viernes, octubre 21, 2011
DR. Navarrete de Nuevo
El médico venezolano Salvador Navarrete, quien diagnosticó que la expectativa de vida del presidente Hugo Chávez es de dos años debido a un tumor “muy agresivo”, dijo que se vio “obligado a salir del país” de manera “abrupta” y junto a su familia.
En una carta que publica hoy el diario TalCual de Caracas, de línea editorial crítica a Chávez, Navarrete, que no develó su paradero actual, confirmó su diagnóstico, aunque aclaró que era “presuntivo” y que el semanario mexicano que lo publicó el pasado domingo lo hizo con “una innumerable cantidad de tergiversaciones y elucubraciones”.
“Básicamente traté de exponer la problemática médica del presidente Hugo Chávez Frías, sin impregnarla de este amarillismo que se le ha querido dar”, manifestó.
No obstante, dijo que su versión sobre la enfermedad de Chávez se basa en reportes oficiales y pistas dadas por el propio gobernante, por lo que “no es más que un ejercicio clínico que puede completar cualquier profesional de la medicina para llegar a un diagnóstico y pronóstico presuntivo, nunca definitivo”, subrayó en su misiva.
Chávez, que se ha negado a revelar pormenores de la enfermedad asegurando que ello solamente interesa a “los morbosos”, reiteró ayer a su regreso de Cuba, donde se le extirpó un tumor canceroso hace cuatro meses, que la batería de exámenes a la que fue sometido esta semana en la isla confirmaron que está libre de cualquier mal.
“La información que yo tengo de la familia (de Chávez) es que él tiene un sarcoma, un tumor de muy mal pronóstico y estoy casi seguro que esa es la realidad”, dijo el médico venezolano, según lo que le atribuyó el semanario mexicano Milenio.
“Soy el cirujano de la familia (Chávez) y me reuní con otro de sus médicos (de la familia), compartimos la información disponible y coincidimos plenamente en este diagnóstico”, añadió entonces.
Tras ello, la prensa venezolana dijo que el galeno fue visitado esta semana en Caracas por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), lo que Navarrete confirmó en su carta.
“Quiero dar la cara, pero con la seguridad de que los elementos serán evaluados justamente. Al coronel José Álvarez Tineo (jefe del Sebin), mis más sinceras disculpas por no haber podido cumplir con lo prometido el día de nuestro encuentro, los acontecimientos posteriores me obligaron a salir del país con mi familia de manera abrupta, algo que no deseaba y no tenía planificado hacer”, dijo.
“No soy un traidor a la patria, la patria no es el presidente, la patria somos todos y en ese todos están incluidos nuestros hijos, familia, amigos y enemigos”, agregó el médico al diario caraqueño, reseñó Efe.
La Carta de Navarrete
APRECIADOS TODOS:
La presente tiene como objetivo aclarar ante la opinión pública el contenido y finalidad de la entrevista que se publicara recientemente en un semanario mexicano y que ha sido objeto de una innumerable cantidad de tergiversaciones y elucubraciones que desvirtúan totalmente el propósito que me movió a otorgarla.
Basado en la información oficial y en mi condición de médico venezolano pensaba sobre el dilema ético que representa velar por la salud de la persona más importante de nuestro país, en momentos en que se ha diagnosticado una afección maligna, y la falta de previsión ante una posible ausencia, temporal o definitiva, en los manejos de la nación, debido a la falta de comunicados médicos claros sobre su condición actual.
Me preocupa que el presidente y su entorno político no conozcan la magnitud de su enfermedad puesto que ha sido manejado con un completo hermetismo. Las consecuencias de un desenlace fatal y la importancia que tenía informar tanto a su organización como a los grupos que lo apoyan, al igual que a los grupos políticos que lo adversan, fueron las razones que me llevaron a abordar este delicado asunto.
El presidente es una figura nacional importante, probablemente la que más y también una figura mundial, por lo que su desaparición física en este momento pudiera ser más traumática de lo que los políticos perciben. Estamos viviendo una profunda transformación social y no hay duda que el presidente la inició hace muchos años, como se cita en la entrevista. Sin embargo, ¿qué pasa si desaparece en este momento sin que todos los actores políticos tomen previsiones para cuidar al país, para atender los cambios, para rescatar lo social, para preservar los aspectos positivos de esta revolución? Entiendo que acudan a epítetos fáciles para destruir, lo pensé mucho antes de narrar algunas cosas, que fueron muy mal manejadas por el periodista Víctor García Flores, quien ante la sugerencia de estar escribiendo un libro sobre los mandatarios latinoamericanos en el poder, abusó de la confianza entregada.
La entrevista que di al igual que las que he dado siempre, están impregnadas de un profundo concepto pedagógico y ético. Básicamente traté de exponer la problemática médica del presidente Hugo Chávez Frías sin impregnarla de este amarillismo que se la ha querido dar. Cuando le solicité al periodista revisar la entrevista le pedí que retirara muchas de las cosas que allí se decían porque estaban descontextualizadas. Esto no fue aceptado en su totalidad, quedando algunos fragmentos que pueden ser interpretados de manera errónea y que han desvirtuado gran parte de su contenido. En este momento en el que la sociedad venezolana está dividida, asumo este reto con dignidad, ya que los motivos que me impulsan son la salud del presidente y el impacto político que va a tener Venezuela los próximos meses. Lamento que el impacto de la entrevista haya sido utilizado por los diferentes actores a su banal conveniencia, pues no era esa la intención y si cometí algún error, a juicio de algunos, estoy dispuesto a aclararlos.
No soy un traidor a la Patria, la Patria no es el presidente, la Patria somos todos y en ese todos están incluidos nuestros hijos, familia, amigos y enemigos, y quiero que sepan que esta entrevista está dirigida a todo el mundo para la reflexión. Días antes de conceder la entrevista mantuve una serie de conversaciones con miembros del PSUV y les pedí que le transmitieran al presidente estas inquietudes e incluso hablar directamente con él y poner mi conocimiento a la orden.
Parte de la entrevista se basa en los antecedentes médicos del presidente, los cuales han sido expuestos ampliamente por numerosos colegas como el Dr. E. Chirinos (quien fuera su siquiatra particular) en diferentes medios de comunicación en los últimos años, por lo que esto no representa un secreto para nadie.
El análisis de la condición actual del mandatario está basado en las informaciones oficiales que en algunos casos han sido emitidas por el propio presidente y no es más que un ejercicio clínico que puede completar cualquier profesional de la medicina para llegar a un diagnóstico y pronóstico presuntivo, nunca definitivo.
Quiero dar la cara, pero con la seguridad de que los elementos serán evaluados justamente. Al coronel José Alvarez Tineo, mis más sinceras disculpas por no haber podido cumplir con lo prometido el día de nuestro encuentro, los acontecimientos posteriores me obligaron a salir del país con mi familia de manera abrupta, algo que no deseaba y no tenía planificado hacer.
A mis amigos les reitero todo mi afecto, respeto, y compromiso de lucha.
Salvador Navarrete
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