a billetazos. En Cuba se siente rodeado de cuidados porque sabe que los Castro lo necesitan vivo.

No me importa donde esté Hugo Chávez, la persona. Pero como presidente su lugar es Venezuela. Como presidente su deber es con la constitución. Ha estado más de un mes actuando en violación de la constitución y sus actos son nulos. Si no puede regresar ha debido cumplir con los procedimientos legales, no como dice Rangel, que “el regresará cuando le da la gana” o como dice Jaua que “no tiene por qué informar sobre su enfermedad” o como dice Mata Figueroa que “la lealtad es hacia el hombre”, no hacia la nación, esa triste comparsa de cómplices.

La pandilla chavista pide amor para Chávez. Pero, que le han dado a sus presos políticos que no sea desprecio y sadismo? Si Chávez tuviera algun rastro de decencia, si pudiera controlar sus innobles deseos de venganza, esta sería una magnífica oportunidad para liberar a los presos políticos de su régimen. Esto es lo que un hombre decente haría si estuviera enfermo y alejado de su patria y sintiera empatía por la suerte de las personas a quienes tiene injustamente presas. En sus momentos de angustia y soledad este hombre pequeño debería comprender que la compasión es de doble vía, que no se puede pedir sin dar.

Por allí ha salido en las últimas horas, del cajón oloroso a naftalina donde reposan los ex-líderes, Eduardo Fernández a pedir un “gobierno de unidad nacional”. Como hablar de unirse a un grupo hamponil que ha destruído al país? En Venezuela no hay reconciliación posible, pues ello sería validar la corrupción y el abuso de poder. El culpable por el desastre venezolano, por la siembra de odios, está refugiado en La Habana. Atraviesa un momento difícil, el cual, ojalá, lo ayude a comprender que el poder no da grandeza, que la grandeza está en servir.

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